Capitulo 11

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— Mira Sasuke, te traje esto, anoche dijiste que quería comerlo — alzó la bolsa, con la esperanza de verlo sonreír, había insistido en que tenía antojos pero se mantenía al margen, solamente asintió con la cabeza.

— Lo dejaré aquí, para cuándo tengas hambre.

— Gracias Naruto — murmuró mientras seguía tejiendo.

— ¿Ahora que haces?

— Una diadema ¿Por qué?

— No sabía que tejías.

— Acabo de aprender — respondió — No es la gran cosa.

No sabía que decirle, parecía una respuesta que daba fin a lo que le dijo, en silencio subió para tomar un baño, el vientre de Sasuke estaba cada vez más grande, y la verdad es que no había tocado de nuevo el tema con él.

Con eso de que tenía las hormonas alborotadas y lloró porque se acabaron los tomates, Sasuke era como una bomba de tiempo, algunas veces le causaba gracia el cambio de humor en el Uchiha aunque no siempre.

— ¿Te gusta el color celeste? — preguntó tocando su barriga — Es el único color que encontré, si quieres puedo buscar como se hace una flor o lo que sea que te vaya a gustar.

— Créeme que a veces me gustaría que nada de esto hubiera pasado, pero si no fuera así, no te tendría a ti... Tengo que pensar bien tu nombre — dejó las cosas de lado, dando por terminado lo que hoy y fue hacia la mesa, miró dentro de la bolsa que Naruto llevó, olía bien, debía admitirlo.

— ¡Así te quería atrapar! — el rubio lo señaló desde el otro lado de la puerta.

— Ve a ponerte ropa.

— Yo no sabía que te gustaba esa comida, lo comí varias veces con Hinata es bastante bueno... — cerró la boca antes de seguir.

— Claro — se fue a la cocina empezando a sacar cosas para cocinar.

— ¿Qué vas a hacer?

— La cena.

— Pero ya la traje — señaló la bolsa.

— Ya no tengo ganas de eso, puedes comerlo y pensar en tu noviecita — murmuró molesto empezando a cocinar algo.

— Sasuke no lo quise decir.

— Solo déjalo así haré algo de comer para mí, come eso tranquilo.

Esperó a que el doncel se diera la vuelta para golpear su frente contra la pared, solo era una metida de pata tras otra.

— Sasuke, no te enojes por esto.

— No estoy enojado pero no quiero que menciones a esa mujer en la casa ni nada que tenga que ver con ella.

— Si, lo siento — se recargó en la barra de la cocina para mirarlo — Siento que estoy perdiendote cada vez que me miras así lo puedo sentir.

— Si no es una cosa es otra — pensó mientras veía el cuchillo, lo soltó antes de hacer cualquier cosa — A veces te amo y otras veces te odio.

— La verdad no sé como entender tu silencio, a veces me da algo de miedo. 

— Bueno, yo sólo sé que eres un idiota. 

Por la mañana no hizo nada de ruido, se levantó con cuidado de la cama, Sasuke últimamente tenía el sueño muy ligero.

— Si le contara esto a mi yo de hace diez años me odiaría a mi mismo — dijo mirándose en el espejo — Aún tengo una espinita sobre Sasuke, sé que lo vi mucho antes, pero no sé cuándo — lavó su rostro, regreso al cuarto para buscar un cambio de ropa, dejó todo en la cama y se agachó, colocándose de cuclillas para estar de frente a Sasuke.

Vuelve el amor Where stories live. Discover now