31

478 88 6
                                    

Capítulo 31 - Deseos retorcidos

Avancé sin demora.

Princesa Rudine Eckhart.

No tardé mucho en llegar al Palacio de la Emperatriz, donde suele residir.

"¡Kyle! ¿Qué te trae por aquí?"

Rudine me saludó con su habitual sonrisa soleada.

La miré a la cara con el rabillo del ojo.

Su mejilla derecha estaba ligeramente sonrojada, a diferencia de lo habitual.

"¿Por qué me miras así? ¿Tengo algo en la cara?".

Un brillo de inocencia centelleó en sus ojos, como preguntando cuál era el problema.

Después de tomar aliento, separé lentamente los labios.

"¿Pasó algo con Isabel?"

"Ah... Kyle, así que tú también te has enterado...".

Rudine bajó la cabeza con expresión sombría.

"Parece que sin querer he tocado los nervios de Lady Isabel".

"¿Tocarle los nervios?"

"Sí, pero no estoy seguro. Sólo le di un consejo sincero a Lady Isabel...".

Me reí entre dientes.

A menos que Isabel se hubiera vuelto loca, era imposible que le hubiera dado una bofetada a la todavía princesa.

Lo más probable es que Rudine hurgara intencionadamente en la mente de Isabel.

Empujándola hasta el punto en que perdió la racionalidad, incapaz siquiera de emitir un juicio adecuado.

"Entonces, ¿qué pasa con Isabel ahora?"

"Uhm... ¿ahora? Normalmente, sería la ejecución inmediata..."

Ejecución.

Apenas pude reprimir una risa hueca que me subió a la garganta.

"No te han herido de gravedad, y ella es la única hija del renombrado conde Yustia, ¿verdad? Dependiendo de la sinceridad de Yustia hacia la Familia Real, puede que las cosas no salgan tan mal, ¿no crees?".

Rudine se tapó la boca con la mano derecha y soltó una tímida risita.

"Puede que salgan mejor. Al menos por un tiempo, no molestará a Kyle".

"..."

"Pase lo que le pase, no tiene nada que ver con Kyle, ¿verdad?"

Está diciendo tonterías, completas tonterías.

¿Es acaso la eliminación de una rival de la que sólo había oído hablar?

Como ella dijo, lo que le pase a Isabel, no es de mi incumbencia, pero el problema es que no puedo leer las verdaderas intenciones de Rudine en absoluto.

Isabel es la única mujer que puede purificar la niebla negra que envuelve el continente.

Rudine, que admitió haber regresado al pasado, no puede desconocer ese hecho.

¿Cuál es su intención?

Sin la habilidad de purificación de Isabel, el mundo será engullido por la niebla negra.

No me importa, ya que planeo dejar este mundo de todos modos, pero Rudine, que podría tener que vivir en este mundo por el resto de su vida, ¿estaría bien?

¿La mujer que luchó tanto por salvar el mundo en la anterior edición?

Es enfermizo.

No se puede confiar en nadie, y nadie a su alrededor está cuerdo.

Retrocedí Y El Género CambióWhere stories live. Discover now