Champagne problems | Taylor Swift

Deep within my soul

TAYLOR

—Creo que deberías abrir esa puerta— la voz de Tree resonó detrás de mí.

—¿Qué? ¿Cómo sabes...?— me giré lentamente para enfrentar a mi publicista. 

—Te quiero Taylor, y quiero a tu madre también, pero no puedo permitir que te sigan viendo la cara. Todo este tiempo he respetado la decisión de Andrea de no decirte nada y sé que probablemente me odie después de esto, pero eres mi jefa y mi deber es velar por tu bienestar. Por eso hice esto, ahora estás mucho mejor y de verdad creo que puedes manejarlo— suspiró— Pero es tu decisión Taylor, si eliges no abrir, te prometo que todo seguirá como hasta ahora, olvidaremos que todo esto pasó, pero si decides hacerlo quiero que sepas que te apoyaré en todo—.

Sentí un nudo en la garganta mientras procesaba las palabras de Tree. Sabía que lo que decidiera en ese momento cambiaría mi vida para siempre.

Extendí la mano y giré el pomo de la puerta lentamente. Mis ojos se posaron en la figura de un hombre alto y atlético parado frente a mí. Su cabello era oscuro y tenía una mirada profunda, que contrastaba con la sonrisa gentil en su rostro.

—¿Quién es él?— pregunté, levantando la mirada hacia Tree, quien observaba con atención cada uno de mis movimientos.

—Es Travis— respondió Tree con voz suave— Ustedes estaban saliendo antes de que sucediera el accidente— fruncí el ceño, sintiendo cómo la confusión se apoderaba de mis pensamientos. Cerré los ojos por un instante, tratando de ordenar mis emociones tumultuosas.

Aunque intentaba encontrar algún indicio de familiaridad en aquel rostro, para mí era apenas un desconocido. Sabía quién era él, pero tenerlo delante se sentía completamente diferente.

—¿Y por qué ahora? —inquirí, sintiendo un nudo en la garganta— ¿Dónde estuviste todo este tiempo?— Tree suspiró, consciente de la angustia que me envolvía.

—Andrea, me pidió que lo mantuviera en secreto— explicó— Pensó que sería mejor para ti no recordar ciertas cosas, al menos no hasta que estuvieras lista— asentí lentamente, procesando la información con dificultad. Una sensación de impotencia me invadió, como si estuviera atrapada en un laberinto sin salida. 

—Taylor— murmuró Travis, su voz temblorosa por la emoción contenida— Necesito que me escuches, necesito que comprendas...— pero antes de que pudiera terminar, levanté la mano en un gesto de detención.

—Lo sé, Travis— interrumpo, sorprendiéndolo con mi firmeza— Sé quién eres, sé lo que hemos compartido— Travis parpadeó, incapaz de contener la esperanza que brotaba en su pecho.

—¿Lo recuerdas?— susurró, acercándose un paso más— ¿Recuerdas lo nuestro?— inhalé profundamente.

—No, no recuerdo nada— respondí, sacudiendo la cabeza— Pero escribí mucho sobre ti en mi diario. Descubrí muchas cosas— Travis frunció el ceño, confundido por mi revelación.

—¿Qué quieres decir?— preguntó, su mirada llena de incertidumbre— ¿Qué has descubierto en tu diario?— mordí mi labio inferior.

—Sé que nuestra relación... no es lo que probablemente tú crees que era— confesé, mi voz apenas un susurro— Sé que en realidad... estoy enamorada de otra persona— el silencio se extendió en la habitación, denso y cargado de emociones. 

—No, Taylor, eso no es verdad— protestó, desesperado por aferrarse a la esperanza que se desvanecía entre sus manos— Estás confundida, todo esto... es por la pérdida de memoria, por lo que has pasado— sacudí la cabeza con determinación, negando las palabras de Travis.