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Las horas pasaron, Hoseok miraba hacia la calle, Taehyung ya tendría que estar ahí, llevaba media hora de retraso, ¿nuevamente Taehyung lo dejó ahí?, tomó aire y cuando iba a entrar un coche se estacionó frente suyo.

Una bocina fue suficiente para hacerle saltar de su lugar y mirar mejor, no, no iba a poder ver nada por que las ventanas eran polarizadas.

Hasta que la ventanilla iba bajando y finalmente vió a Taehyung, primero notó su mirada por su departamento, luego a su ropa y finalmente a él.

—Entra.—, Hoseok abrió la puerta y cuando iba a entrar, Taehyung encendió el coche para así avanzar al frente.

Hoseok se lo quedó viendo y luego tragó con fuerza, sentía su garganta seca.

—Ya, ya, lo siento, entra. —, Taehyung tenía una sonrisa en los labios, nuevamente Hoseok se acercó al auto y otra vez, cuando iba a entrar, Taehyung avanzó el coche.

—Ya, campesino, no tienes sentido del humor, ya métete. —, finalmente se metió, claramente, no supo ponerse un cinturón, por lo que estuvo mirando éste por varios segundos tratando de meter el seguro.

Taehyung se lo quedó viendo y finalmente él tomó de un tirón el cinturón, se lo puso a Hoseok y luego lo dejó.

—Inútil, sabía que lo eras, pero jamás pensé que lo fueses tanto.

—Lo... lo siento, nunca me he puesto uno.

—Sí me di cuenta que nunca te has puesto uno. —, arrancó el coche y luego miró por el espejo a Hoseok.

—¿Qué mierda traes puesto?, Dios qué lamentable.

—No tengo ropa para ese tipo de ocasión... yo, te quería preguntar algo. —, Taehyung paró el coche en un semáforo y luego giró para ver a Hoseok.

—Se trata de... mi madre, sí, yo... quiero saber si ella está recibiendo sus tratamientos ya.

—¿Te digo la verdad?, tu madre va a morir tarde o temprano, reciba o no tratamiento.

—No... dijiste que le ibas a ayudar con los medicamentos, con que reciba el mejor tratamiento del país.

—Es verdad, yo dije eso, pero... ¿eso estaba en el papel?, o eso lo dije yo desde mi boca.

—¿De qué hablas?

—Nosotros tenemos un contrato, es verdad, pero en el contrato jamás dice que yo ayudaré a tu madre, a parte, eres un simple maquillista, ¿por qué te querría tanto?

—Qué...n-no, dijiste que me ayudarías con mi madre.

—Va a morir igual. —, Hoseok comenzó a llorar, su reacción era tan suave, no, no podía gritarle a Taehyung, no iba a hacerlo, no iba a insultarlo, no iba a agredirlo.

Por que el idiota, fue él, no Taehyung.

—Es mentira, estaba bromeando. —, Taehyung empezó a reír mientras nuevamente arrancaba el coche, miró a Hoseok y éste estaba con los ojos lagrimosos, Taehyung se sorprendió al darse cuenta de lo sensible que era.

—Qué marica eres, Hoseok. —, el muchacho se sintió un estúpido, Taehyung era un paso más que cruel.

—Por cierto,  al llegar me vas a maquillar, así que, cambia ese rostro, que no quiero que una lágrima tuya arruine mi maquillaje. —, Hoseok se secó sus ojos dejando de darle atención a Taehyung para centrarse en el exterior, era muy bello, las luces, los edificios, es algo que Hoseok, por primera vez estaba viendo.

Taehyung lo miró por unos segundos y luego a sus labios, se veían suaves, muy esponjosos, su vista subió a su nariz, Taehyung recién se percataba de lo bella que era su nariz, posiblemente, la nariz más linda que haya visto.

El ModeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora