Capitulo 14 - Para Ti.

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— Y hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo - cantaba - y es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta, ser tu amiga - terminó de peinar su cabello.

Se arreglaba para volver a la ciudad mientras estaba escuchando "Algo Contigo", el cover de Rita Payés, hace días que no salía de su cabeza y ya se la sabía de memoria.

— Ya no puedo acercarme a tu boca, sin deseartela de una manera loca - tararea.

— Entonces besame - la sorprende abrazandola por la espalda.

— ¡Ay, Esteban! me asustas.

— Sigue cantando, lo haces hermoso.

— Y hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo, y es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta ser tu amiga -siguió cantando. Él la giró para poder ver su rostro - ya me quedan muy pocos caminos y aunque pueda parecerte un desatino, no quisiera yo morirme sin tener, algo contigo - susurro cerca de sus labios.

Terminaron uniendo sus bocas en un ósculo tierno, delicadas caricias iban y venian por parte de ambos, comenzaron a provocarse, ella mordía su labio inferior y él acariciaba sus muslos.

— Mmm ya, ya - lo aparta - si sigues así, luego se nos hará tarde para regresar.

— ¿Y? - vuelve a besarla.

— Me acabo de vestir, Esteban - dice contra su boca.

— No te preocupes - la ve a los ojos - yo te volveré a vestir.

La empujo contra una pared, estaba usando una maxifalda con una abertura en la pierna derecha, entonces fue más fácil meter sus escurridizas manos debajo, hizo a un lado las bragas de la pelirroja y con sus dedos empezó a acariciar su clitoris, le excitaba ver la manera en que Marcia mordía su labio inferior.

Gimoteo al sentir como el moreno introducía sus dedos en su cavidad, primero fue uno y luego sintió el segundo, estaba agarrada del cuello de Esteban, el cual tenía su mirada llena de lujuria al escuchar sus gemidos. Sin sacar sus dedos de la intimdad de Marcia, con su mano libre desplegó más la abertura de la falda, se arrodilló frente a su pelvis y hundió su rostro en la feminidad de la pelirroja, ella subió su pierna sobre el hombro del moreno para darle más espacio.

La hizo retorcerse del placer.

— Esteban - gime.

Apartó su boca de su intimidad y la vió desde abajo.

— Te quiero dentro - ordeno.

¿Quién era él para desobedecer? Bajó la pierna de Marcia de su hombro y se puso de pie frente a ella, desabrochó su cinturón y luego su pantalón, lo bajó un poco junto con su boxer, lo suficiente para liberar su erección, se volvió a acercar a ella y entrelazo su brazo con la pierna de ella elevandola para tener más acceso a su entrada, con su otra mano rompió las delgadas bragas y dirigió su miembro a la palpitante intimad de la pelirroja.

Tomó sus pequeñas manos por las muñecas y las apreto por encima de su cabeza contra la pared, sus estocadas estaban siendo precisas y profundas, la pasión le ganó y la delicadeza la dejó por un lado, arremetía contra la feminidad de la pelirroja sin contemplación alguna, liberó sus manos y bajó su pierna, luego la levantó por los muslos haciendo que ella se enrollara en su cintura.

Era pequeña, se le hacía fácil cargarla con una mano, no detenía sus embestidas, su otra mano la guió por debajo del top blanco y empezó a apretarlos, ella se aferraba a su cuello y jalaba su cabello, hasta que ambos llegaron al punto, jadearon un poco y se dieron un último beso, se salió de ella y la bajó cuidadosamente.

Loving Ʉ' MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora