(Flashback.)
— Todo esto, pronto será tuyo.
— Tan pronto no creo, eres un hombre muy sano papá.
— Pero la vida da mil vueltas hijo, no sabemos que puede pasar mañana.
(Fin del flashback.)
Así fue como el destino le arrebató a aquel hombre que toda su vida fue su único ejemplo a seguir, Darío podía ser estricto, ambicioso y tener arranques machistas pero, ante todo amaba a sus hijo y trataba de darles lo mejor.
Todo el proceso del velorio ya había acabado, cremaron su cuerpo y le hicieron una misa conmemorativa donde invitaron a varios clientes que ya tenían años con ellos, los socios, amistades y personal de la empresa, claro que Marcia también estuvo.
La verdad era que, Esteban estaba teniendo problemas para asimilar todo lo que había pasado, de alguna manera bloqueo sus emociones y la última vez que lloró fue cuando tuvo que reconocer el cuerpo de su padre, el conductor al parecer perdió el control, se desvío e impactaron fuertemente contra un camión de carga, el coche se prendió de fuego y, al rato explotó con el conductor y Darío adentro.
— ¿Quieres un té?.
— No mi amor, gracias - bufa mientras se sienta en el sillón - Lu, ¿Contestó Inés?.
— Sigue sin responder, sabes que desde que se fue es muy difícil contactarse con ella.
Inés Lombardo, la hermana mediana de los tres, casi no se tocaba el tema ni se mencionaba su nombre, pues hace años habían tenido cierto problema familiar con ella, Darío quedó con el pesar de que su hija se había marchado pero la verdad es que Inés no daba su brazo a torcer.
— ¿Quién es... Inés? - frunce el ceño.
— Buenas, con permiso.
Marina.
— Hola - dicen al unisono.
— ¿Qué andas haciendo por aquí? - cuestiona Lucrecia.
— Venía a verlos y darles el pésame porque no pude ir a la misa, también vine porque hablé con su hermana.
Ella si sabía.
— ¿Qué te dijo?.
— Tuvo un problema con el vuelo de Berlín hacía acá, pero la aerolínea ya le está resolviendo, en un días estará aquí.
— Claro, viene cuando ya todo pasó y solo quiere reclamar el dinero que le dejaron.
— Te equivocas - la interrumpe - Inés viene para quedarse, le afectó mucho saber la noticia.
— Será un placer tenerla acá otra vez, esperemos no termine igual que la última.
— No será así, me dijo que viene para apoyarlos.
— Gracias por la información, Marina.
— Tú sabes que me gusta ayudarlos - sonríe.
Esas miradas, ¿Cuántas veces más tendría que soportar eso? Le sonreía de una manera descarada a Esteban, lo odiaba, si es verdad que Esteban le había jurado amor eterno y muchas otras cosas, pero, la inseguridad es algo que muy pocas veces se controla y saber que tu novio estuvo mucho tiempo enamorado de otra persona, misma que aún no sale de su vida y se le mete cada que puede por los ojos, no era nada grato para Marcia.
[...]
Luego de dos días, recibieron la noticia de que Inés había solucionado su problema y llegaría al día siguiente por la mañana, tuvo que ser exactamente Marina quien les avisó, solo que esa tarde se había pasado con su poca prudencia, tanto que Marcia se levantó molesta de la mesa donde estaban almorzando y se fue al cuarto de Esteban, esos días ella se estuvo quedando con él para poder cuidarlo y consolarlo.
