Capitulo III

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Rai estaba triste. Y enfadad. Muy enfadada.

¿Por qué Alondra no habia venido? ¿Sé habría hartado de todo? ¿Habria decidido dejarla?

Caminando de un lado a otro por su habitación, vestida tan solo con una bata blanca que se habia puesto luego de dejar la ducha unos minutos antes, Rai maquinaba sin cesar.

¿Donde estaba? ¿Por qué no le había avisado que no iria a verla?

La peliroja había recuperado su celular hace un par de días, y pasaban horas escribiendo con Alondra.

Revisó su bandeja nuevamente. Nada.

¿Qué haces despierta todavia?— Rai se giró rapidamente cuando oyo la voz de su madre en la puerta, que le fruncia el ceño, con la habitual expresion de reproche que ahora permanecio en su rostro el ochenta por ciento del tiempo.

—No tengo sueño.— Atino a decir la peliroja, tragando saliva cuando la lirada de su madre se dirigió imperceptiblemente hacia el escote de su bata.

Con más reflejos de los que realmente tenia, Rai cerro la prenda todavia mas sobre su pecho, pero supo por la mirada espantada de su madre, que era demasiado tarde.

Rai se alejo de ella, pero las frias manos de su madre fueron más rapidas, y corrio uno de los bordes de la bata, dejando a la vista el negro tatuaje que marco la piel de Rai.

Su madre estuvo a punto de desmayarse.

—¿Qué sucede?

—¡Tiene un tatuaje! ¡Mi hija tiene un tatuaje!— Exclamó su madre, Rai abrio los ojos espantada al ver la reaccion de su padre, que su rostro se convirito en una mueca de Ira, completamente roja.

—¡No toleraré más nada de eso! ¡No soportare tener una hija descarrilada!

—¡Es solo un maldito tatuaje!— Rai deseo no haber dicho aquellas palabras cuando el dolor que la cachetada de su padre le propino, la hizo caer al suelo.

—¡Nadie maldice en mi casa!. Y nadie manchado como tú vivira en ella.

Sin más su padre salio de la habitación seguido del sollozo de su esposa.

Rai apoyo la espalda contra su cama, inspirando hondo e intentando ignorar el dolor de su mejilla.

La habian echado de su casa.

Algo que nunca imagino que sucediera, y extrañamente estaba pasando.

Lo más raro de todo, es que no se sintio desamparada, ni nada por el estilo.

Solo estaba todavia molesta con Alondra por no estar allí.

Finalmente, se puso de pie de un salto, sabiendo con certeza qué debia hacer.

30 minutos más tarde, Rai, cargando con una enorme mochila en su espalda, toco la puerta del departamento donde vivia Alondra.

Nunca habia estado allí, pero Alondra le habia dado su dirección por si surgia algún problema.

Y vaya que surgieron....

Luego de unos minutos, en los que Rai paso el peso de su cuerpo de un pie al otro, se abrio la puerta.

De otro laso se encontro aquella chica rubia de la ultima vez, la tal Martina.

—Hola.— Rai sonrio, sin hacerse problemas por la presencia de la chica en el departamento de su novia, pues sabia que la rubia tambien vivia con Martina y Sofia.

—¿Qué haces tú aqui?

—Busco a Alondra.— Respondió la peliroja, cohibida ante la mirada asesina de Martina.

—¿Para qué? ¿Para encharke en cara lo perfecto que es el otro gay de tu nuevo novio? Vete a la mierda.— Martina intento cerrarle la puerta en la cara, pero Rai apoyo ambas manos contra la madera, mirandola con los ojos abiertos.

—¡¿Mi que!?— Exclamó sin entender nada.

—¡Lo que oiste!— Alondra esta hecha mierda, y es por tu culpa, asi más te vale que te largues de aqui si no quieres que te srranque todos los pelos de la cabeza.— Martina estaba obviamente enojada, pero Rai no pensaba dar el brazo a torcer.

—No entiendo de qué estás hablando, de verdad yo...

—Kevin, del imbecil de Kevin, de eso estoy hablando.— El entendimiento se reflejo en el rostro de la peliroja, y Martina le sonrió sarcásticamente.—¿Ahora si te acordaste?, eso es tan irónico. Todos piensan que eres una santa pero en realidad juegas a dos puntas.

—Eso no es cierto.

—¿No lo es? Entonces explicame por que Alondra llego a casa hoy queriendo romper todo y jurando que asesinaria a ese bastardo. Ha estado sentanda en el mismo lugar por dos horas, luego de destruir la mitad de su habitación. Esta hecha mierda, y es por tu maldita culpa, asi que. ¡Fuera de aquí!

The Tattoo || Adaptación || RailoWhere stories live. Discover now