Retrocedí Y El Género Cambió

37

Capítulo 37 - Nombre

Jefe de la Asociación de Alquimia, Esdel.

Vino a verme a la mansión de repente.

El propósito de su visita era entregarme el prototipo completo del Elixir.

"Aquí tienes.

Esdel me entregó cuidadosamente una lujosa caja verde.

Al abrirla, apareció un líquido chispeante del color del arco iris en una botella de cristal.

"Lo he mezclado según las proporciones que me indicaste. Llevó algún tiempo llenar la densidad de maná debido a la gran pureza, pero los resultados deberían cumplir tus expectativas".

Efectivamente, el producto final superaba las expectativas.

El criterio para evaluar la calidad era sencillo.

Es decir, la cantidad del Elixir final producido.

A juzgar por los ojos, era de unos 30 ml.

Con esta cantidad, se podía considerar exprimido hasta el extremo.

Una exclamación se escapó entre los labios entreabiertos.

Esdel me miró con expresión orgullosa.

"Has trabajado mucho".

"No es nada".

Ahora, sólo quedaba un último paso en la producción del Elixir.

No era otro que el Disolvente Sagrado.

Después de gotear una cierta proporción del Disolvente Sagrado sobre el prototipo terminado, sólo quedaba calentarlo a altas temperaturas para eliminar las impurezas.

Isabel Yustia.

Aunque ansiosa, era una mujer realmente capaz, así que debería traer el disolvente sin problemas.

Esdel me miró nerviosa durante un rato.

Le pregunté sin rodeos.

"¿Por qué me miras así?".

"...¿Sigue siendo un secreto lo que estás haciendo? No suelo entrometerme, pero...".

Mantuve silencio con una sonrisa en la cara.

Si no había más asuntos, significaba que debía marcharse ya.

Comprendiendo mi intención, Esdel dejó escapar un profundo suspiro.

"Hah, olvídalo entonces. De todos modos, no tenía grandes expectativas".

"Me alegra oír eso".

"¿Qué te cuesta tanto decir...".

Esdel chasqueó la lengua y, vacilante, sacó algo, entregándome finalmente una carta bien empaquetada.

"Es una invitación".

"¿Una invitación?"

"Sí, no conozco los detalles. Es algo que se entregó en la asociación mientras estabas fuera".

Sin moverme, abrí lentamente la carta que me entregaba.

En la parte exterior de la invitación estaba el sello real.

"Remitente... Rudine Eckart..."

Examiné cuidadosamente el contenido.

El mensaje era claro.

Unos días después se celebraría el Festival de la Fundación Nacional, y Kyle Winfred debía asistir para escoltar a la Princesa.

A juzgar por la letra, parecía ser de la propia Princesa.