Siempre serás tú.

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Nicole:
Gabriel me siguió besando y, aunque escuchaba sus preguntas no quise contestarselas porque sabía que en el fondo él no quería.
Mis respuestas a estas alturas del cuento no le iban a gustar y tampoco quería hacerle daño por mucha rabia que ahora mismo le tenga, no valía la pena.
Cuando Gabriel separó su boca de la mía se me quedó mirando como intentando buscar un alivio en mis ojos, pero no lo encontró.
-Gabriel, déjalo ya.
Vive tu vida, y si la solución para olvidarte de mí es estando con ella hazlo, pero a mí déjame en paz.
Gabriel negó con la cabeza y con su mano me alzó de la barbilla para que lo mirara en la cara; y vi sufrimiento, dolor, rabia, coraje, resentimiento.
-¿Eso es lo que quieres?
Yo oí su pregunta como si estuviera a lo lejos y solo escuchara el eco de su voz, ¿era eso lo que quería?
-Vive tu vida, Gabriel.
Gabriel volvió a insistir:
-No me has contestado a la pregunta. ¿Eso es lo que realmente quieres?
Yo tragué saliva, si, no, no lo sé.
¡Joder!
-Si, eso es lo que quiero.
Gabriel se apartó de mi y se puso su chaqueta de cuero y antes de salir de la clase, me dijo:
-Haré lo que me pides, viviré mi vida.
Pero, si luego ves algo que no te gusta no quiero oír una sola queja ¿estamos?
-Estamos.
Gabriel:
Cuando salí a la calle me encendí un cigarro, necesitaba despejar la mente.
¿Como era posible? Joder, yo pensé que ella me quería pero se ve que no.
¿Y ahora que hago? ¿Pegarme de cabezazos contra una farola mientras me cago en mi padre, hasta reventarme?
¡No, Gabriel, no!
Justo en ese momento recibí una llamada de mi agencia, ¿y ahora estos que querían?
-¿Si?
La voz de pito de la secretaria me dijo:
-Gabi, Omar quiere verte.
¿Crees que puedes pasarte por la agencia?
-Si, ahí estaré en diez minutos.
Cogí un taxi y llamé a Mariana, necesitaba hablar con ella.
-Hola, bebé.
-Hola, guapa. ¿Donde estás?
-En tu agencia, Omar me llamó y me dijo que viniera.
Aquello me sorprendió, ¿por qué Omar querría ver a Mariana?
-¿Y te ha dicho para qué?
-Umm, no, no me ha dicho nada. Simplemente que te está esperando para contarnos, supongo que será algo de trabajo como la otra vez.
-Si, supongo...
Cuando llegué a la agencia pagué el taxi y entré en aquél edificio de ladrillo gris, estaba nervioso y ni siquiera sabía el por qué.
-Gabriel, me alegro de que ya estés aquí.
Yo miré a Natalia, la secretaria, y ella me sonrió educadamente.
-Ven, te están esperando.
Yo la acompañé hasta el ascensor y esperamos a que parara en el segundo piso, pero yo notaba que las manos me sudaban y seguía sin entender mis nervios.
Cuando entramos en el despacho Mariana estaba sentada frente a Omar, que dijo:
-Pues ya estamos todos.
Yo miré a Mariana que me miraba sonriendo y me senté junto a ella, y vi que Omar nos miraba con una gran sonrisa.
-Supongo que os preguntaréis para que os he hecho venir, y no es porque me gusta meterme en la vida privada de mis clientes, en este caso tú, Gabriel.
Pero me gustaría saber qué es lo que tenéis vosotros dos, parece que sois algo ¿no?
Yo asentí, pero me molestó aquello.
¿Y a este imbécil que le importaba?
-Algo, si. ¿Por?
Y Omar contestó a la pregunta de Mariana:
-Porque quiero que confirméis lo vuestro, que lo digáis.
¿Que cojones? Me iba a negar en rotundo pero la voz de Nicole empezó a gritar en mi cabeza:
"Vive tu vida"
Eso quería ella que viviera mi vida, pues así sería.
-Claro, acepto.
La cara de Mariana se iluminó tanto que sus ojos echaban chispas, a veces me desconcertaba la seguridad que demostraba, tanto que parecía saber cómo conseguirlo todo en la vida.
-Pero no entiendo que ganáis vosotros, porque lo que soy yo pierdo más que gano.
La sonrisa de Omar se ensanchó, y me soltó:
-Nos interesa el chismerio, cuanto más chisme haya mejor.
Incluso os podemos promocionar en duo, para futuros proyectos porque siendo pareja atraéis más eso.
Aquello me estaba dejando confundido, no entendía nada.
-Sigo sin entenderlo, perdón.
Omar entrelazó sus dedos y me miró seriamente.
-Gabriel, dais de que hablar y encima Mariana puede subir los seguidores aunque tú los bajes porque lo tuyo es algo momentáneo, en cuanto salga Culpa Tuya volverás a subir.
Mariana simplemente escuchaba atenta y feliz, muy feliz y yo sentía que me estaba lanzando hacia un precipicio.
-Gabriel, tal vez de esta manera la gente deje de shipparte con Nicole y sumas más que restas.
Haz lo tuyo con Mariana público, y a seguir con la vida.
"Haz tu vida" "Tienes que dejar de quererme, tal vez si uno de los dos deja de quererse todo sea más fácil"
-Vale, lo haré.
-Genial, esa es la actitud.
Por cierto, este fin de semana tenéis que ir al festival de Málaga.
Así que disfrutad.
El viernes invité a mis padres a comer en un restaurante, y de paso presentarles a Mariana.
Yo sabía que a mi madre no le caía bien, pero la soportó por mí.
-Gabriel, mi niño, ten cuidado porque esta chica no es trigo limpio.
-Mamá.
-No, no, tranquilo. Eres mi hijo y te apoyo, pero ten cuidado ¿vale?
-Vale.
Nicole:
Había rechazado ir al festival de Málaga, no quería ir aunque mi representante Rebekah estuviera como una loca detrás de mi para intentar convencerme.
-No, Rebekah. No pienso ir.
-Nicole, haciendo esto lo único que consigues es que la gente piense que no vas allí porque irá Gabriel Guevara.
Yo me eché a reír, Rebekah no sé enteraba de nada.
-A estas alturas ¿tú te crees que me importa lo que piense la gente? No, Rebekah. No me importa.
Rebekah asintió, cogió su bolso y salió de mi casa echando humo por las orejas, ¡que le dieran a esa vieja!
Me tumbé en el sofá y me puse sociliaté, justo en ese momento apareció una chica a la que yo conocía muy bien decir:
-Hemos visto a Gabriel Guevara con Mariana González muy juntitos, no sé si estarán juntos pero ahí estaban...
Y yo apagué la tele no quería saber nada más, y además sentía que algo iba a pasar y que me dolería verlo.
Y así fue, el domingo por la tarde recibí la notificación de Marina que me envió los post de Gabriel con Mariana, ni siquiera tenían química, pero aún así me dolió.
Las lágrimas amenazaban con salir, pero fui fuerte y me pedí una pizza barbacoa para mí sola.
Cuando llegó la pizza me puse las nuevas canciones de Ariana Grande y me identificaba con cada canción que ella cantaba, y se me ocurrió cantar ya que eso me liberaba y me ayudaba a desahogarme.
Al día siguiente subí varios post con la canción de Ariana Grande "The boy is mine" ese chico es mio.
Te voy a dar fuerte, Gabriel, y cuando eso pase no quiero que llores.
Gabriel:
Desde que anuncié que estaba con Mariana la gente no paraba de insultarme, de vejarme y de acusarme de cosas que no venían a cuento.
Y joder, entiendo que yo sea famoso pero ya que se metan en mi vida de esta manera rozaba la locura y me molestaba más que nunca.
Justo en ese momento llamaron a la puerta, y cuando abrí vi que era mi amigo Ismael.
-Hombre, Bro, pasa.
Cuando Ismael entró se encendió un cigarro y me miró lleno de dudas, ¿y ahora, que le pasaba a este?
-Gabriel, ¿sabes bien lo que has hecho?
Yo lo miré frunciendo el ceño, y le dije:
-No entiendo de que hablas.
-Lo tuyo con Mariana, ¿estás seguro de lo que has hecho?
-Si, ¿por qué?
-Porque me parece que las cosas forzadas nunca salen bien, creo que te has tirado al precipicio demasiado rápido, ¿no te parece?
-No te estoy entendiendo nada, Ismael.
Ismael salió a mí balcón y siguió fumando mirando al suelo y negando con la cabeza, y me dijo:
-Gabi, eres como un hermano para mí y creo que esta chica te va a llevar a la ruina, ten cuidado.
Yo empecé a resoplar, así que salí al balcón e hice que me mirara a la cara.
-¿Y que coño quieres, Ismael,? ¿Verme siempre como un alma en pena yendo detrás de una chica que no me da ni la hora?
¿Eso quieres?
Ismael apagó el cigarro tirándolo en la calle y después me cogió de la cara, y sus ojos reflejaban la preocupación que tenía.
-No, Gabriel, no.
Lo que quiero es que dejes de engañarte, que dejes de utilizar a las mujeres para olvidarte de otra, y que no dejes que te utilicen a ti para un fin.
Eso quiero.
Y sin dejar que le conteste se fue, pero yo seguía con lo mismo sin importarme las consecuencias de mis actos.
El miércoles por la tarde un fotógrafo subió unas fotos mias y de Nicole en las que aparecíamos como un matrimonio a punto de divorciarse, incluso la gente de Twitter se estaban burlando de mi.
¡Genial! ¿Queréis seguir riendoos? Pues adelante, no sabéis lo que tengo aquí preparado.
Un rato después prime subió en su cuenta de Instagram varias fotos más, y en esas aparecíamos Nicole y yo riéndonos por algo que nos estaban diciendo y la gente empezó de nuevo a ilusionarse.
Así que no me lo pensé más y subí un vídeo de cuando Mariana conoció a Keta, la pobre gata la odió desde un principio y no sabía cómo soltarse de sus manos.
Lo siento, pero ahora las cosas serían así.
El viernes estábamos en unos premios y yo estaba nominado a uno, así que allí que me fui con mi chica y fue ella quién me lo entregó.
Y si, confieso que hasta yo me sentí ridículo con él agradecimiento pero ya no había vuelta atrás.
Cuando el sábado llegué a Madrid dejé a Mariana en su casa y yo me fui para la mía, y para mí sorpresa ahí estaban Ismael y House jugando a la play.
-¿Vosotros dos no tenéis casa?
Ismal y House dejaron el mando de la play en la mesita de enfrente de la televisión, y fue House quien habló.
-Pues si que tenemos casa, pero es que hemos decidido venirnos a vivir un tiempo contigo.
-¿Ah, si? ¿Por qué?
Ismael soltó el mando y cogió su cerveza, y mirándome me soltó:
-Queremos ver las intenciones de tu nueva chica.
Yo empecé a resoplar, pero mi móvil empezó a vibrar así que lo saqué de mi bolsillo y vi una publicación de Nicole con tres chicos.
¿Que cojones? Sentí como una rabia me subió por el cuerpo y que las aletas de mi nariz iban ensanchándose, por lo que tuve que sentarme en el sillón y meterme el móvil de nuevo en el bolsillo.
Ismael me miró frunciendo el ceño, y me preguntó:
-¿Todo bien, Bro?
-Si. ¿Por?
-Porque tienes la cara desencajada.
-Para nada.
Pero House cogió su móvil y lo vio, y como era de esperarse empezó a reírse.
-Mira, Ismael, por eso está así.
Confiésalo que estamos entre amigos, no pasa nada.
Ismael y House empezaron a reírse, y yo no pude evitar levantarme del sillón y empezar a decir.
-La han besado en la cara, ¿por qué cojones la tienen que besar en la cara?
Y House me contestó tan tranquilo:
-¿Y que preferías, que la besaran en la boca?
Yo miré a House achicando los ojos y con ganas de matarlo, y el muy cabrón estaba de lo más divertido riéndose de mí.
-A esto me refiero, Bro, que queriendo a otra no te va a salir bien.
-Dejadlo ya.
Esa noche me fui con ellos hacia una discoteca, pues allí también había quedado con Mariana y unas amigas de ella.
Pero no me esperé encontrarme con Nicole y con Marina, que nos miraron a House y a mí con ganas de matarnos.
Justo en ese momento apareció Mariana y me dió un tremendo beso que me dejó temblando, y House y Ismael miraron aquello con ganas de vomitar y se fueron hacia la barra.
Nicole agarró la mano de un chico y se metió con él en la pista de baile, así que yo cogí la mano de Mariana y nos metimos dentro del círculo de baile casi justo al lado de Nicole y su acompañante.
Mariana me miraba embelesada y yo no podía ponerle mucha atención, ¿como? si mi mente estaba completamente cegada en Nicole.
Nicole me miró fijamente y puso la mano de aquél chico en su culo, así que yo hice lo mismo con Mariana puse mi mano en su culo.
Y sin previo aviso Mariana me besó provocando que Nicole hiciera lo mismo besando a aquél chico, y la rabia se apoderó de mí.
¡Joder! ¿Y ahora que hago? ¿La aparto de ese chico y le parto la cara?
Pero no hice nada de eso, cuando Nicole se apartó de él yo me aparté de Mariana para después perseguirla por toda la discoteca.
Cuando conseguí cogerla de la mano la metí dentro de un baño de mujeres, que gracias a Dios estaba vacío.
Y sin pensármelo dos veces la pegué contra la pared, y mirándola fijamente le pregunté:
-¿De que cojones vas?
Nicole se echó a reír y me fulminó con sus preciosos ojos azules, y me contraatacó:
-No, ¿de que cojones vas tú?
Te echas una novia pero aún así estás pendiente de lo que hago y de lo que no hago, ¿no te parece que estás siendo un poquito ridículo?
Una sonrisa se asomó por mí boca, y provocándola la contesté.
-Me dijiste que hiciera mi vida, así que eso hago, mi vida.
-Y me parece bien, pero deja de inmiscuirte en mis cosas porque tú y yo jamás volveremos a ser ni siquiera amigos.
Mi mano empezó meterse por los tirantes de su camiseta haciendo que su respiración estuviera irregular, su boca miraba la mía y yo miraba la suya sin saber cómo cojones actuar.
-¡Suéltame, Gabriel! ¡Ahora!
Mi boca empezó a pasearse por su cuello, pero cuando llegué a su boca ella parecía esperar a que yo la besara.
Pero en lugar de eso le mordí el lóbulo de su oreja, y tensándonos más que nunca le dije:
-Siempre serás tú.
Y salí de aquél baño con una sonrisa en la cara, al menos tenía la satisfacción de que aún la afectaba.

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