My brother's best friend ツ Jihan

16 ツ

Eran las siete de la mañana cuando desperté, demasiado temprano para unas vacaciones. Joshua aún dormía abrazándome por la cintura. Nuestros cuerpos encajaban como piezas de rompecabezas. Me giré para verlo dormir, relajado, con el pelo sobre el rostro. Le di un beso tierno en los labios y me levanté tratando de no hacer ruido.

Dejé un mensaje en un papel sobre mi almohada para cuando Joshua se despertara: “Sal por la ventana”.

Me dirigí al baño para ducharme y arreglarme. Tomé una ducha larga hasta que el agua caliente se agotó. Salí con unos shorts y una camisa gris. La cama estaba revuelta y Joshua ya no estaba en la habitación.

Tomé mi celular y leí un mensaje de Lucas: “Será para la próxima”.

No sonaba como si estuviera enojado, pero me sentí mal por dejarlo plantado.

Salí para cocinar el desayuno para todos, y poco a poco fueron llegando.

Cuando Joshua entró a la habitación, se veía muy cansado. Tal vez era porque no había dormido muy bien, pero parecía diferente.

—¿Cómo te sientes hoy? — me preguntó Seungcheol.

—Ya me siento bien — dije tomando un poco de jugo.

—¿Seguro? — volvió a preguntar.

Mis ojos fueron directamente a Joshua.

—Algo en la noche me ayudó a dormir bien — dije.

Vi cómo sonreía de lado mientras tomaba un poco de jugo, pero luego volvió a estar serio.

Me senté frente a él, pero parecía no querer verme, o tal vez no quería verme.

No podía quitar la vista de su rostro, esperando que levantara los ojos y me viera, pero no lo hizo, ni siquiera me volteó a ver cuando le pedí la sal. Simplemente, la dejó frente a mi plato.

Esperé a que todos terminaran de arreglarse mientras yo leía frente a la piscina con mi traje de baño. Vi cómo llegaba Mingyu a la sala seguido de Joshua. Me hubiera alegrado de que viniera con Jihoon, ya que él sabía lo nuestro, pero realmente tenía que hablar con él, así que no me importó.

Cerré mi libro y me vestí rápidamente, acercándome a donde estaban los chicos.

—¿Joshua, me ayudarías a bajar mis lentes del árbol? —dije mirándolo.

Levantó la vista y señalé el final del jardín.

—Que te ayude Mingyu, es más alto que yo — dijo cruzando los brazos.

Mingyu se levantó dispuesto a ayudarme.

—Quiero que TÚ me ayudes — dije poniendo énfasis en “TÚ”.

Mingyu entendió la indirecta y se sentó.

Ambos nos quedamos viendo a Joshua hasta que este accedió y se levantó.

Caminamos en silencio hasta el final del jardín. Su silencio me estaba matando y me hacía sentir peor.

—¿Qué es lo que quieres? — me dijo fríamente.

Me acerqué a él, pero él retrocedió.

—Quiero saber por qué estás enojado — dije.

—No estoy enojado, estoy cansado — dijo recargándose en el árbol.

—Si fue por lo de Lucas… — intenté abordar el tema delicadamente, buscando comprender su estado de ánimo.

—Lo que me cansa es que cada vez que pienso que te gusto y estás pensando en mí de la forma en que yo pienso en ti, tú huyes sin ninguna explicación y me dejas pensando si realmente quieres estar conmigo — Joshua interrumpió con frustración, revelando sus sentimientos de manera cruda y directa.