Encuentro

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Habían pasado algunos días, Wei Ying finalmente había dejado de dormir y los juniors podían hablar con él, sin embargo, la comida y el agua no eran algo que estuviera dispuesto a recibir, no solo por él, su cuerpo los rechazaba al estar tanto tiempo sin ellas.

Para aligerar un poco sus preocupaciones, y con la intención de ver brillar una vez más a su maestro, todos lo convencieron de dar un pequeño paseo en los alrededores, no tan lejos para que los ancianos no lo vieran.

Todo iba bien, Jingyi y Shizui lo sostenían para que no se cayera, estaba lo suficiente débil para no mantenerse en pie correctamente, pero los médicos habían dicho que sería bueno algo de aire, y él realmente quería pasar tiempo con sus niños.

Mientras bromeaban un poco terminaron chocando contra alguien, -los sentimos-dijeron los tres al unísono antes de ver quién era, cuando lo hicieron, fue una sorpresa para todos.

-Lan...Zhan...- en casi un susurro musitó Wei Ying, hace tanto que no lo veía, estaba anonadado con los ojos color oro del otro.

Pero este no respondió, solo miró a los juniors y dijo, -deberían estar haciendo sus actividades-, dispuesto a continuar su camino pasó entre ellos, pero alguien sujeto su túnica.

-Espera, no te vayas-.

-Suéltame-, sin mirarlo, se movió bruscamente para ser soltado, mandando al piso al de orbes grises debido a su debilidad.

-Por favor, yo, solo quiero hablar-Wei Ying sabía que no debía molestarlo, sabía que solo lo interrumpía, pero, aún quería verlo y escucharlo, aunque sea un poco, quizás encontraría al LanZhan que tanto amaba.

Así que se volvió a aferrar al mayor, en un intento desesperado. -He dicho que me sueltes-, esta vez lo empujó fuertemente, haciendo que se lastime en el proceso.

-Lo siento-, Wei Ying realmente lo sentía, sentía tanto todo, siempre se recordaba que no merecía lo que tenía por sus errores.

Pero LanZhan había sido su único soporte cuando volvió, porque incluso ver a Wen Ning era doloroso, entonces él se había convertido en su luz, quería pedirle perdón, mantenerlo un poco cerca, no se podía resignar rápidamente.

-Yo realmente soportaré todo, dejaré de molestarte, por favor, no te vayas-, su súplica desesperada calaba profundo en los menores, quienes solo podían ver la escena.

Wangji finalmente lo miró, mientras Wei Ying se paraba y acercaba lentamente, el Jade se tensaba, y cuando lo intentó tocar, lo volvió a empujar hasta que quedó en el suelo.

-Wei Ying, algunas reglas fueron rotas en el pasado, es hora de volverlas a poner en su lugar, por favor, aléjate-, su voz sonaba indiferente, pero, al ver al mencionado tirado y lastimado en el piso, su miraba flaqueó un poco, así que se retiró.

Se fue del lugar dejando a un joven con sus esperanzas muertas, con el corazón destrozado, sintiéndose tan solo, que solo pudo quedarse en el lugar donde había caído, abrazándose a sí mismo mientras temblaba ligeramente y mordía sus labios, intentando contener el llanto que resguardaba su pecho, ese que tanto dolía.

¡Basta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora