21 ツ

14 1 0
                                    

Con la cabeza recargada en la ventana del auto, veía cómo la gente caminaba del otro lado de la calle; niños con sus mochilas entrando a sus escuelas, y gente corriendo para llegar al trabajo.

—¿Estás bien, cariño? —preguntó mi papá cuando llegamos al semáforo.

—Sí —dije lentamente, sin quitar la vista de la ventana.

—¿Seguro que no estás enfermo? Te ves muy pálido.

—Me siento bien —dije sin mucho ánimo.

—¿Seguro? Te puedo llevar al doctor. Ni siquiera tocaste tu desayuno.Me giré para ver a mi padre, siempre de traje y corbata, con los ojos fijos en la calle. Yo tenía sus ojos, tal vez un poco más oscuros, pero eran muy similares.

—Estoy un poco cansado. Sabes que lo mío no es despertarme temprano —dije.

Llegamos al instituto y bajé del coche sin antes darle un beso a mi papá.

—Nos vemos al rato —dijo sacando la mano por la ventana.

Acomode un poco el pantalon del uniforme y subí las escaleras. Mi escuela nos obligaba a usar un uniforme negro y azul. Todas las chicas con falda arriba de la rodilla y los niños un saco.Subí hasta el quinto piso, donde tenía mi primera clase.

—¡Jeonghan! —alguien gritó desde el otro lado del pasillo.

Me giré para ver a mi mejor amigo Seungkwan corriendo en mi dirección. Pronto me dio un abrazo que me sacó todo el aire.

—¡Lo siento, sé que soy el peor por arruinar nuestras vacaciones. No tenía en cuenta que la estúpida de la profesora volteara a verme! —dijo lo más rápido que pudo.

—No importa —dije, pero pareció no escucharme.

—Te prometo que te lo compensaré. Vamos de viaje en verano.

—No importa —volví a decir.

—No, mejor vamos el viernes, nos escapamos todo el fin de semana.

—¡Kwan! —dije, tomándolo de los hombros.

—No importa, en serio, todo olvidado —le dije.

Sonó la campana y entramos al salón. Como siempre, me senté junto a la ventana con Seungkwan a mi lado.

—¿Qué hiciste en tus vacaciones? —me preguntó, y no pude ocultar una sonrisa.

—Oh, yo conozco esa sonrisa ¡Cuéntamelo todo! —chilló dando brincos en su asiento.

—Fui a la casa de mis abuelos con mi hermano y sus amigos.

—Eso no suena muy divertido.

—Lo fue —dije riendo.

—¿Y qué pasó? —me preguntó.

—¿Recuerdas a Joshua? —le pregunté. Kwan realmente no los conoce, no suelo... no solía juntarme con los chicos. Solo los ha visto ocasionalmente cuando ellos vienen a mi casa.

—¿El sexy con musculos?

—No, ese es Mingyu.

—¿El de los ojos cafes?

—¡Sí! —sonreí— Bueno, podemos decir que estamos saliendo... —dije un poco nervioso.

—¡QUE! —exclamó.

—Joven Boo, este no es lugar para gritar —dijo la maestra entrando.

—Salvado por la campana —le dije.

—De esta no te salvas, en recreo tienes que contarme todo —dijo dándome un pequeño golpe en el pie.

Me giré hacia la izquierda, donde estaba la ventana. Me encantaba la vista; a lo lejos se podían ver los árboles, y de cerca las calles. Así pasaba la mayor parte del tiempo en la escuela, viendo por la ventana, esperando a que algo interesante pasara.

My brother's best friend ツ JihanWhere stories live. Discover now