CAPITULO 9 FIESTA

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El primero en llegar al evento fue el Director Jiménez, Piper se sentó con el para hacerle compañía mientras llegaba alguien mas, Phoebe fue a buscar a su sobrino y Prue fue a ver como iban las cosas en la cocina.
-¿Puedo pasar?- pregunto la peli rosa al mismo tiempo que tocaba y abría la puerta.
-Adelante- le dijo el castaño dejando el celular a un lado.
-La gente ya empezó a llegar, ¿ya estás listo?
-Sí, ya- respondio levantándose- que guapa te ves- la elogio.
-Muchas gracias- se acercó y le beso la mejilla- tienes buen gusto, y espero que siga asi- le guiño un ojo.
-¿A que te refieres?- pregunto.
-Nada- dijo quitándole la importancia- vamos, que ya nos esperan- lo abrazo por los hombros.
-Bien- dijo tratando de no sonar resignado- vamos.
-Todo estará bien- salieron de la recamara- todos son muy agradables, no te sientas presionado, solo déjate llevar, flojito y cooperando- le dijo despreocupada.
-Flojito y cooperando- repitió riendo el castaño mientras bajaban las escaleras.
Habia decidido sacudirse todos los malos pensamientos, amaba a sus padres, y fue feliz, muy feliz mientras compartía su vida con ellos, pero también habia otro tipo de vida, siempre lo supo, y quería darse una oportunidad fuera de esa burbuja, estaba cansado de estar solo, ahora lo entendía.
Estaba nervioso, si, ansioso también, tenía miedo, por supuesto, pero en las semanas que tenía en Anáhuac habia experimentado algunos eventos antes ajenos a su tipo de vida.
Para empezar, vivía con tres mujeres adultas que no se comportaban como tal, y no se refería a la madurez, sino al hecho de que no eran lo que la sociedad esperaba, ellas eran mejor que eso, se comportaban como alguien en los veintes o treintas en un cuerpo de cincuenta, pero con la madurez requerida, y la verdad le gustaba mucho.
Y por primera vez estaba usando un tipo de ropa el cual nunca imagino en el, también estaba disfrutando de platillos de los cuales solo habia leído, visto en televisión o en internet, tenía una vida muy diferente a la de antes. Sabia que a sus padres les gustaría que el se diera una oportunidad en esa nueva vida, y lo de regresar a Amarillo, no sabía cuándo seria, lo único que sabía era que sería después de terminar su trabajo en el Kinder.
Salieron al jardín y Fluke se quedó quieto un momento admirando lo bello que habían decorado, se veía muy pintoresco, parecía un picnic, como en las películas, no pudo evitar sonreír, todo estaría bien.
Habia un par de carpas de color blanco, cada una de estas, tenía una mesa larga con ollas llenas de comida, bebidas, postres, entre otras cosas, era un buffet, Dios, parecía que a sus tías se les habia pasado la mano, solo un poco. También habia alrededor de cinco mesas en cada carpa con sus respectivas cuatro sillas, los manteles de colores relucían alegremente, tenían un jarrón con flores frescas en medio.
Visualizo a su tía Piper sentada en una mesa junto con su futuro jefe, en otra mesa habia un par de jóvenes mujeres, que obviamente no conocía, le saludaron con una enorme sonrisa, el respondio agitando una de sus manos.
-¿Quiénes son ellas?- le pregunto a su tía mientras bajaban las escaleras que daban al pasto.
-La pelinegra trabaja en la comisaria- respondio- se llama Nancy, y la castaña a su lado, es Martjha, ella será tu compañera de trabajo, también es profesora en el Kinder.
-Parecen agradables, me saludaron como si me conocieran- la miro con el ceño fruncido.
-Lo son, y acostúmbrate- volvió a abrazarlo- muchos te saludaran como si te conocieran de siempre, ¿recuerdas el día que fuimos a Cuauhtémoc?
-Como olvidarlo, ustedes parecían el señor presidente- se rio.
-No me refiero a eso, sino a que cuando te conocieron, el gusto de hacerlo, fue sincero- recalco riendo divertida.
Y si, asi habia sido.
-En lugares pequeños como estos, tenemos algo arraigadas cierta educación de antaño, no aplica a todos- le guiño un ojo- mira- señalo a su hermana y exnovio- ya te esperan- apretó con cariño su hombro y se alejó.
