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El camino de vuelta era tranquilo, aunque algo sorprendente para Víctor teniendo en cuenta que, al cruzar la entrada de aquel bosque, jamás se habría imaginado que emprenderían el camino inverso hacia los Picos Gélidos en compañía de un león. 

Junto a ellos, y algunas veces incluso a sus espaldas, Bay avanzaba a grandes pasos, con un ojo puesto en sus acompañantes. A pesar de su rápida recepción hacia los requisitos del nuevo pacto, la desconfianza seguía latente en todo su cuerpo, dispuesto a atacarles en cualquier momento si fuera necesario.

- ¿Por qué no avanza convertido en humano? - La pregunta que Víctor lanzó a su amigo no tardó en recibir una respuesta de vuelta.

- La respuesta lógica que cualquier persona pensaría sería que en su forma de león puede dar pasos más largos y el trayecto se acorta en lo que a tiempo se refiere; pero en este caso, la respuesta más correcta es su cuello - La confusión se apoderó del rostro del príncipe ante la respuesta de Bailong.

Con sumo cuidado de no caerse de los lomos de Lancelot, el peliazul volteó la cabeza para ver a la gran bestia. Pronto pudo apreciar cómo el cuello del animal estaba totalmente lleno de pelaje.

- En su forma leónica, el amuleto desaparece. Así se garantiza que cumplamos con nuestra parte y no intentemos robar la garra, algo que queda muy expuesto cuando emplea su forma humana - Las nuevas aclaraciones por parte de Bailong disiparon cualquier duda de la cabeza de su amigo.

- ¿Y por qué tiene tanto interés en Njord? Él es el mago que controla el hielo al fin y al cabo, no logro ver qué relación puede haber entre el hielo y un león.

- Es que esto no trata de carámbanos y leones, Víctor. Trata de Njord y Bay - La expresión del mencionado cambió al momento, fijando sus ojos en Bailong - Sí, has deducido bien, ellos están enamorados.

- ¿Y por qué no están juntos entonces? Es ridículo - A pesar de la respuesta obvia del peliazul, su acompañante no respondió de forma instantánea, como acostumbraba a hacer, apretando levemente las riendas de Guiverno.

- No todo es de color de rosas, y menos en estos temas. A veces da igual lo mucho que se llegue a luchar o la fuerza de voluntad que se tenga, la humanidad actual no tiene reparo alguno en separar a dos personas que consideran dañinas aún cuando saben que se quieren.

- ¿Eso les pasó a ellos? - Bailong asintió a la pregunta.

- A Njord le encerraron en los Picos Gélidos, imponiendo una barrera para que no pueda escapar nunca de ahí, y a Bay, cuando vieron que no lograrían encerrarle en una prisión convencional, lo desterraron al bosque para que viviera como "la bestia que es", según los pueblerinos. Fueron encerrados como monstruos, y ni una sola persona tuvo en cuenta que a pesar de sus poderes solo son dos adolescentes que se aman y quieren estar juntos.

- Es horrible, no me imagino quién podría hacer algo así...

- Pues siento decirte que tu familia fue la responsable de todo esto - Los ojos de Víctor se abrieron de par en par - Tus antepasados, incluso tu propio padre, eran gobernantes viles y crueles, personas que se aprovecharon de la magia para controlar y herir a personas. Por eso nadie quiere ayudarnos de primeras, Víctor, porque el apellido Blade solo está asociado a dolor y destrucción. Yo estoy intentando convencer a la gente de que, contigo y Vladimir en el trono, todas esas situaciones dolorosas cambiarán; pero debes poner de tu parte para que sea una realidad.

- Lo haré, lo prometo - Y con aquellas cuatro palabras, la conversación cesó.


Mientras el reloj avanzaba, los tres adolescentes seguían su camino cada vez con mayor ritmo, y fue eso mismo lo que ayudó a que los Picos Gélidos fuesen visibles para ellos en tan poco tiempo.

- Ya hemos llegado, solo faltan algunos metros - La afirmación de Bailong hizo que el cuerpo del león se destensase, con la mirada fija en el palacio que se erguía entre las montañas.

En apenas unos minutos, los tres estaban a los pies de la entrada a aquel dominio, sintiendo la mirada de Chione sobre ellos, con la lanza bien agarrada.

- ¡Njord, sal y ven! - El llamado de Bailong resonó entre las montañas, y al poco tiempo, pudo ver cómo las puertas del palacio se abrían.

- ¿Qué quieres, Bail...? - Las palabras se quedaron atascadas en su garganta al ver al león, pero el joven mago no perdió tiempo antes de echar a correr hacia él - Bay...

En solo un par de segundos, Bay había recuperado su forma humana y ambos chicos se habían fundido en un profundo y desesperado abrazo que ninguno de los dos amigos se atrevió a interrumpir en los siguientes minutos.

- Gracias por cumplir vuestra promesa - La voz de Bay rompió el silencio al cabo de un rato, y tanto el príncipe como su acompañante pudieron observar cómo se quitaba el colgante y lo dejaba en la mano del bicolor.

- ¿Estarás bien sin él? Antes nos dijiste que era lo que te permitía transformarte y poder defenderte - La pregunta de Víctor hizo sonreír levemente a Bay.

- Yo le protegeré - La determinación y seguridad en la voz de Njord fueron una respuesta más que suficiente - ¿Hacia dónde os dirigís ahora?

- Hacia la Cueva de los Susurros. Necesitan su poder, lo vi antes en el pergamino escrito por Catora - Njord asintió ante la respuesta de Bay, algo serio, antes de observar al bicolor.

- Id con cuidado, esa cueva puede llegar a ser una auténtica pesadilla si os dejáis atormentar - Bailong solo asintió ante la advertencia.

- Lo tendremos, no te preocupes. Debemos partir, ya volveremos a vernos - Sin una palabra más, el adolescente se alejó de aquella zona para avanzar hacia Guiverno, acompañado del príncipe.

Minutos después, ambos chicos se alejaban de los Picos Gélidos, poniendo rumbo hacia su nuevo destino en un completo silencio que no resultaba incómodo para ninguno de los dos amigos.

Y a pesar de la ausencia de ruido, Víctor pudo notar como algo atormentaba a su amigo por la forma en que se mantenía tenso, sosteniendo con fuerza las riendas.

Presentía que algo duro se avecinaba.


PROFECÍA ;; Inazuma Eleven GoWhere stories live. Discover now