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Capítulo 48 - Enfrentamiento a tres bandas (1)

A la mañana siguiente.

Crujido-

La puerta se abrió sin previo aviso.

Me di la vuelta con cautela.

"Kyle".

Por la rendija de la puerta abierta entró Luna.

Luego, sin vacilar, se dejó caer a mi lado.

"¿Qué haces?"

Entrecerré los ojos y pregunté, a lo que Luna rió entre dientes.

"¿Acabas de despertarte?"

Era una pregunta que no valía la pena responder, pero asentí vagamente.

Al menos, por ahora, seguía necesitando a Luna.

"Estás guapo incluso recién despertado".

Por supuesto, eran demasiadas tonterías como para limitarse a escuchar en silencio.

Chasqueé la lengua e interrumpí sus palabras.

"¿La Santa Sangre?"

"La tengo."

"...¿De verdad la tienes?"

Entendido.

Esa clara resonancia resonó en mis oídos.

'¿Lo consiguió? ¿De verdad?'

Al no ver ninguna perturbación hasta el momento, parecía que nadie se había dado cuenta.

Confiaba en Luna, pero nunca esperé que lo consiguiera tan limpiamente.

El asombro brotó del hueco de mis labios.

Luna me miró así y sonrió alegremente.

"Te lo dije, ¿verdad? Sólo espera buenas noticias".

Luna se echó el pelo hacia atrás y sacó una botella de cristal del bolsillo.

El líquido que contenía brillaba como una joya a la luz del sol que entraba por la ventana.

"Toma, cógelo".

Con manos temblorosas, acepté la Santa Sangre que me entregaba.

Y la examiné detenidamente.

"..."

Giré lentamente la cabeza para mirar a Luna.

Entonces, con voz tierna, hablé.

"Gracias".

Luna, que me había estado mirando como encantada, tragó saliva nerviosamente.

Me miró a la cara durante un momento y luego desvió lentamente la mirada.

Y contestó.

"Jeje, me alegro de que lo aprecies".

No lo olvides, mantén la expresión.

Mantuve una cara sonriente y pregunté.

"¿Cenamos juntos esta noche?"

"...¿Qué?"

Luna, perdida en sus pensamientos, me miró a la cara, y de repente se espabiló y asintió enérgicamente.

"¿Lo dices en serio?"

"Por supuesto.

"...Vale."

El rostro de Luna se sonrojó ligeramente mientras hablaba tímidamente.

Retrocedí Y El Género CambióWhere stories live. Discover now