El repartidor

#4 Bienvenido a este nuevo mundo I

#4 Bienvenido a este nuevo mundo I

Al día siguiente, Jack se despertó muy temprano, listo para comenzar el día.

Al ir al baño, se conformó con simplemente tomar una corta ducha fría ya que no había pasta de dientes ni cepillo de dientes, aunque no hubiera usado este último incluso si lo hubiera. Después de todo, no se habría cepillado los dientes con un cepillo de dientes usado.

Una vez terminado, se secó y se puso unos vaqueros, un sencillo polo negro que le quedaba grande y unos zapatos rojos, habiendo optado por salir de civil ese día. Al hacerlo, obtendría el beneficio de no llamar demasiado la atención sobre él durante el día.

Jack abrió una [Cámara] para comprobar si no había moros en la costa, y una vez que estuvo seguro de que así era, regresó a la superficie, no sin antes apagar el generador, habiéndose olvidado de apagarlo la noche anterior.

Afuera, el cielo estaba oscuro – empezaba a creer que ese era el clima estándar del lugar – con la luz del sol apenas traspasando las nubes y como consecuencia de esto, había poca visibilidad. No ayudó que fuera temprano, alrededor de las 7 u 8 am según su estimación aproximada.

Respirando profundamente para mentalizarse, se preguntó: '¿Y ahora qué?'

'Primero recopilamos información y luego podemos ir a buscar trabajo. Es lógico" Se decidió por un curso de acción.

La mejor manera de recopilar de forma segura la información necesaria sobre la ciudad, sus jugadores y la historia del mundo era ir a una biblioteca y utilizar su red para buscarla.

El problema era que no tenía la menor idea de dónde estaba ubicada dicha biblioteca. Ayer, durante su breve exploración, no identificó ni encontró un lugar que pudiera ser una Biblioteca. Si a eso le sumamos el hecho de que no tenía un mapa de la ciudad y no conocía la distribución del lugar, no le entusiasmaba la idea de deambular sin rumbo por la ciudad con la esperanza de toparse con una biblioteca.

Por suerte, la solución a su problema fue sencilla. O compró un mapa de la ciudad, lo cual no era una situación ideal ya que no podía leer ni orientarse con el uso de un mapa físico, o podía pedirle direcciones a alguien.

Y sabía qué opción elegiría.

Caminando por las decrépitas calles, Jack se acercó a la primera persona con la que se topó y que no lo estaba mirando con mirada calculadora.

"Disculpe señor", dijo agradablemente, sonriendo al hombre. Un hombre de mediana edad, calvo, con una expresión severa en el rostro, vestido con una gruesa gabardina, un sombrero y un par de anteojos cuadrados, giró la cabeza para mirarlo. "Estoy perdido y buscando la biblioteca pública, ¿puede indicarme el lugar, por favor?"

"..." El transeúnte miró a Jack contemplativamente, mirándolo con una mirada vacía que parecía preguntarse si eras real. Al poco tiempo, después de un breve silencio, respondió secamente. "Eres nuevo en la ciudad, ¿no, hijo?"

Jack parpadeó ante la respuesta, sorprendido por su reacción y la pregunta no relacionada. Desconcertado, le tomó algo de tiempo orientarse y cuando abrió la boca para responderle, el hombre mayor se le adelantó.

"Un consejo amistoso, hijo. Sal de la ciudad y regresa a donde vienes si puedes permitírtelo", dijo, sacudiendo la cabeza y luego agregó. "Créeme, no durarás ni una semana en esta ciudad con esta actitud. No eres lo suficientemente desconfiado, el objetivo perfecto para los mafiosos. Odio ver a otro joven recién llegado convertirse en presa y víctima de las realidades de la ciudad. No sé lo que estás buscando, pero no está aquí. Gotham es una ciudad que rompe el espíritu de los ingenuos y optimistas, hijo. Te masticará y te escupirá como una cáscara rota. Créeme, "Deja este agujero de mierda. Corre y no mires atrás".