Not that hard

384 63 6
                                    

BEATRIX

—No puedo creer que me hicieras volar hasta Nueva York solo para hablar contigo, Beatrix no vives debajo de una caverna, ¡usa tu maldito celular!— dijo enojado.

—Pensaste no sé..., ¿que tal vez no quería hablar?— enfatice la última frase.

—Soy tu hermano, no me hables así— respondió ofendido.

—Ustedes dos— Emma nos señaló a ambos— Paren ahora mismo, soy su hermana mayor, así que obedezcan y guarden silencio. Estamos preocupados por ti Bezz, mamá y papá también lo están— sabía que tarde o temprano este día llegaría.

—Exacto Bumblebee, ¿en qué momento se te ocurrió volver con esa arpía?— de nuevo su tono de voz molesto.

—Logan— le advirtió— Sin insultos, por favor, pero tiene razón, ¿en qué momento Bezz?— podía ver la confusión en su mirada.

—No tengo que darles explicaciones de nada— dije a la defensiva.

—Bezz sabemos que eres muy...— luchaba por encontrar las palabras correctas— ¿Noble?, ¿inocente?, y a veces las personas se aprovechan de ti por eso—.

—Te preocupas demasiado por ayudar a los otros sin pensar en ti. Cuando Dua nos contó, honestamente creímos que era una broma— agregó Logan.

—Necesitamos saber qué paso— cansada era poco a como me sentía, ¿por qué les importaba tanto?

—Queremos ayudarte— reí ligeramente.

—¿Ayudarme?— pregunté.

—Sí, no importa si tienes 50 años, para nosotros siempre serás nuestra pequeña hermanita y nuestro deber es protegerte— cuando termine con Taylor, Logan adquirió esta personalidad de "padre protector", pues según él, había sido su culpa que Taylor rompiera mi corazón, en primer lugar por llevarme a la fiesta y en segundo por alentarme a salir con ella, absurdo lo sé.

—De ti misma si es necesario— concordó Emma.

—Puedes confiar en nosotros, no importa si vivo a la otra punta del mundo— me dio una mirada comprensiva.

—O si yo tengo uno, dos o cuatro hijos—.

—Siempre estaremos para ti sin importar que, Bumblebee— revolvió mi cabello.

—Bien, de acuerdo— finalmente cedí.

Casi una hora después terminaba de contar todo.

[...]

—Taylor inició hace dos semanas con la terapia y le está yendo muy bien—.

—Eso es bueno, ¿no?— preguntó Emma.

—Realmente no lo sé Emma, no sé ni como me siento al respecto— suspiré.

—¿Por qué lo dices?— me preguntó con confusión.

—Bueno pues...

[Flashback...]

Taylor se encontraba sentada en una silla especial, con el fisioterapeuta a su lado, guiándola a través de los ejercicios. Mientras yo estaba sentada cerca, observando todo con atención.

—Beatrix, ¿te gustaría unirte a nosotros?— habló de pronto, sacándome de mi ensoñación.

—¿Yo?— pregunté con miedo.

—Sí, claro— respondió con una sonrisa entusiasta.

—Realmente no sé si pueda hacerlo— dije, pero aun así me acerque temerosa.

Champagne problems | Taylor SwiftWhere stories live. Discover now