-Fluke- se levantó el hombre y se acercó hacia ellos.
-Bienvenido Director Jiménez- lo saludo extendiendo su mano para estrecharla.
-Gracias por la invitación, y puedes llamarme Manuel, estamos fuera del trabajo- le guiño un ojo.
-No sé si podría- dijo mirándolo a el y después a su otra tía- Piper te ves muy bien- le dijo a esta.
-Gracias pequeño, igual tu- le sonrió enganchando su brazo al del Director.
Fluke contuvo una pequeña sonrisa, parecía que las cosas iban bien para ellos.
-¿Y ya estas listo para el Lunes?- pregunto su futuro jefe.
-Mas que listo- respondio con una gran sonrisa.
-Excelente, voy por unas bebidas, ¿quieres una?
-Asi estoy bien, gracias.
-Eres el personaje principal, disfruta- le palmeo con cariño en hombro.
-Usted también disfrute- respondio mirando a su tía con una pequeña sonrisa picarona.
-Mientras, puedes acompañar a la mesa a esta señorita.
Lo vieron alejarse a la larga mesa del buffet.
-Alguien tiene mucho que contar- arrastro a la peli azul hasta la mesa donde antes habia estado sentada.
-Nada de eso, solo nos estamos poniendo al día- respondio algo arrebolada.
-No parecía eso- insistió separándole una de las sillas para que se sentara.
-Gracias- asintió sentándose- es solo un coqueteo inocente- le quito importancia agitando una de sus manos.
-Si tu lo dices- ya estando también sentado le sonrió levantando sus cejas.
-Ya te quiero ver- le dijo la mujer mirando como Manuel iba de nuevo hacia ellos.
-¿Ya me quieres ver?- cuestiono con una ceja levantada- no lo creo, nunca me han importado esas cosas- le dijo.
Y lo dijo de verdad, bueno, casi. No es que no creyera en el amor, lo hacía, su mas ferviente y real ejemplo eran sus padres, pero también sabía que encontrar algo asi, era una en un millón, nada imposible, pero si muy pero muy difícil, asi que ciertamente se dio por vencido de encontrar su otra mitad incluso antes de empezar a buscarla. 
-Aquí están las frías- el pelinegro dejo dos cervezas Dos Equis Laguer y un tarro con su mezcla lista para la michelada, que era para su acompañante.
-Bueno, los dejo ponerse al día- el castaño se despidió y se levantó.
Fue hacia la casa, no habia visto a sus otras dos tías, iría a buscarlas, no le gustaba ser el mal tercio.
-Yiwa- llamo a la joven pelinegra que llevaba una bandeja llena de vasos de cristal- ¿sabes dónde están Prue y Phoebe?
-Ellas están adentro- respondio- ambas en la cocina.
-Gracias- fue hacia la casa.
Ellas eran las que lo habían arrastrado a esa fiesta, asi que no dejaría que lo dejaran solo, al menos las dos que seguían solteras.
-Fluke, creí que estabas afuera- le dijo Phoebe con tono nervioso, parecía algo inquieta, pero no le tomo importancia.
-Lo estaba, vine a buscarte por que te desapareciste.
-Vine a ver como estaban las cosas.
-¿Dónde está Prue?
-Sigue en la cocina, pero no tarda en acompañarnos, vamos con los invitados- lo jalo llevándolo de nuevo afuera.
Después de una hora, el lugar se llenó, sus tías tenían demasiados conocidos, pero estaba haciendo su mayor esfuerzo para no engentarse. Hablo como si le hubieran puesto baterías, los demás también charlaban, bebían, y bailaban sin parar.
Cuando el dolor de cabeza se volvió casi insoportable, cambio su gaseosa por cerveza, no estaba acostumbrado al alcohol, asi que trato de no tomar muy aprisa, y aun asi, pronto termino algo achispado.
Sus tías lo observaban atentamente.
-Fluke no se ve bien- dijo Phoebe.
-Obvio que no, ha estado brindando con todos los invitados- opino Piper preocupada.
-Voy por el, no queremos que su Alfa lo vea por primera vez en estado etílico- se levantó Prue y camino hacia el.
El castaño estaba hablando con Kao y Earth, parecían bastante entretenidos, aunque era obvio que lo estaban interrogando, el alto era el Beta y mejor amigo de Ohm, y el rubio el esposo del antes mencionado.
-Hola chicos- saludo en cuanto llego hasta ellos.
-Hola Prue, gracias por invitarnos- le saludo Earth.
-¿Cómo ha estado?- Le cuestiono el mas alto con una sonrisa.
-Todo muy bien, gracias- respondio- y, a ustedes gracias por venir- esta vez le dijo al que era un poco mas alto que su sobrino- lamento la interrupción- abrazo por lo hombros a Fluke- pero necesito hablar con mi sobrino- se disculpó.
-No se preocupen adelante- les dijo el pelinegro.
-Vamos a que te refresques un poco- lo guio hacia la casa.
-Tienes razón, tengo algo de calor- concedió en tono alegre tratando de caminar a la par que ella, pero trastabillando un poco.
Las otras dos Natouch se levantaron y fueron a reunirse con ellos. Habían buscado al Alfa entre la gente, pero este brillaba por su ausencia, aunque no se preocupaban mucho porque todavía era temprano.
-Lávate la cara con agua helada- le ordeno la mayor de sus tías.
-Si- dijo mientras iba al baño con un contoneo algo gracioso.
-¿Todo bien?, ¿cómo esta?- pregunto presurosa Phoebe en cuanto llego.
-No esta tan mal como creí- respondio aliviada la peli morado- solo esta algo relajado- sonrió dejándose caer en uno de los sillones.
-Gracias al cielo- suspiro aliviada Piper también sentándose.
-Veámosle el lado amable, se está abriendo con las personas, ya no se siente tenso- Phoebe trato de relajar el ambiente- la verdad el pobre se esta esforzando mucho- se sentó a lado de Prue.
-Tienes razón- concedió la peli azul- sabemos que Fluke no es muy social, pero ha estado haciendo un gran esfuerzo solo para complacernos.
-No quiero imaginar la cara que pondrá cuando sepa lo de Ohm- les susurro Phoebe emocionada.
-Dios, siendo sincera, tengo miedo- con esa confesión Piper hizo que sus dos hermanas se giraran a mirarla- digo, ya saben como son de posesivos los Hombres lobos- bajo la voz con esto último.
-Piper, ya hablamos sobre esto- dijo la mayor.
-Un montón de veces- recalco la menor.
-Lo sé- siseo la de en medio mirando furtivamente el pasillo que daba al baño donde estaba su sobrino- y no es que no confié en el Alfa, pero, ¿qué pasara si Fluke no lo acepta? ¿Cómo lo tomara?, ¿y si lo obliga a algo?- cuestiono cada vez mas angustiada.
-Piper, cariño- susurro alarmada Phoebe yendo a sentarse a su lado y tomándola de las manos- como dijo Prue, ya hemos hablado mucho de esto, es cierto que los hombres lobo son muy posesivos- le hablaba con cariño, como si lo hiciera con una niña- pero también sabemos- apretó su agarre- que lo que tienen de posesivos, lo tiene también de protectores, no permitirá que le pase nada malo a Fluke- le sonrió.
-Lo sé- concedió la Chef- pero aun asi tengo miedo- repitió mirando de nuevo hacia el pasillo- el pobre ha pasado por tanto.
-Lo sabemos- esta vez fue Prue quien hablo y se acercó a sus hermanas- su vida no ha sido fácil, aunque el crea que fue una vida normal, no lo fue- unió sus manos a las de ellas- y ahora se presenta una situación que lo puede trastocar.
-Creo que hará mas que trastocarlo- Piper suspiro pesadamente- pero todo ya esta escrito, ellos deben de estar juntos- dijo entre resignada y emocionada.
-No te estamos diciendo que todo será vida y dulzura- intervino la peli rosa- pero nada en esta vida lo es- le sonrió- lo que si sabemos es que son perfectos el uno para el otro.
-Esta bien- bufo- ya me tranquilizaron en ese tema- dijo resignada- pero, ¿el otro asunto?- insistió.
-Fluke ya viene- exclamo presurosa la mayor levantándose de golpe y yendo hasta el- ¿cómo te sientes?- escucharon sus hermanas que preguntaba al castaño.
-Devolví el estómago… un poco- respondio con los ojos aun llorosos y las mejillas coloradas.
-¿No bebes mucho verdad?- le pregunto acariciándole con cariño la espalda.
-Nunca bebo, no estoy acostumbrado- confeso con una sonrisa torcida que se le congelo en cuanto vio que no estaban solos.
