Corazón de Cristal

Capítulo 35

Britney Murphy
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Camino rápido entre los pasillos de la academia intentado encontrar a Niss ¿Dónde estará?

Pensé que estaría en las gradas cuando llegue, pero no estaba ahí ni siquiera alguien sabía dónde ella estaba ¿Por que no estaba ahí?

Me detuve un momento con el corazón en la garganta, tengo un montón de emociones recorriendome el cuerpo cuando recuerdo lo que sucedió hace una semana, antes de irme.

Bailo conmigo en el pueblo y me compro cualquier tipo de comida que se nos atravesaba, ella me hizo sentir feliz.

Dios ¿Me gusta mucho? Parece que si porque solo pensar en ella me acelera el corazón.

¿Debería decírselo? ¿O me debo quedar callada?

—¡Britney!—Mi búsqueda se detiene ante la voz repentina..

Me gire encontrandome con Karent, el principe tenía una gran sonrisa.

—Eh.. hola ma...—intento saludar pero el vuela rápidamente hasta mi y en un movimiento abrupto sus brazos me rodean antes de alzarme y darme una vuelta.

—Al fin volviste.—Tomo mi mejilla con delicadeza viéndome con una sonrisa que parecía encantadora.—Te extrañe mucho.

¿Que estaba sucediendo?

Una sensación de incomodidad me recorrió todo el cuerpo y intente controlar la mueca que quería formarse en mi boca.

—Emm claro.—Dije incomoda estando en sus brazos ¿Por qué me estaba abrazando? —¿Podrías soltarme?

Su sonrisa murió, hundió las cejas confundido.

—¿Quieres que te suelte?.

—Si, por favor.—No hizo lo que pedí.—Majestad...

—Estas molesta por lo que dije de tu "amiga"—Le ví mal y suspiro viéndome con pesar.—Solo estaba diciendo la verdad, tienes un nivel de poder magnífico ¡Podrias llegar muy lejos! Claro, si te juntas con la gente indicada.

—¿Y según usted quien es esa gente?—Pregunto molesta.

—Bueno, obviamente yo.—Sonrie coqueto, hice una mueca.—Conozco gente, puedo presentarte a grandes magos e incluso incluirte en la relaeza.. puedes ser una maga de alto rango. Solamente tienes que dejar de hablarle a esa chica y..

—¿Quien te crees tu para venir a decirme con quién tengo o no tengo que juntarme?—Solte molesta.—No tienes ningún derecho.

—Solo te digo...

—No me interesa lo que tenga que decir.—Solte aún más molesta.—Y quitame las manos de encima.

Lo empuje lejos, se vio confundido antes de verse así a mismo, me sacudí el vestido.

—No se que es lo que crees.—La hable sería.—Pero no tienes ningún derecho de venir a decirme que puedo hacer y que no ¿Acaso crees que soy una cosa y tú mi dueño? Estas equivocado, ni siquiera te conozco y de verdad que me deje llevar por la primera vez que te vi, eres idéntico a Enrique.

Al parecer mis palabras le molestaron porque su rostro confundido y que podría tomar como amigable cambia rápidamente a uno molesto.

—No me compares con ese humano.

—¿No debería?—alzo mi ceja viéndolo de arriba abajo.—Pense que eras un chico dulce, de buen corazón pero terminaste siendo todo lo contrario.

Me miró perplejo, me di la vuelta para largarme de ahí pero rapido me agarro del brazo, me dió la vuelta bruscamente, mi pecho pegó con el suyo y le veo con mis ojos abiertos.