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Absurdist Fiction - Guardián de la Llama Eterna

El Guardián era una figura alta y estoica, envuelta en una túnica andrajosa que ondeaba con el viento mientras atendía la llama. Su rostro estaba desgastado y marcado por el peso de su deber, sus ojos brillaban con una resolución que parecía desafiar la oscuridad que lo rodeaba. Tenía las manos callosas tras años de cuidar la llama, la única fuente de luz en un mundo consumido por las sombras.

A pesar de la oscuridad que lo rodeaba, el Guardián nunca se sintió solo. En la quietud de la noche, podía oír los susurros del bosque, el susurro de las hojas y el suave paso de criaturas invisibles. El aire estaba cargado de una sensación de presentimiento y, sin embargo, el Guardián se mantuvo firme en su resolución, con la mirada fija en la llama que parpadeaba ante él.

A medida que los días se convirtieron en semanas, el Guardián sintió que el peso de su deber lo oprimía. La llama pareció arder con más intensidad y su resplandor proyectaba largas sombras que danzaban en las paredes de su cabaña. Podía sentir la oscuridad presionando, amenazando con sofocar la luz que había jurado proteger.

Una noche, mientras afuera azotaba una feroz tormenta, la llama comenzó a chisporrotear y apagarse. El corazón del Guardián se apretó de miedo cuando la luz se atenuó y las sombras se acercaron cada vez más. Desesperado, vertió lo último que le quedaba de aceite en la lámpara, deseando que la llama siguiera viva.

Pero no fue suficiente. Con un último suspiro, la llama se apagó, dejando al Guardián en una oscuridad tan completa que apenas podía ver su propia mano ante él. El pánico lo invadió y su respiración se hizo entrecortada al darse cuenta de la enormidad de lo que acababa de suceder.En la oscuridad, el Guardián sintió que algo se agitaba en su interior. Una sensación de determinación, de desafío contra las sombras invasoras. Con manos temblorosas, golpeó un pedernal y un acero, tratando de encender una nueva llama en la linterna. Pero por más que lo intentó, la chispa se negó a prender, y la oscuridad parecía absorber todo calor y luz del mundo.En su desesperación, el Guardián cerró los ojos y susurró una oración a cualquier poder superior que pudiera estar escuchando. Y entonces, como en respuesta a su súplica, una suave luz dorada comenzó a brillar dentro de su pecho. Se extendió hacia afuera, envolviéndolo en un aura cálida y radiante que hizo retroceder la oscuridad.

Con nuevas fuerzas, el Guardián volvió a abrir los ojos y se centró en la linterna que tenía delante. Esta vez, cuando golpeó el pedernal y el acero, la chispa se encendió y una pequeña llama cobró vida una vez más. La luz era débil, pero constante, proyectando su brillo hacia el mundo y haciendo retroceder las sombras que amenazaban con abrumarlo.Y así, el Guardián se mantuvo erguido, con los ojos llameantes con la luz de la llama que había reavivado. En ese momento, supo que su deber era más que una simple tarea a realizar: era un llamado, un propósito que cumpliría hasta su último aliento.

Y así, el Guardián continuó su vigilia, un guardián silencioso en un mundo donde la luz había sido olvidada hacía mucho tiempo. Porque en medio de la oscuridad total, la llama ardía y la resistencia en un mundo lleno de magia, misterio y belleza espeluznante. Y mientras la llama del Guardián ardiese, la oscuridad nunca triunfaría realmente. Puede que el mundo estuviera envuelto en sombras, pero mientras había luz, había esperanza.

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Absurdist fiction/Ficción absurda que se centra en las experiencias de personajes en situaciones en las que no pueden encontrar ningún propósito inherente a la vida. Los acontecimientos que ponen en duda como la verdad o el valor.