Capítulo 13

2 1 0
                                    


Abro los ojos de repente. Siento un enorme dolor en el pecho. ¿Estoy teniendo un paro cardiaco? No, no es eso. Es otro tipo de dolor. Tristeza, estoy sintiendo demasiada tristeza. ¿Por qué?

No estoy en la librería. Y Jonathan no esta conmigo.

Estoy en un antiguo cuarto, completamente sola.

Sin tener control sobre mi cuerpo mis manos van directo a mi cara y es cuando me percato de que estoy llorando y que, al parecer, tenía maquillaje puesto.

No estoy entiendo que esta pasando. Solo sé que quiero seguir llorando como si no hubiera un mañana.

Un corazón roto, eso siento. Despecho.

Mis ojos húmedos van hacia mi regazo en donde descansa un dibujo viejo de una chica con una pequeña escritura algo torpe "para mi querida Silene". Oh parece que soy una tal Silene, ¿soy la del dibujo? ¿quién lo hizo? No hay autor.

Mis torpes manos mojadas con lágrimas tomaron con delicadeza el dibujo, llevandolo a su pecho con demasiado amor.

-Tu deberías ser quien me espera en el altar, no él. Se suponía que debías ser tú—rompo nuevamente en llanto.

Y es cuando me doy cuenta que tengo un vestido de novia puesto.

Tengo el corazón roto. En una boda. En mi boda. Llorando por un amor que no pudo ser.

Cuando escucho la puerta abrirse, es cuando todo vuelve a desaparecer.

Y nuevamente me hundo en la oscuridad.

°°°

-¿Harrison? ¡Harrison! ¡Hey, Lily! —siento una voz que me llama a la lejanía y algo que me esta sacudiendo con preocupación. Cuando abro los ojos con dificultad veo unos flamantes ojos verdes que me miran con consternación, no, preocupación. — ¡Lily! ¡Despierta! ¿Qué ocurre?

Oh, es Jonathan. He vuelto a la normalidad. Solo ha sido un estúpido sueño.

-¿Jonathan? ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan alarmado? —veo que esta amaneciendo, pero todavia somos los únicos dentro del lugar.

-No lo sé, tú dime— pregunto con un tono nervioso — Comenzaste a llorar de la nada. Fui a dejar el libro en el estante y te encontré así.

-¿Llorar? —como instinto me lleve una mano al rostro, notando que estaba húmedo. Oh, habia llorado de verdad, no solo en el sueño.

-¿Qué sucedió?

-No lo sé, estaba en un sueño y no paraba de llorar.

-¿Un sueño? —ahora parecía más calmado — ¿Soñaste con el choque o con tu familia?

-No, no tenía nada que ver conmigo—suspiro— Olvidalo, tal vez lo mezcle con otras cosas que vi, tuvo que haber sido muy inconciente. Perdón por haberte asustado.

-Esta bien—le restó importancia.

-¿Te ha pasado? El tener sueños raros.

-Bueno, sí. Es parte del ser humano soñar, ¿no? Solo que... —hizo una mueca— A veces cuando eres un alma en espera suelen atormentarte. Hace mucho tiempo que no duermo porque suelo soñar con... las cosas que pasaron.

-Entiendo... —solté por lo bajo. Supongo que prefiero no volver a soñar algo así, tomaré la idea de Jonathan— ¿Qué hora es?

-Tiempo de desayunar, ¿a dónde quieres ir? —sonreí al escuchar eso y más cuando él me tendió la mano para levantarme. Ahora que veía bien a Jonathan tenía un aspecto más descontracturado, su cabello estaba más desordenado y su pantalón algo arrugado.

-Deberías usar más seguido así el cabello, te queda bien.

-Ojala pudiera decir lo mismo de ti— alcé las cejas sorprendida— Pareces un erizo aquí arriba— se señaló la parte superior de la cabeza— Tal vez quieras acomodarte eso.

-Nadie puede verme.

-Yo sí, y me molesta visualmente. Ve a peinarte. — sonrió de forma burlona.

Agh, eso me pasa por ser amable con él. 

Un vínculo eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora