Sigue leyendo. Hello those who doesn't know Spanish you can join in here will be art and music in different genres, so everyone is welcome. In coffee break their will be a story in English.
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Cada género de escritura tiene su mentalidad y su conju...
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En la biblioteca con poca luz, se perdió en las páginas de un libro muy querido. Cada palabra era una suave caricia, cada frase una promesa susurrada. A medida que se desarrollaba la historia, su corazón bailaba al ritmo de las palabras del autor, su alma se entrelazaba con los personajes de la página.
El tiempo se disolvió mientras devoraba capítulo tras capítulo, su amor por la lectura brillaba en sus ojos. El peso del mundo se quitó de sus hombros mientras profundizaba en la narrativa, sumergiéndose en un mundo donde todo era posible.
Y en ese tranquilo santuario de libros, encontró consuelo, conexión y magia. Porque en las páginas de un libro descubrió un amor que nunca se desvanecería, un amor que siempre estaría ahí para levantarle el ánimo y encender su imaginación.
Perdida en los brazos de su pasatiempo favorito, sabía que mientras tuviera un libro en sus manos, nunca estaría realmente sola. El amor, en su forma más pura, se encontró en las páginas que pasó, en las historias que le susurraron al corazón, en las palabras escritas que le hablaron al alma.
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Título: En la historiaMientras deambulaba por los sinuosos callejones de una ciudad desconocida, Lara sintió la emoción mezclada con un dejo de aprensión. Siempre había sido buena con las direcciones, pero incluso ella a veces se perdía.
Cuando el sol comenzó a ponerse, proyectando largas sombras sobre las calles adoquinadas, la batería del teléfono de Lara se agotó, dejándola verdaderamente varada. Aceptando el giro inesperado del destino, decidió convertir su desgracia en una aventura.
Deambuló por mercados animados y parques tranquilos, intercambiando sonrisas y frases entrecortadas con los lugareños que le indicaron la dirección correcta. Con cada giro equivocado, Lara descubrió algo nuevo: un café escondido que servía el mejor café que había probado en su vida, un artista callejero pintando un mural que parecía cobrar vida con la luz mortecina.
Perdida en el laberinto de la ciudad, se encontró a sí misma. La sensación de estar desatada, de no saber qué había a la vuelta de la esquina, encendió una chispa dentro de ella. Con cada paso dado en la confianza del viaje, el miedo dio paso a la euforia.
Cuando Lara finalmente encontró su hotel, horas más tarde, estaba sin aliento y eufórica. La aventura de perderse se había transformado en una historia que llevaría consigo para siempre. En ese momento, se dio cuenta de que a veces perder el rumbo es la única forma de encontrarte a ti mismo.
