Capitulo 7 - Falling For Ya.

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El ambiente se tensó, sentían sus respiraciones y fue cuestión de segundos para que el moreno se sintiera atraído por el perfume de la castaña, sin pensarlo la besó, no fue un beso muy largo. Sin embargo, sintieron una corriente por sus cuerpos, como si el haberse besado creara un cortocircuito entre ambos, rapidamente se separaron.

— Lo siento - aprieta sus ojos de la vergüenza.

— No, no tienes porqué disculparte - estaba nervioso - fue mi culpa, yo te besé.

— Me tengo que ir, Esteban - no dijo más y se bajó del coche.

¿Qué le había pasado?¿Por qué la besó?¿Y qué fue eso que sintió al tocar sus labios tan suaves?Inmediatamente como por arte de magia se vino un vago recuerdo de la noche anterior.

Puta madre, Esteban. La besaste, ayer tambien la besaste - colocó sus brazos en volante y luego sobre estos posó su cabeza - ¿En qué pensabas cabrón? Por eso estaba tan rara - dijo en voz alta.

Pensó en bajarse e irla a buscar pero al final se fue a su casa. Pasaron dos días, dos días en los que Marcia no respondía sus mensajes, desde ese beso no la había vuelto a ver.

Un día antes...

— No Iñaki, no puedes traer amigas - bufa.

— Esteban, deja ayudarte carajo.

— Te dije que no, no me gustan esas cosas.

— Aguafiestas - rueda los ojos - entonces Marcia no responde.

— Ni las llamadas - suspira - es como si se la hubiese tragado la tierra.

No lo sabía pero su hermosa hermana lo estaba escuchando, le estaba llevando un jugo de naranja pues Ofelia tenía mucho trabajo y ella quiso ayudarle, de paso tambien molestaba a su hermano.

— Hey tú - entra en el cuarto - aquí te manda nuestra Nana.

— Gracias, dejalo por ahí.

Lucrecia salió de aquel cuarto y sin chistar llamó a Marcia.

— ¿Bueno?.

— Dime que aunque andes peleada con el insoportable de Esteban, vendrás a mi cumpleaños.

— ¿Y esto? - ríe.

— Escuche que no le hablas, por eso me quería asegurar, sabes que no soporto a Marina y al menos contigo no se acerca Esteban.

— ¿De qué hablas Lu?.

— De eso tonta, que si no fuera por ti, mi hermano ya estaría con la insoportable de Marina.

— Estás loca.

— En fin, ¿Vendrás?.

— Claro que si - vuelve a reír - no dejaré sola a mi amiga por las estupideces de su hermano.

— ¡Te amo, Mar! - sus ojos se iluminan después de pensar en una grandiosa idea - Mar.

— Dime.

— ¿Puedo pasar por ti como a eso de las dos?.

— Está bien, te estaré esperando.

— Bueno, bye - se muerde el labio inferior como normalmente lo hacía cuando se le ocurría una travesura.

Dieron las dos de la tarde y Lucrecia ya estaba fuera de la casa de Marcia, entonces le mandó un mensaje para que bajara.

— Buenas - baja la ventana del coche.

— ¡Hola!.

— Entrele con confianza cariñe - le quita el seguro a la puerta.

— ¿Dónde vamos? - cuestiona mientras se abrocha el cinturon.

Loving Ʉ' MeWhere stories live. Discover now