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Capítulo 47 - Trato hecho

Y así pasó otro día.

La luz de la luna descendía suavemente sobre la oscuridad que llenaba la mansión.

"..."

La tranquilidad del preamanecer, con todos dormidos.

La mansión estaba más silenciosa que nunca.

Luna invocó lentamente su magia, percibiendo los alrededores con cautela.

"Está tranquilo".

Luna suprimió cualquier sonido y se dirigió lentamente hacia el estudio del duque.

La razón por la que se dirigía al estudio del duque a esa hora tan ambiciosa era sencilla.

El pasadizo que conectaba con la cámara subterránea se encontraba nada menos que en el estudio del duque.

Luna guardaba con cuidado una botella de cristal en el bolsillo.

Dentro de la pequeña botella había una carga completa de polvo hipnótico.

¿De dónde habrá sacado esto?

¿De dónde podría haber sacado tanto polvo hipnótico?

¿Y cómo se le ocurrió entregarle un objeto tan valioso sin ninguna precaución?

Qué mono.

Desde el momento en que Kyle le entregó el polvo hipnótico, una cosa quedó clara.

El propósito de Kyle no era atraparla.

Si esa fuera su intención, no se habría arriesgado a darle un objeto tan peligroso.

Simplemente necesitaba la Sangre Sagrada desesperadamente.

Lo suficiente como para tolerar incluso apaciguar sus aborrecibles gustos.

¿Cuál podría ser la razón?

¿Podría haber algún efecto especial de la Sangre Sagrada que ella no conociera?

¿O recibió alguna orden de la Sede Papal, buscando ansiosamente la Santa Sangre?

Si no es eso, entonces...

¿Podría ser para ofrecer la Santa Sangre a Rudine Eckhart?

'...No, eso es imposible.'

Luna sacudió vigorosamente la cabeza, negando el delirio emergente.

Kyle no podía ser tan tonto por una mujer como ella como para hacer una elección tan estúpida.

Luna no lo dudaba.

Paso-paso-

En el tranquilo silencio, sólo el sonido de los pasos de Luna resonaba débilmente.

Después de caminar durante unos minutos.

El estudio del Duque comenzó a vislumbrarse en la distancia.

Dos de ellos.

Dos caballeros custodiando la puerta.

Luna sacó lentamente la botella de cristal que había traído.

Conteniendo la respiración, vertió una pequeña cantidad de polvo hipnótico sobre la palma de su mano extendida.

Hum-

Un aura verde de maná emanó de la punta de sus dedos.

En un instante, la oleada de maná se elevó en el aire, regando el polvo hipnótico sobre los caballeros que custodiaban la puerta.

Retrocedí Y El Género CambióWhere stories live. Discover now