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—Suéltame, por favor.

—Eres totalmente un perrito... siempre tan llorón, honestamente, no sé cómo saliste adelante.

—Elimina la foto... —, Taehyung soltó una pequeña risa y finalmente una carcajada, Hoseok bajó la cabeza con ganas de llorar.

Era tan habitual el querer llorar.

—Qué estúpido, por Dios, eres realmente un estúpido, ¿en serio crees que lo haré?

—Ya firmé... ¡ya firmé el maldito contrato! —, empujó a Taehyung y éste lo soltó.

—¡Todos los días me haces sentir como si no valiera nada!

—¿Eso es malo?, sólo te hago saber tu posición.

—Odio trabajar para ti, odio trabajar contigo, odio tu forma de ser, odio tan siquiera despertar y saber que tengo que venir contigo, lo odio con todo mi maldito ser. —, nuevamente a llorar, sus ojos iban a arder en un par de minutos.

—Desde que llegué me haz hecho la vida imposible, desde que llegué me haz tratado como basura, ¡como si yo te hubiese hecho algo!

—Qué baja autoestima tienes... pero, se entiende, ser tú también me daría depresión... despertarme y verme al espejo... ver que, no tengo nada llamativo, ver que soy feo, ver que otra persona tiene el control de mi vida... también me daría tanta depresión. —, se acercó al chico para así levantar su rostro, Hoseok estaba llorando, sus labios temblaban, mantenía los ojos cerrados, sus lágrimas bajaban lentamente por sus mejillas recorriendo la mano de Taehyung. Éste, acarició suavemente sus mejillas, escuchaba sus hipidos, sus sollozos suaves.

—Te doy el día, vete a tu casa. —, finalmente dijo, Hoseok lo miró sin entender qué pasaba, no se cuestionó nada, simplemente tomó sus cosas y salió corriendo de ahí, chocando a Yoongi en el proceso.

La situación lo sobrepasó, aquellas palabras salieron como dagas directo a su corazón, era incapaz de mirar a su frente.

Cada día era como un infierno que estaba pagando.

Su alarma sonó, era su día de descanso, Hoseok despertó y luego se sentó en la cama, tenía sueño, bastante, pero se levantó temprano para ir a la casa de su madre, en bus tardaría hasta cinco horas viajando, por ello, se despertó a las cinco de la mañana.

Lentamente fue tratando de despegarse más, se dio un baño y luego tomó un vaso con leche como desayuno, preparó sus cosas y luego salió, iba a tomar el bus, él no quería ir, todo lo contrario, ni siquiera quería aparecer de por ese lugar.

Pero, no podía dejar a su madre como si fuese nada.

Pasaron varios minutos, sentía que iba a quedarse dormido, pero, todo ese sueño que tenía, se le fue totalmente cuando el auto de Taehyung se estacionó frente a él.

No supo si era el sueño, no supo si era el hecho de que estaba tan cansado que eso lo hizo confundir.

Pero no, aquél era el auto de Taehyung.

Aquél era el auto de Taehyung, lo supo por qué la ventanilla se bajó.

—Sube.

—¿Qué haces aquí?, y-yo... es mi día libre.

—Lo sé, sube ya.

—No... iré a ver a mi madre.

—Que ya sé, maldita sea, sube ahora mismo.—, Hoseok se negó a subir, la ventanilla de Taehyung volvió a subir, esperó a que se vaya.

Pero, Taehyung salió del coche yendo hacia Hoseok, sin decir una palabra lo cargó y lo metió dentro hasta encerrarlo.

Inmediatamente volvió a su asiento poniendo el seguro en las ventanillas y puertas.

El ModeloWhere stories live. Discover now