Tras una pausa, Chiara se aproximó al micrófono y pronunció: -Este es un mensaje para el chico que me besó en la fiesta del sábado... No sé quién seas, pero te voy a encontrar.
Estaba aislada en el estudio, una habitación a prueba de sonido, sin emb...
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Ser directa.
Cuando una decide tomar las riendas del asunto.
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Chiara permaneció en el aula 305 luego de que Andrew se marchó.
En vez de retirarse ella también, tomó asiento en el mismo pupitre de antes y aguardó, matando el tiempo con el móvil. Revisaba las redes sociales y leía discusiones de desconocidos sobre temas polémicos cuando los parlantes de las esquinas emitieron la música que antecedía al programa de radio universitario.
Ignoró el móvil para prestar atención, como siempre.
Aunque había reconocido a regañadientes que oía «Fracasados con onda» frente a su locutor y fundador, la realidad era que nunca se perdía el programa de Andrew. Luego de lo conversado el martes, se preguntó si sería igual para él, si acaso Andrew dejaba todo lo que estaba haciendo o reservaba el momento del día solo para oírla hablar por la radio. Era un pensamiento agradable, si bien de escasas probabilidades.
La voz del hombre surgió de los parlantes, ligeramente distorsionada por la vejez de los aparatos que llevaban décadas cumpliendo aquel propósito sin un correcto mantenimiento.
—¡Buenas tardes, damas y caballeros! Sean bienvenidos a otra jornada de... —Andrew estiró la vocal tanto como pudo, mientras una serie de sonidos alentadores lo acompañaban—, «¡Fracasados con onda!» ¡Wuju! Pero antes de comenzar con la programación habitual creo que todos estamos de acuerdo en que debemos conversar sobre los eventos de esta semana...
Oh, no. Chiara apretó los labios presintiendo por dónde iba la cosa.
Andrew no sería capaz...
Pero sí lo sería.
—Sabemos que los chismes y los rumores sucios son cosa de nuestra querida competidora, Chiara Lumina, pero considerando que esta vez ella es la protagonista, y el gran impacto que nos causó a todos, ¡tenemos que hablar de eso!
Se cubrió el rostro con las manos. Qué desastre.
—Hay que reconocer que nuestra querida Chiara está llena de sorpresas, ¡y qué valor! No creo que muchos tengan el coraje de anunciar eso en público. Luminosa, si estas escuchando esto, aquí en «Fracasados con onda» te enviamos todo nuestro respeto.
La forma en que lo decía daba a entender que era todo un chiste o una burla, aunque Chiara sabía que Andrew no le decía con mala intensión. Era la voz de un programa estúpido creado para generar contenido mediocre, no podía culparlo por cumplir su función, aunque los sonidos de fondo animando a las burlas no eran de su agrado. De hecho, sería muy feliz si los obviaran.
—Y ya que estamos en el tema —prosiguió Andrew—, yo también tengo un mensaje para nuestro ahora famoso besador nocturno. Hombre, es imposible que no sepas lo que pasa. ¿Por qué no has aparecido todavía? No es caballeroso hacerle eso a una dama. Déjame adivinar, ¿eres feo?
