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—¿Estás llorando? —, Taehyung miró al chico, este estaba viendo fijamente el papel hasta que un par de gotitas de lágrimas cayeron por el papel.

—Ten cuidado, idiota, no desperdicié mi tiempo para hacer este papel para que vengas tú y lo destruyas con lágrimas de mierda.

—¿Por qué juegas con la vida de alguien así...?

—No estoy jugando, si estuviera jugando no tendrías ese papel frente tuyo.

—No voy a firmar.

—¿Seguro...?, Hoseok, te aviso que en este papel está tu vida entera... —, se acercó a él tocando su hombro. —, y una vez lo firmes... tu vida pasará a estar en mis manos.

—¿Qué tienes contra mí?, yo no te hecho nada... es la vida de mi madre, Taehyung, no puedes jugar con la vida de una persona...

—Te diré algo que alguien como tú jamás va a entender... —, se acercó a él dándolo vuelta para ponerlo frente suyo.

—La gente con dinero, como yo, puede hacer lo que quiera... cuando quiera, con quién quiera y donde quiera... con sólo chasquear mis dedos... puedo hacer que vuelvas a tu pueblito de mierda y no salgas de ahí... con chasquear mis dedos... puedo hacer que no le permitan a tu madre recibir los tratamientos para su cáncer. Yo, Kim Taehyung puede hacerte desaparecer si lo molestas... firma ese maldito contrato. —, Hoseok bajó la vista hacia el papel, leyó cada una de esas palabras, con las manos temblando terminó por firmar.

—También aquí. —, señaló otra hoja detrás de la anterior y así terminó firmando cinco hojas más.

—Perfecto, mira qué fácil es, haré una llamada para que tu madre sea aceptada en los mejores hospitales para su tratamiento. —, Hoseok se sintió miserable, se sintió sucio.

—Eres malo.

—Sí, me gusta serlo. —, hizo la llamada, pero no habló, dejó el teléfono a un lado y luego nuevamente volvió a donde Hoseok.

Estaba por mencionarle algo hasta que Namjoon apareció

—¿Se puede saber por qué mandaste a Hoseok a las seis para que venga?

—Uhm... yo estaba bromeando, él se lo tomó en serio, no es mi culpa que este imbécil sea un idiota.

—Kim Taehyung, cuida tu vocabulario y no estés faltando el respeto a nadie, ¿entiendes?, a nadie.

—Pero, tengo una buena noticia. — ignoró totalmente lo que Namjoon dijo para después posicionarse detrás de Hoseok y poner sus manos encima de sus hombros.

—Hoseok ya no es de la empresa.

—¿Qué?

—Exacto... lo compré.

—Tú no puedes hacer eso...

—Aquí está el contrato que me defiende... —, le pasó la carpeta, Namjoon se lo quedó viendo y luego tomó la carpeta para luego ir leyendo el papel, definitivamente todo era legal, sin ser falsificado. Sentía que le iba a dar un paro cardiaco.

—¿Por qué mierda compraste a Hoseok?

—Por que puedo, Nanmie... ahora Hoseok sólo está para mí y por mí.

—¿Bajo qué promesa le pediste esto?

—Es es secreto... así que... si puedes hacer el favor de ir saliendo, Hoseok me tiene que hidratar la piel.

—Tú y yo hablaremos después. —, dejó la carpeta en la mesa y luego se retiró.

Hoseok en cambio, se quedó viendo el piso, hasta que Taehyung le dio bruscamente la vuelta.

—Inicia, campesino.

—Eres horrible con esa ropa, tus gustos son pésimos, tu cabello es un asco, ¿nunca le diste tratamiento? —, Hoseok se miró al espejo, su cabello era castaño oscuro lacio, su vestimenta era una remera y unos pantalones.

Nada llamativo, nada estético, simplemente básico.

—Pero, ¿qué esperarse de alguien como tú?, hueles raro... se nota que no eres de ciudad, ¿sabes lo que es un teléfono siquiera?, es un aparato... sirve para muchas cosas. —, se estaba burlando, claro que Hoseok conocía uno, más, nunca tuvo uno debido a que el dinero no era suficiente y no lo vio como una necesidad.

—Sé qué es uno...

—¿Entonces por qué no tienes uno?

—No... tengo dinero.

—Ah... de eso ya me di cuenta y es lamentable, pero, hey, mira el lado bueno, sin teléfono lograste salir de la pocilga donde vivías.

—Yo no quiero hablar de...

—¿Tu familia, casa?, Dios, mi chofer me dijo que para poder entrar ahí tuvo que realizar maniobras, era una pocilga.

—Quiero empezar mi trabajo.

—Tienes suerte de estar aquí... conmigo.

—¡Ya cállese, deje de meterse en mi vida!, ¡¿qué le importa si vivo o no en una pocilga?!

—Cierra esa maldita boca, pobretón inútil, cierra tu maldita boca, campesino de cuarta, no tienes ni el más mínimo derecho a levantarme a la voz, te recuerdo que ahora mismo tu miserable, lamentable y desgraciada vida está en las palmas de mis manos... bastaría con cerrarlas para destruir todo lo que te esforzaste para estar aquí. Soy Kim Taehyung y si no te lo recuerdas por las buenas... —, lo tomó del cuello de su ropa y lo acercó a él.

—Lo harás por las malas.

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