-Me lo imagine- lo abrazo por lo hombros ignorando su incomodidad- vamos- lo guio hasta donde estaban sus hermanas.
-¿Cómo te sientes?- pregunto la peli rosa acercándose a ellos seguida de su otra hermana.
-Un poco mareado- les sonrió avergonzado- perdón, espero no haber arruinado la fiesta- dijo empezando a caer en la realidad.
-Nada de eso- se apresuró a decirle la Peli Azul - todo esta bien.
-Pero…
-Pero nada- intervino Phoebe- solo te veías algo acalorado- lo apaciguo.
-Gracias a Dios- dijo bufando agradecido y desplomándose en el sillón mas cercano.
-Solo descansa unos minutos mas- le recomendó Prue- la fiesta apenas empieza.
-¿Apenas?- chillo enderezandose como si tuviera un resorte en la espalda.
-¿Se te ha hecho larga la fiesta?- le pregunto Phoebe sintiéndose culpable, ella fue la que empezó con todo eso.
-Perdón- gimió tapándose la cara con las manos- soy un caso perdido para socializar.
-No pidas disculpas- dijeron dos de sus tías al unísono.
-Solo denme unos minutos y podre regresar a la fiesta, fresco como una lechuga- les aseguro yendo de nuevo al baño, se refrescaría la cara de nuevo, algo mejor, tomaría una ducha rápida.
Te daremos tus cinco minutos- aseguro la mayor de las Natouch haciendo una señal a las demás para que la siguieran y dejaran descansar un poco a su sobrino.
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Ohm se detuvo frente a la casa Natouch, pero no apago el motor, solo puso neutral y se quedo ahí con la cabeza recargada en el respaldo.
-¿Nos vamos a bajar?
Después de varios minutos el lobo se atrevió a preguntar con un bufido. Ohm sin poder evitarlo también bufo.
-Déjame en paz- susurro tallando sus ojos.
-Nuestra Luna esta detrás de esta barda, y si no has sentido su delicioso olor, es porque estas muerto- siseo.
-No dramatices- hablo en voz baja sin abrir los ojos.
-Ya prometí que no hare una locura, no quiero que el nos odie- recalco.
Ohm no contesto, ciertamente estaba muy nervioso, asi que ambos guardaron silencio.
-Ohm-llamo Dean de nuevo después de una buen rato.
No obtuvo respuesta, no quiso presionar, su parte humana y el eran muy diferentes, y eso le dolía, sabía que a Ohm también le afectaba, pero no siempre fue asi, hubo un tiempo en que los dos congeniaban como dos piezas de rompecabezas y soñaban con su Mate, la Luna que no solo a ellos los amaría, sino también al resto de la manada.
Pero los años pasaron y ella nunca apareció, y muchos podrían decir que Ohm era un exagerado por tomarse tan mal ese hecho, ya que algunos hombres lobos tardaban siglos en encontrarla, si, siglos, pero si algo caracterizaba a la manada Luna Azul era que casi, por no decir todos sus miembros encontraban a su destinada (o) a muy corta edad.
Si las cosas salían bien, la relación entre ellos podría mejorar muchísimo, para empezar, podrían congeniar al querer hacer feliz a su Mate, debía de ser una prueba de la Diosa Luna, sonrió esperanzado.
-Tampoco quiero que nos odie- susurro Ohm con voz ronca, sacando a Dean de sus cavilaciones- independientemente de si lo acepto o no.
-Tenías que arruinarlo- respondio el lobo después de unos segundos.
-Llego el momento- Ohm apago el motor, tomo el celular para ver la hora, pero este estaba apagado- lo que faltaba- susurro.
Aun asi se metió el celular en uno de sus bolsillos de la camisa y abrió la puerta bajando del Jeep metiéndose las llaves en su bolsillo delantero del pantalón.
-Por fin lo volveremos a ver- exclamo emocionado el lobo sin poderlo evitar.
-Si quieres tener una oportunidad con Fluke - empezó en voz baja- no debes hacerte presente- le repitió por milésima vez mientras se encaminaba se acomodaba la camisa.
-Ya lo prometí, solo estoy expresando un poco la euforia que siento- le dijo con voz molesta.
-Entendido- susurro acomodándose el cuello de la camisa con manos temblorosas.
Tomo un par de respiraciones y con paso decidido se dirigió a la entrada principal, cuando llego hasta el portón jalo la gruesa soga que estaba encima de su cabeza haciendo sonar la campana dorada.
Ohm si habia percibido ese delicioso olor a cítricos, cada vez se sentía mas inquieto, pero ni loco lo demostraría, no sería tan débil como lo era su parte animal. Trago saliva.
-Buenas tardes Comisario- una voz femenina interrumpió sus pensamientos- bienvenido - le dijo una joven de cabello negro con una gran sonrisa.
-Hola Yiwa, ¿cómo estas?, ¿qué tal tu familia?- la saludo- la chica era prima de su secretaria, además de que ambas pertenecían a la manada.
Aproximadamente el veinte por ciento de la ciudad eran de Luna Azul, el otro tanto era otro criatura y el resto eran humanos.
-Todos bien, gracias por preguntar, por favor sígame- le pidio haciéndose a un lado y señalándole educadamente con una mano el camino empedrado que llevaba hasta la fiesta.
Asintió y la siguió, el camino estaba decorado con flores y globos de muchos colores, se veía muy diferente a la última vez que habia estado ahí.
La siguió y antes de que avanzara mas de diez pasos, lo abordaron su mejor amigo, el Omega de este, y sorpresivamente, detrás de ellos venia la Chaman, genial.
-Hasta que llegas- se apresuró el rubio llegando hasta el con mirada preocupada.
-Hola también a ustedes- les dijo.
-Alfa- le llamo con censura la canosa- te estabas tardando.
-Como dije, hola a todos- apretó el hombro de su amigo pidiendo paciencia.
-¿Están listos o necesitamos una buena charla?- interrumpió la canosa dirigiéndose a Ohm.
-Ya hablamos- le respondio- y si- la detuvo antes de volviera a hablar- fue una plática larga y extensa.
-Bien, eso me tranquiliza.
-Por favor Del, no soy un niño- dijo el pelinegro ya un poco cansado del todo el asunto.
-Cierto, pero tienes una parte algo irracional.
-Ya te dije que hablé con esa parte- la muro duramente- ¿dónde esta el?- miro alrededor detrás de ellos.
-Hace rato fue dentro de la casa junto con sus tías- esta vez hablo Kao- el pobre estaba algo ebrio, asi que vino Prue y se lo llevo.
-¿Ebrio?- cuestiono con el ceño fruncido mirándolo.
-Parece que el chico es bastante introvertido- le dijo el rubio- y para sobrellevar las cosas se le pasaron las copas.
-No lo justifiques- pidio el Alfa- al chico le gusta la copa- dijo con tono decepcionado.
-No lo justifico- le dijo indignado levantando el mentón- el me lo dijo.
-¿Qué?- los tres se giraron a mirarlo.
-Tu fuiste por bocadillos- le dijo a su marido- y fue cuando Fluke llego conmigo- se encogió de hombros.
-Cierto- dijo el Beta- cuando regrese con un platillo de momias  (salchicha de hot dog envuelta en tocino) el ya estaba ahí.
-Ok- hablo Del- aclarando que no es un alcohólico- miro significativamente al Alfa- ¿podemos regresar a la fiesta?
-Yo vengo llegando- bromeo Ohm adelantándoseles.
-Oye espera- se le emparejo su amigo- ¿Cómo te sientes?
-Estoy bien- respondio sin detenerse.
-No me quiero poner pesado, asi que te creo.
Ohm rio sin poder evitarlo, y eso tranquilizo al resto.
-Ven por acá, esta es nuestra mesa- le señalo Earth emocionado.
Apenas tomaron asiento, se les acerco un joven con pantalón negro de vestir y camisa blanca manga corta.
-Bienvenidos, ¿qué les traigo de beber?
-Hola, tráenos una cerveza a cada uno- pidio la mayor al chico.
-Ya se las traigo- le sonrió el pelirrojo, se giró y se alejó.
-¿Por qué llegaste tan tarde?- le pregunto el rubio a Ohm.
-Tuve algunas diferencias con Dean, asi que nos quedamos charlando un rato.
-Dean mírame- pidio la anciana.
-El no esta aquí- expreso molesto Ohm- como te dije, ya hablamos.

-Dean- insistió mirándolo intensamente con un rictus dividido entre incertidumbre y orden.
-El no va a hablar- le miro enfadado y dejando salir a su parte animal, haciendo que sus ojos se notaran dorados.

CACHORROWhere stories live. Discover now