13 ツ

20 2 0
                                    

—¿Ya te he dicho que tus besos son los mejores, lindo? —dijo Joshua.

Reí. — Creo que lo has dicho unas cuatro veces — respondí, contando con los dedos.

Joshua apretó su agarre en mi cintura y me atrajo hacia él. De repente, escuchamos voces provenientes de la casa, la luz de la sala se encendió y todos los demás entraron. Me separé rápidamente de él y mi corazón comenzó a acelerarse.

—Joshua, no puedes decirle nada a Seungcheol — le ordené.

Joshua se rió y acarició mi mejilla.

—¡No puedes decirle a nadie! — le grité mientras él me empujaba hacia la casa.

—No lo haré — me susurró mientras abría la puerta.

—¿Dónde rayos estaban? — nos preguntó Seungcheol.

Mi corazón latía con intensidad y mis manos sudaban. No podía decirle a mi hermano que había besado a su jodidamente atractivo amigo mientras él estaba con los demás. Pero no era bueno mintiendo, y seguramente Seungcheol nos mataría.

—Afuera — dije, tratando de sonar lo más normal posible.

—Eso ya lo sé, ¿pero qué estaban haciendo afuera? —preguntó con voz tensa.

—Trepamos un árbol — dijo Joshua a mis espaldas.

¿Por qué él podía sonar tan normal al mentir? Yo ni siquiera podía mirar a Seungcheol a los ojos.

—Eres un mentiroso — dijo Seokmin.

Sentí cómo la piel se me helaba y mi corazón latía a toda prisa.

—No había ratas en el baño — volvió a hablar Seokmin, sonando como un niño pequeño.

No pude contener la risa. ¿Seguían asustados por haber encontrado una rata?

—Casi morimos ahí dentro — agregó Mingyu.

—Parecía ser una rata — dijo Joshua, rascándose la nuca.

—Él no fue el único en verla — apoyó Jihoon, defendiendo a Joshua.

Rodé los ojos y me dirigí a la cocina. Un buen tazón de cereal no me vendría nada mal.

Sentía el roce de los labios de Joshua en los míos, como un fuego caliente sobre mí. Pasé los dedos por mis labios, recordando su sabor…

—¿Estás bien? — me preguntó Cheol, frente a mí, con los brazos sobre el pecho.

—¿Por qué no lo estaría? — respondí.

—Tienes los ojos rojos y los labios hinchados — observó, tocándome la punta de estos.

¡Joder! Ya lo sabe, voy a morir…

—Vi un pequeño nido de pájaros en el jardín, fue tan hermoso — traté de sonar lo más lindo posible, pero parecí dar la impresión de un niño pequeño.

—Hombres — murmuró, dándose la vuelta.

Cuando entraron los demás, mis ojos fueron directamente a los de Joshua, que al igual que yo, no podía dejar de sonreír. A su lado estaba Jihoon, que por alguna razón también sonreía al verme. Estos dos se sentaron frente a mí. Mientras Mingyu nos contaba una historia sobre su jugador favorito de fútbol americano, Joshua y Jihoon seguían sonriendo como niños después de hacer una travesura.

Les lancé una mirada a los dos, preguntándoles qué se traían entre manos. Josh me guiñó un ojo, pero Jihoon… ¡Oh no!

Este movió la boca en forma de besos, muchos besos. Sin darme cuenta, la cuchara se resbaló de mi mano hasta caer en la mesa, lo que hizo que todos se giraran para verme.

My brother's best friend ツ JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora