quince

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―Lo siento. ―se disculpó con el hombre al que había chocado accidentalmente.

La rubia camino con prisa hasta la oficina de Charles, aprovechando los cinco minutos de descanso que tenía, dejo el pastelillo sobre la mesa y saco la nota con el usual "Para Charles" escrito en ella.

Sin embargo otra nota, ahora más larga, ya la esperaba en el lugar.

La leyó una y otra vez tratando de creer las palabras. Olvidándose de su prisa, escribió una nota igual o más extensa, haciéndole saber que su rutina era un dar y dar. Se aseguró de resaltar que no necesitaba agradecerle y una vez finalizada, retomo su camino.

Mía la vio salir de la oficina, pero no la cuestiono al respecto, así como tampoco hizo alguna pregunta sobre su obvio sonrojo. 

𝘿𝙚𝙖𝙧 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 ▰ 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora