Diane Ling
————
Capitulo veinticinco.
Tengo quince años.
Mi cumpleaños no fue nada divertido.
Estuve rodeado de caras largas y de ancianos, lo único divertido fue en la mañana cuando fui al bosque donde Zastatiel, el guardian del bosque me nombró su rey.
Luego de eso baile con las criaturas del bosque, busque a Rea y ambos entramos a este maravilloso lugar que la ama, mi Aldesti tiene doce años y es la chica más hermosa de todas.
Aun no hemos tenido interacción romántica, no la he invitado a alguna cita o algo así. Quiero que disfrute su niñez y su adolescencia, y cuando esté lista para mí la empezare a enamorar.
Rea es la chica de mi vida, es difícil no decirle que la quiero cuando me mira con esos ojos verdes que brillan y son amorosos.
Oh, espero que si en algún momento en un futuro tenemos una familia, tengamos una niña con sus ojos.
Sería el hombre más feliz del mundo.
Claro, debo escribir sobre mis descubrimientos aquí.
Se acerca una guerra, El reino de Fridecht y el director y subdirector de Sinag quieren apoderarse del bosque.
Y no puedo permitir que eso suceda.
La academia esconde muchas cosas ¿Lo sabes Cierto? ¿Tu también puedes sentir la oscuridad que envuelve aquel lugar?.
Hay algo.. que nadie sabe y que descubrí hace no mucho. Existen pasados secretos que no se a donde llevan, pero todos tiene algo en sus paredes.
Y son escorpiones que se mueven cuando los tocó. Me guían hacia una habitación abierta que está en el ala sur de la academia, el ares esta abandonada, nadie pasa por ahi y hay unos enormes puertas, es una habitación cerrada que en el interior tiene una pintura de los dioses.
Pero hay un quinto.
He intentando buscarlo.... Intentando averiguar pero no hay nada, la guerra sue se avecina me podría atrasar para encontrar lo que sea que se oculta en Sinag.
Guardo el diario en mi bolso mientras camino por el pasillo que lleva a aquel lugar.
Las palabras de Kalessi se repiten una y otra vez en mi cabeza.
Sostengo el relicario en mi mano.
Mi padre sabía que se ocultaba algo, no sé si lo descubrio y no puedo leerme su diario para averiguarlo porque sería tiempo muy atrasado.
La enormes puertas donde el niño azul me trajo aparecen frente a mi, abro aquellas puertas tragando saliva al adentrarme y cierro detrás de mí.
Siento que mi corazón saldrá de mi pecho al ver la pintura de los dioses, dos hombres y dos mujeres rodean a un hombre de negro que parece brillar.
Este lugar aparece estar conectado de alguna forma con el castillo pero no pertenece a él, es complicado de explicar.
Miro el suelo donde hay una alfombra roja, busco en el bolso que traje una navaja para cortarla.

ESTÁS LEYENDO
Corazón de Cristal
FantasíaDiane no cree en la magia.. mucho menos en las criaturas increíbles y mágicas de las cuales su mejor amiga le a hablado desde pequeña. Tampoco creía en la academia de magia de la cual siempre le hablaba y decía que quería ir cuando tuviera diecisiet...