cinco

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El monegasco camino por toda la fábrica tratando de encontrarse con la supuesta chica con asombrosos dones culinarios.

Hasta ahora, lo único que sabía de ella era; uno, se llamaba Elaine Raineri, italiana seguramente, dos, formaba parte del equipo de diseño, lo que volvía lógico que no la viera seguido, tres, ella había cocinado dichos pastelillos y los había llevado para compartir la primera vez.

Y eso lo llevaba a un número cuatro; aun no descubría porque era el único que había recibido tres más que los otros.

No es que le molestara, de hecho le encantaban. Más de lo que le gustaría admitir.

Pero la culpabilidad de no tener la menor idea de quien era la chica que le estaba ayudando con su hambre le hizo sentirse terrible, y se sentía aun peor luego de darse cuenta de que ella seguramente lo ubicaba a la perfección y él a penas y podía pronunciar su nombre correctamente.

¿Ailan?, ¿Elain?, ¿Elaine?

Para cuando el reloj marco las seis decidió rendirse, al menos ese día. Ya continuaría con su búsqueda mañana.

Al volver a su oficina por sus cosas, vio un nuevo pastelillo.

Una idea cruzo por su mente cuando vio la nota junto al postre, en el mismo lugar de las últimas dos veces.  Con rapidez, tomo un papel que estaba por ahí y comenzó a escribir. 

Para Charles ❞

Gracias por los pastelillos, Elaine ❞





















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Yo 🤝 Crear historias nuevas cada vez que me da un bloqueo de escritura

No importa, tenemos nueva historia, espero les guste este formato. ❤️

𝘿𝙚𝙖𝙧 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 ▰ 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘Where stories live. Discover now