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Su corazón estaba al ritmo del Omega, latía desbocado, sus manos acariciaban suavemente el cuerpo de Joaquín, mientras éste se retorcía bajo su tacto. Las feromonas del Omega reinaban en la habitación, cómo una tentación que lo llama una y otra vez para tomarlo, para besarlo. Lo hizo, lo besó suavemente.

Se alejó una vez que dejó de besarlo, él se quitó la ropa y observó al Omega detenidamente, la imagen era la tentación pura, el Omega sonrojado, observa sus labios algo hinchados. Su lobo gruñó con satisfacción que lo hizo sentirse orgulloso porque tenía al omega más hermoso.

"Tómame soy tuyo." - Joaquín gimió en voz alta, llamando su atención.

"Te voy a preparar ¿De acuerdo?" - Preguntó Emilio y Joaquín asintió ansioso, extrañamente podía sentirlo

Llevó su mano a la entrada del Omega. Mientras metía uno de sus dedos, volvió a besar su labios y le susurraba lo hermoso que era. Minutos después con 3 dedos en su interior y Joaquín gimiendo su nombre decidió que ya estaba más que preparado, demasiado lubricante salía del Omega.

Sacando sus dedos e ignorando la protesta de Joaquín ante la ausencia. Tomó su miembro, abriendo un poco las piernas del Omega, se acomodó entre ellas.

"Alfa..." - Murmuró Joaquín, con voz​ algo ronca.

Asintiendo introduce sólo la punta en el interior de Joaquín. Observa el rostro de éste y Joaquín abre la boca formando una 'o' ignorando su impulso de meter su pene en una sola estocada, lo hace lentamente.

"Muevete por favor." - Mencionó Joaquín gimiendo, cerrando sus ojos.

"Pequeño abre tus ojos, quiero verlos cuándo lo haga." - Emilio habló, quería grabarse cada expresión. Cuándo   obedece, empieza a ser lo pedido Joaquín

Las primeras estocadas son lentas, algo que es desesperante por parte del alfa, pero no quiere lastimar a su pequeño aunque el Omega esté en su celo, porque sabe que su cuerpo está delicado. Cuándo éste pide que vaya más rápido hace lo pedido.

La habitación olía a ellos, los jadeos se escuchaban fuertes, el roce de su piel se oían, pero no tanto cómo los gemidos que el Omega soltaba, todo el cuerpo del Omega era sensible a cualquier roce, lo hacía temblar y anhelar más.

Gruñó suavemente mientras su nudo crecía en el interior del Omega, éste se sostuvo de su espalda acercándolo más a él. Se sostuvo con sus mano para no caer encima del Omega.

"Alfa, duele."

El alfa se preocupa y empieza a susurrarle palabras para elevarlo y no sienta tanto dolor.

Puede sentir cómo llena a Joaquín con su semilla, Joaquín ladeaba su cabeza, en un intento de mostrar su cuello, y Emilio negó porque Joaquín estaba bajo el celo, sabía que el Omega no quería la marca aún. Aunque eso hirió un poco a su lobo se mantuvo firme, porque él esperaría a Joaquín, él lo haría.

"Alfa..." - El Omega gimió tan bajito. Ambos estaban tan cansados, sudados.

La habitación estaba hecha un desastre. 2 días tan sólo   llevaba ayudándolo con su celo. - "Muérdeme, por favor." - El Omega rogó y Emilio volvió a negar apretando sus labios hasta formar una línea, porque sus colmillos hormigueaban por atravesar la dulce piel del Omega. Se acercó a su cuello y tan sólo besó la zona, y aunque eso lo torturaba se contuvo de morderlo.

En cuánto su nudo bajo salió del Omega con lentitud y se acostó a su costado. - "Precioso Omega." - Besó su frente. - "Tan bueno." - Recibió cómo respuesta un ronroneo. Lo vió cerrar los ojos, dejó que descansara.

Escuchó unos golpes en la puerta fuertemente. Gruñó con advertencia a quién sea que estuviera tocando.

"¡Emilio, abre!" - La voz de su madre se hizo presente con otros golpes en la puerta. Gruñó con fastidio, los ignoró y abrazó al Omega entre sus brazos.

No le sorprendió que entraran sin avisar y aunque ésta vez no había sacado a nadie, sabía de antemano que sus padres entrarían de cualquier forma. De hecho podía asegurar que tenían la copia de sus llaves.

"Detente ¿Qué no hueles?" - La voz de su padre se escuchó. En su pecho brotaban las ganas de gruñirles a sus padres para que se salieran y dejaran de oler a su Omega.

Sabía que tendría que hablar con ellos sobre Joaquín, pero no pensó que tan pronto.  Sino fueran tan insistentes en su vida

"¿Que...? Oh." - Llevó su mirada hacía la puerta y vió por debajo de la puerta cómo sus padres se alejaban.
Tan sólo suspiró al saber lo que lo esperaba al ver a su madre. Su intención era levantarse, pero el Omega se removió entre sus brazos y lo escuchó soltar un quejido suave y bajo.

Todo su atención la volvió a tener su Omega cuándo la habitación se llenó de feromonas del Omega en un intento de atraerlo, algo que sí estaba funcionando.









Todo su atención la volvió a tener su Omega cuándo la habitación se llenó de feromonas del Omega en un intento de atraerlo, algo que sí estaba funcionando

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Nos vemos AlbertXioW.

His Eyes // Adaptación Emiliaco OmegaverseOnde histórias criam vida. Descubra agora