Plan: odia a Stiles Stilinski.-Sterek.

12

Stiles eleva su vista cuando la campana del lugar resuena. Divisa a Derek rápidamente y da una mirada al reloj de la pared, que marca las siete de la mañana. El peli-negro lleva su ropa de trabajo, color azul marino, con una campera gruesa para cubrirlo del frío. 

El peli-negro deja que la puerta se cierre detrás de él mientras, con disimulo, busca con la mirada a Stiles. Cuando sus ojos hacen contacto con los del oji-marón, una pequeña sonrisa aparece en su cansado rostro. Incluso a la distancia, nota las ojeras debajo de sus ojos. 

-Hey, bienvenido.-Stiles le sonríe amistosamente cuando el mayor se pone de pie frente al mostrador. 

-Buenos días.-Contesta Derek, sentandose en el taburete frente al mostrador. Stiles lanza una mirada hacia la única mesa ocupada, solo para estar seguro de que la persona no necesita nada antes de volver su mirada hacia Hale.

El peli-negro luce algo adormilado, por lo que, para dale un momento, Stilinski comienza a preparar el desayuno para el hombre. Hace un chocolate caliente, el cual sirve en un vaso para llevar y busca de la cocina un pedazo de tarta de ricota que acababa de hacer.-¿Has estado dumiendo bien?.-Pregunta cuando vuelve al mostrador, al notar los ojos del peli-negro casi cerrarse del cansancio. 

-Ayer no dormí bien.-Menciona.-Debí hacer una guardia toda la noche y hubo demasiado movimiento.-Toma la taza descartable que Stiles empuja frente a él.-¿Chocolate calienta?.-Dice, mientras sus cejas se elevan. 

Una sonrisa de disculpa aparece en el rostro de Stilinski.-Siento que no hayas podido descansar bien.-Murmura, apenado.-Y es chocolate caliente porque bebes demasiado café. Y porque debes probar cosas nuevas.-Le guiña el ojo. 

Derek lo inspecciona con atención, en completo silencio. Su mirada puesta en el rostro de Stiles, el cual, últimamente, parece apreciar más tiempo. ¿O solo era Stiles imaginando cosas? Tal vez. 

-Bien, probaré cosas nuevas.-Derek lleva su mirada hacia la tarta, al fin dejando de mirar al rubio. Stiles iba a sonrojarse si no dejaba de verlo así.

Toma el tenedor que se encontraba a un lado del plato y corta un pedazo, el cual lleva a su boca. Saborea, con sus ojos cerrándose momentáneamente y gime bajo. 

Puta mierda. 

Las mejillas de Stiles arden como el infierno.-Esto es como tener un orgasmo.-Dice Derek, en tono adormilado. 

-¡Shh!.-Se apresura a silenciarlo el menor, con su rostro ardiendo en llamas, mientras lanza una rápida mirada hacia la mesa del anciano. Agradece que la audición de Edwin sea tan mala a veces.

Derek ríe tontamente.-¿Qué? Solo dije o...-Lo interrumpe. 

-Dios, Derek. En serio necesitas dormir.-Se queja Stiles. Siente que su rostro se va a prender fuego mientras lo escucha gemir en el siguiente trozo de tarta que lleva a su boca. 

-Es que cocinas delicioso.-El peli-negro se excusa. 

Stilinski sonríe avergonzado.-Gracias. Pero, por favor, deja de gemir como estrella porno en la cafetería a las siete de la mañana. Ahuyentaras a los clientes.

Hale echa un vistazo a la tienda y el reconocimiento parece golpearlo, porque ahora su rostro es el que arde. Baja su mirada por un momento mientras se disculpa, lo que logra que el rubio ria. 

-¿Has venido hasta aquí manejando luego del trabajo?.-Pregunta el más joven, frunciendo ligeramente el ceño.

Derek asiente.-Sí. Quería verte antes de ir a casa a dormir. 

Le toma todo un esfuerzo (y mucha fuerza de voluntad) mantener a raya las emociones que pasan por su rostro. Derek dormido o con sueño es la cosa más sincera que ha conocido.También la más cariñosa. Y el estúpido corazón de Stilinski hace un par de movimientos que solo hacen que el hombre lo odie. ¡Mantente a raya!