The only thing I need

422 64 9
                                    


OMNISCIENTE

>>INICIOS 2016<<

—¿A dónde vamos, Taylor? —preguntó Bea, mirando curiosa por la ventanilla del auto.

—Es una sorpresa— respondió Taylor, con una sonrisa misteriosa.

Bea le dio una mirada desconfiada al ver que se encontraban en medio del campo. 

—Vamos, estoy segura de que te gustara— le dijo saliendo del auto.

Bea quedó maravillada por la belleza del lugar.

—¡Wow! Es un apiario Taylor— exclamó, emocionada.

Taylor no dejaba de pensar que Beatrix se miraba tremendamente adorable con el traje de protección, aunque para ella, Beatrix era adorable todo el tiempo. Amaba la forma en que reía cada vez que una abeja se paraba sobre su traje, o la forma en que la miraba con tanta emoción cuando veía una nueva colmena. Taylor no entendía la mitad de lo que Beatrix o el apicultor decían, pero se sentía feliz y no dejaba de sorprenderle como Beatrix era tan feliz con cosas tan pequeñas. 

—Fue increíble, tenemos que volver Taylor— dijo dando pequeños saltitos de felicidad, mientras regresaban al coche.

—Podemos volver las veces que quieras— Taylor sonrió al ver a Bea tan feliz.

—¿Hablas en serio? No quiero aburrirte con mis cosas— dijo entrando en el auto.

—Tú jamás me aburres Bee, todo lo que sea importante para ti, lo es para mí también— Taylor besó el dorso de su mano.

—¿Por qué eres tan linda? Nadie puede ser tan perfecta— dijo con una pequeña sonrisa. 

—No lo soy, pero tú me haces una mejor persona Bee y solo quiero verte feliz— a pesar de que casi llevaban un año saliendo, Bea no podía evitar sentirse nerviosa cada vez que Taylor le decía algo lindo.

—Lo soy, tú me haces feliz— escondió su rostro detrás de sus manos.

—Bee, hay algo que quiero decirte— dijo Taylor, nerviosa, mientras jugueteaba con sus manos.

Bea giró la cabeza para mirar a Taylor, esperando con curiosidad.

—Lo que te voy a decir puede sonar un poco loco, pero quiero que sepas que lo digo desde el fondo de mi corazón— continuó Taylor, mirándola directamente a los ojos.

Bea asintió, instándola a continuar.

—El apiario... es tuyo, lo compré para ti— confesó Taylor, esperando nerviosamente su reacción.

Bea parpadeó varias veces, sorprendida por la noticia.

—¿Cómo que es mío? —preguntó soltando una risa nerviosa sin poder creer lo que escuchaba.

—Bueno, tú dijiste que siempre habías soñado con tener tu propio apiario. Así que decidí hacer tu sueño realidad— explicó Taylor, con una sonrisa tímida.

Bea se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Luego, lentamente, una sonrisa iluminó su rostro.

—Esto es muy lindo de tu parte Taylor, pero no puedo aceptar un regalo tan costoso— dijo Bea, sintiéndose abrumada por el tipo de "detalles" que solía tener Taylor.

—No es un regalo, Bee. Es una inversión— respondió Taylor, colocando una mano sobre la de Bea.

—¿Una inversión? ¿Una inversión a qué?— ladeó su cabeza.

Champagne problems | Taylor SwiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora