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Fábula: Una historia de intriga en el bosque

Cuando el sol se ocultó tras el horizonte y la oscuridad de la noche envolvió el bosque, una lechuza llamada Thalia voló entre los árboles con gracia silenciosa. Sus agudos ojos escanearon el suelo del bosque en busca de cualquier movimiento o actividad inusual. Thalía era conocida por su agudo sentido de observación y su sabiduría superaba a la de muchas otras criaturas del bosque.

Esa noche en particular, un extraño misterio había envuelto el bosque. Los animales murmuraban entre ellos sobre la desaparición de la familia de ardillas que vivían en el viejo roble. Nadie sabía qué les había pasado y el miedo se extendió por el bosque como la pólvora.Thalía sabía que a ella le correspondía resolver el misterio. Mientras volaba entre los árboles, sus agudos ojos vislumbraron algo que brillaba a la luz de la luna. Se abalanzó para investigar y descubrió un rastro de bellotas que se adentraba en lo profundo del bosque.

La lechuza siguió el rastro con atención, observando cada detalle del camino. Las hojas crujieron, las ramas crujieron y el olor a pino llenó el aire. Los agudos sentidos de Thalía captaron las pistas más pequeñas y supo que estaba cada vez más cerca de resolver el misterio.Al doblar una curva en el camino, Thalía llegó a un claro donde estaba un gran zorro con una expresión de culpa en su rostro. La lechuza se acercó a él con cautela, sus afiladas garras listas para cualquier movimiento repentino.

"¿Por qué has sacado a la familia de las ardillas de su casa?" Exigió Thalía, su voz severa y autoritaria.

El zorro, incapaz de mirarla a los ojos, confesó que el hambre lo había impulsado a robar las bellotas que las ardillas habían recogido para el invierno. En su avaricia, había tomado cautiva a toda la familia y la había escondido en una guarida cercana.

El corazón de Thalía se hundió ante el triste destino de la familia de las ardillas. Sabía que tenía que actuar rápidamente para salvarlos antes de que fuera demasiado tarde. Con sus afiladas garras, liberó a las ardillas de su cautiverio y las llevó de regreso a su roble, donde se reunieron con sus seres queridos.

El bosque estalló en vítores y aplausos cuando la familia de ardillas se reunió. Los ojos agudos de Thalía y su agudo sentido de observación habían salvado el día, y los animales del bosque se maravillaron de su sabiduría y valentía.

Cuando el amanecer aparecía en el horizonte, Thalía se posó en una rama con vistas al bosque, con los ojos brillando de satisfacción. Sabía que la importancia de la atención al detalle y la sabiduría de sus observaciones habían sido claves para resolver el misterio que había plagado el bosque.

A partir de ese día, Thalía fue venerada como la criatura más sabia y observadora del bosque. Sus ojos agudos y su mente aguda mantuvieron a los otros animales a salvo de cualquier daño y aseguraron que la paz reinara en su hogar en el bosque.Y así, la historia del búho cuyas detalladas observaciones resolvieron un misterio en el bosque se convirtió en leyenda, un testimonio de la importancia de prestar atención a los pequeños detalles y la sabiduría que viene con la edad y la experiencia. El nombre de Thalía resonó entre los árboles para las generaciones venideras, un recordatorio del poder de la observación y la importancia de la sabiduría para resolver los misterios de la vida.

P.S.

Mi amor echo de Nicole Omilio tiene filipino y espanol.

Esto es diferente que el koreano, japones, y chino este grupo son de las filipinas.

P.S.

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Nos vemos en el siguiente publicacion!