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Joaquín.

La primera vez que conoció a Eduardo fué en el parque, no le había tomado importancia al verlo, cuándo lo vió por segunda vez lo vió de cerca, también se había percatado de que olía a Emilio, no le había tomado importancia porque tan sólo había pasado por su lado. Cuándo lo vió por tercera vez fué en la casa de Abad, en esos días había estado ignorando a Emilip por alterar más a su Omega. Fué en ese momento en que decidió hablarle, éste se puso demasiado nervioso con su cercanía, no hablaron cómo el Omega quería porque Mauricio había entrado.

Tiempo después se enteró que era amigo de Emilio, lo había conocido más gracias a que el alfa solía hablarle a veces de él. Cuándo se acercó más a él, fué cuándo salió de la casa de Emilio para ir a la de Mauricio. Él lo había encontrado demasiado sensible en el parque, había llorado en su hombro y Eduardo nunca dijo nada, no le dijo a Emilio todo lo que le contó esa noche. Se había ganado su amistad, habían intercambiado números, algo que Emilio no sabía porque últimamente estaba en el trabajo.

Cuándo Eduardo cerró la puerta de la oficina de Emilio, le mostró una caja blanca al darse la vuelta. Joaquín tan sólo lo veía indeciso y nervioso.

"Descarto ésta posibilidad." - Su voz sale un poco baja, miró su rostro, Eduardo mostraba serenidad, cómo si comprendiera el asunto.

"No descartes nada, para lo que me has dicho son síntomas de un embarazo." - Eduardo habló al sentarse en uno de lo sillones. Joaquín se sentó en la silla del escritorio.

Se mordió el labio, miraba la madera de la puerta, le había contado por mensajes a Eduardo, pero él podía negar que se trataba de un embarazo. - "Eduardo, somos precavidos para todo, incluso en su celo."

"¿Y porqué no quieres ir al doctor? Tienes a Emilio muy preocupado por tí." - Lo observó, el olor de Eduardo era tan diferente al de Emilio, pero lo tranquilizaba.

"Simplemente, no es algo cómo para ir, puede que me haya caído mal algo que comí."

"Incluso así, debieras ir al doctor, Joaquín... Sigo pensando ésto, a veces los preservativos no funcionan. Tú me pediste ésto, ahora entra ahí y hazte ésta prueba."

"¿No es muy temprano para saber?" -  Joaquín se levantó y caminó despacio hacía a Eduardo, quién le seguía mostrando la caja.

"Supongo que no, ha pasado cómo 1 mes desde que estás aquí."

"Ugh, Eduardo." - Gimió frustrado, pasando sus manos por su rostro. Sus feromonas se expandieron de una manera extraña, pero aún así Eduardo no dijo nada

Soltó un suspiro, la idea no le parecía encantadora, era muy joven para ser padre.

"Tienes mi apoyo, no dudo que tengas el de Emilio."

"Apenas estamos en el cortejo y eso."

"Joaquín, ustedes ya son pareja prácticamente. Tienen una increíble conexión."

"Eduardo... Ésto es mucho..."

"Vé y hazte la prueba, no pierdes nada por hacerlo." - Eduardo se levantó y le puso la caja entre sus manos.

"Tengo miedo." - Confesó.

"Estoy aquí contigo. Vé, ahí trae instrucciones de cómo hacerlo" - Eduardo lo alentó y fué empujado hacía el baño.

Cuándo entró cerró la puerta, estaba nervioso, sus manos le comenzaban a sudar. Dejó la caja en el lavamanos y se miró en el espejo, lucía pálido, necesitaba a Emilio. Lo quería aquí ahora.

Al otro lado de la puerta se escucharon ruidos, tembló ligeramente cuándo oyó a Emilio gruñir, gimió bajo.

"¿Joaquín?" - La voz de Emilio estaba algo ronca. Se vió en el espejo, estaba sudando, jadeó cuándo sintió mojar su pantalón. Y es ahí cuándo se dió cuenta de todo. Era su celo, estaba comenzando. No era signos de un embarazo, era por su celo cercano.

Se sintió más aliviado y se apoyó contra el lavamanos, sus piernas temblaron al oír a Emilio rugir, que hasta él lo sintió vibrar en su pecho, se sentía algo mareado.

"¡Fuera Barquín!" - Volvió a escuchar a Emilio gruñir. Gimió, elevó su cabeza y se vió en el espejo, todo sonrojado, sus ojos brillosos. Suspiró hondo y se sostuvo de la pared, sus piernas parecían gelatinas. Apenas abrió la puerta, Emilio lo abrazó, sintió a su Omega gemir, llevó su nariz al pecho del alfa para olerlo y empuñó la camisa que el alfa llevaba.

"Alfa."

Sentía a su lobo gruñir de una manera posesiva porque aún en la oficina olía a Eduardo, alzó al Omega, quién estaba dócil, sumiso, éste jadeó y aunque su instinto le decía que tomara al Omega en el escritorio, que era una idea caliente, no lo iba a hacer.

"Alfa... Tómame."

"Lo haré, sólo te llevaré a la habitación."

El Omega asintió al abrazarlo más fuerte, casi queriendo fundirse en él.

"Hueles bonito, alfa, quiero oler más a tí..." - Vió los ojos se Joaquín. - "Mi Emilio, mío. Alfa mío."













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Seguimos..........












Nos vemos AlbertXioW.

His Eyes // Adaptación Emiliaco OmegaverseWhere stories live. Discover now