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Ella siempre pensó que su amante era el hombre más seguro de sí mismo que jamás había conocido. Seguramente nunca conoció a nadie más abierto, más extrovertido o incluso coqueto que Luis Serra, y nunca pensó que su encanto funcionaría en ella tan fácilmente. Pero así fue, y ahora mientras hacía todo lo posible por encontrar a Ashley Graham, la razón por la que estaba en España y la razón por la que ocurrió ese encuentro accidental con Luis, estaba demasiado distraída como para pensar sólo en Estados Unidos o en sus obligaciones y deberes. A menudo se encontraba pensando en lo que estaba pasando con su amante cuando no estaban explorando los terrenos juntos, en dónde está, cómo es y en lo que les sucederá después de que dejen atrás este lugar maldito.
A veces era una distracción, pero era muy guapo y dulce. Uno con el que no podía enfadarse.
Y ahora mientras estaba sentada encima de un barril, tratando de disfrutar de la música que sonaba de fondo, mientras esperaba pacientemente a que Leon terminara en el campo de tiro, volvía a pensar en Luis Serra, que estaba justo al lado de ella con su mano sobre la de ella, pero parecía menos animado que de costumbre.
"¿Estás bien?" preguntó en voz baja mientras cambiaba la posición de sus manos y ponía las suyas encima de las de él.
"Por supuesto que estoy bien, cariño . Estás aquí conmigo".
"¿Seguro?" Ella inclinó la cabeza, haciéndole saber que hablaba en serio.
"Lo estoy." él tomó su mano entre las suyas y le dio un beso.
