Capitulo V

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—Ven, la cena está lista cosi— Rai rodó los ojos, ignorando el apodo que Alondra le había colocado.

—Así que mi mujer de las cavernas sabe cocinar, ¿eh?— Respondió la pelirroja divertida, mientras se sentaba frente a Alondra sobre un taburete de la cocina.

La morena soltó una carcajada.

—Solo hamburguesas, cariño. Susurro depositando un plato con dos hamburguesas y puré de papa frente a Rai.

La pelirroja le sonrió con dulzura a su novia antes de proceder a ingerir prácticamente todo lo que había en el plato.

—Fiesta en casa de Gaby, sus papás están de viaje. No puedes decir que no Lopez.— Luego de la cena cuando ambas se encontraron fregando los platos en la cocina. Sofia hizo su gloriosa entrada fumando un cigarrillo y tomando ya las llaves de su moto.

Alondra le echó una mirada a Rai y luego a su amiga.

—No lo creo, Sofia Rai, está cansada y

—Vamos.

—¿Qué?

La morena se giró hacia Rai, que se encogió de hombros mientras repetía.

—Vamos.

—¿De verdad quieres ir nena?

—Por supuesto que sí, esto es lo que tú sueles hacer, quiero ir.— Susurro con una sonrisita, y a Alondra inspiro hondo, deseando que Rai no salirera corriendo al echarle un vistazo más cerca a la vida que ella llevaba.

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—Deberías haberme avisado mascullo Rai, mientras caminaba enganchada bajo el brazo de su novia dentro de la casa de Gaby.

—¿De qué?

—De que todo el mundo viste de negro aquí.— Respondió de vuelta, bajándo la mirada hacia su vestimenta.

Era una noche cálida, por lo que a Rai no le pareció apropiado vestir un vestido de verano blanco y adorable. Claro que luego de llegar a la gigantesca mansión de la dueña de casa. Su opinión cambió radicalmente.

—Luces como un ángel.

Rai levantó la cabeza, echándole a Alondra una mirada reprobatoria.

—Esa no era la idea.— Alondra soltó una carcajada, encontrando graciosa la forma en que la Rai se preocupaba por encajar en un grupo de gente que siempre era rechazada

—Estas preciosa Rai, siempre lo estás.— Alondra la estrecho más contra su costado y Rai estuvo apunto de responder, pero se vio interrumpida por una torbellina peli negra que se paró enfrente de ellos, sonriendo de oreja a oreja.

—¡Alondra! Pensé que no vendrias.— Recién en ese momento. La muchacha parecio reparar en Rai y abrió los ojos sorprendida.—Así que era verdad.— Alondra le miró con una ceja arqueada y Rai espero a que ella continuará.—Sales con Rainelis Rosario. No es por nada Rai, pero nunca, nunca me hubiera imaginado verte por aquí.

Rai , decidiendo que esa muchacha de cabello en punta y una enorme sonrisa le caía bien.

—Yo tampoco.— Respondió, y Alondra soltó una risa entre dientes mientras la miraba con ternura.

—Oh, por cierto, soy Gabriela, un placer.

Rai estiró una mano para estrechar la de Gaby, pero la peli negra se apresuró rodearla con los brazos durante unos segundos.

—¡Va a ser genial ser tu amiga! disfruta de la fiesta.— Igual de rápido que había venido, Gabriela desapareció, y Rai se giró para mirar a Alondra, que se encogió de hombros.

The Tattoo || Adaptación || RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora