Capítulo 62: Diagnóstico

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Aran tomo una muestra de sangre de Mihail, guardo todo en su maletin con compartimentos específicos para esta clase de exámenes, reviso una última vez el estado del anciano y salió del cuarto.

-realmente no veo nada fuera de lo normal, como dicen es probable que sea algún tipo de droga pero no hay problemas en el corazón, la presión, su estado es estable... Me preocupa que sufra abstinencia si lo drogaron por períodos prolongados o si tuvo una sobredosis pero tampoco veo ningún indicador de esto, haré un examen de sangre en el hospital y lo mantendremos en observación.

-¿debes regresar?

-a menos que tengas un laboratorio aquí, debo hacerlo.

Roma bajo la mirada, claramente tenía bien armado un sector para trabajar, pero no tenía un laboratorio.

-¿Crees que sea necesario uno? Digo, para implementar uno con el tiempo.

-esto no será eterno, es bueno que tengas un área destinada a la atención médica -se cubrió para reírse. - porque tienes tendencia a hacerte daño, pero un laboratorio no es un aspecto de uso continuó además también volveré al hospital con el tiempo.

-tú abuelo dijo que te tomes tu tiempo... Aunque no me gusta nada...

-nada te gusta. -sentenció aran y se dio la vuelta para ir por su chaqueta, toma lo tomó por la cintura y lo atrajo hacia él.

-todo lo que haces y dices me gusta, solo que odio pensar que estés de pie durante más de 4 hrs.

-pero contigo se está mejor y ya dije que mientras todo esto no se solucione no iré a trabajar. Mejor piensa como le diremos a mingan.

Roma bajo la vista, desde que llegaron a la casa mingan había estado durmiendo porque no pudo descansar demasiado después del viaje y todo lo que sucedió.

-primero veamos los exámenes y cuando regresemos le diré... ¿Qué le diremos?

Aran acarició su cabeza como a un cachorro.

-qué va a tener un hermanito o hermanita...

Aran, con él resguardo necesario fue al hospital, las enfermeras lo vieron entrar con Roma y un escolta, tenía más seguridad de la que estaban acostumbrados a verle ya que nicola no parecía tanto un guardaespaldas ni pasaba todo el día en el hospital ni todos los días, ahora la situación se veía sería.

Romina venía llegando a su turno, miró a aran hablando en la recepción con las enfermeras y su perro guardián de pie detrás. Algo salía de su orbita en esa interacción así que se acercó.

El aroma dulce de aran llego a sus fosas nasales, achino los ojos y se colgó de su hombro.

-romí... Me asustaste.

-veo que todo está muy bien entre ustedes... Quería verlo de cerca ya que este chico no vino a ningún chequeo más.

-no fue ecesario-apartó a aran de romina -no dejes que otros alfas te toquen.

-¡wowowowo! Calmate bestia-miró detenidamente al omega, la enfermera sonrió.

-doctora déjelos en paz.

-¿cuanto te pago Roma para que estés de su lado? -señaló a la enfermera y ella negó. -aran, te veo más entradito en carne... Sé que te alimentan pero ee alimento no engorda.

-este si. -afirmó Roma con seriedad. -debes decir cosas tan desagradables.

-así que es así... ¿Vienen a una revisión?

-no, me tomaré unos días libres, por eso estamos aquí.

-¿Estás embarazado pero querías seguir trabajando? Eres rico, porque tendrías que trabajar tanto.

-su esposo también es rico, pero no hay forma de hacerlo entender.

-la gente que si trabaja es así -dijo romina contradiciendo sus propias palabras. -vamos, antes de que se vayan, saquemos una foto del bebé.

Había pasado ya bastantes días desde su último ultrasonido, el bebé era demasiado pequeño pero ahora ya se notaba más la barriga así que esto emociono bastante a Roma. Siguieron a romina hasta el área de ginecologia. Estaba igual que siempre, calmado y silencioso.

-si sigues soltando tantas feromonas lo pondrás tenso.

-tranquila ya estoy acostumbrado.

Aran se acostó y fue roma quien aplicó el gel. Levantó su ropa y deslizó la punta de sus dedos por todo el espacio que romina señaló.

-Es un bebé muy grande y fuerte, tienes alrededor de 5 meses.

Los ojos de Roma no se despegaron del monitor, su respiración agitada y esa enorme cantidad de feromona.

-ya podemos saber el sexo del bebé ¿quieren?

-¡si!..

Aran carcajeo al escuchar la respuesta de Roma.

Cuando termino la consulta, roma llevo varias copias de la eco grafía, ni siquiera aran entendía como convenció a romina de darle tantas. El primero en tener una fue baltazar qué la guardo en su billetera antes de subir al auto.

-ester y ezra enviaran los resultados durante la tarde, así que sabremos como proceder muy rápido.

-¿ezra?

-si, él.

-no pareces tan emocionado como yo con el bebé. -baltazar miro por el retrovisor a Roma. Ese comentario fuera de lugar lo sorprendió, siempre es muy atento con las cosas de aran desde que están juntos otra vez.

-¿qué dices? Creo que quieres que me enoje.

-Es que estabas muy tranquilo durante la revisión, yo me emocione demasiado y tu ni siquiera reaccionaste

-si yo no me controlo tus feromonas saldrían de control y tienes crisis de pánico.
Baltazar asintió mirando el camino. Aran acarició su cuello mientras lo vio fijo.

-además es obvio que estoy emocionado, es mi segundo bebé.

-el mio también... Aunque no...

-estas demasiado emocional, vamos a casa, dijiste que tu-asevero. -le contarías todo a tú hija.

Roma lo miró con esa sonrisa infantil en sus labios, subió la ventanilla qué separa la plaza trasera del auto. Se acercó más rápido para besar al omega, acariciando con ansias todo su cuerpo sobre la ropa.

-cachorro... Vamos rápido a casa... -aran lo abrazó por el cuello mientras Roma con mucha hambre bajaba a besar su cuello y pecho.

Sus manos son rápidas cuando quiere quitarle la ropa, más de lo normal.

Se posiciono entre sus piernas, presionando sus caderas contra el mientras continuaba con besos largos y profundos aprisionandolo contra la puerta.

Roma sintió cuando el auto se detuvo, baltazar bajo y los dejo dentro como si supiera que no era momento para interrumpir.

Su mano solo se metió debajo de la ropa, levantó las piernas de aran con el jeans abierto pero no lo bajo, acariciando su barriga suavemente mientras dejaba algunos besos sobre su pecho.

La puerta se abrió y ambos quedaron estirados en el asiento.

-¡paaaaaapa! -grito. Mingan miro a Roma pero este se había devuelto a su asiento avergonzado. -¿qué hacían aquí?

-jugar-respondió Roma avergonzado, cubrió su boca y desvío la vista. No sabe enfrentar a una niña en esas circunstancias.

-sin mi... Bueno, en fin, papá, rápido, vamos- roma miró a aran y lo acarició con delicadeza sobre la barriga.

Aran no reaccionó.

-mi amor, ve, adelantate yo saldré en unos minutos. -roma estaba en modo verguenza.

-no me esta hablando a mi.

-nooooo, papá tu abuelo despertó.




The Bite of the Gray WolfWhere stories live. Discover now