37 - La pequeña venganza de Anko

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Naruto dormía en su cama, apoyado en el pecho de Anko. Había dormido bien, sobre todo porque Anko no llevaba sujetador.

Pero al despertarse, notó que el pecho de Anko parecía un poco... plano esta mañana, abrió los ojos y se sorprendió de que no fuera Anko la que estaba a su lado, sino Gai.

"¿Qué coño?", gritó de repente.... Gai se despertó y se sobresaltó del mismo modo que Naruto.

"¿Qué coño haces aquí?" gritó Naruto, pero también se dio cuenta de que el tipo no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

"No es cierto... lo único que recuerdo es que me fui a dormir a mi propia cama en mi casa después de una cita" dijo Gai, de repente oyeron unas risas, que provenían de la puerta de Naruto.

Se giraron y vieron a Anko rodando por el suelo riendo como una loca.

"¡Oh Dios mío dulce venganza!" Gritó Anko, Naruto la miró.

"¿Qué has hecho Anko?"- dijo Naruto algo molesto.

"Cuando estabas durmiendo, fui a casa de Gai y le inyecté un sedante para mantenerlo dormido hasta que lo traje aquí y lo metí en la cama contigo...no puedo creer que no te hayas despertado hasta ahora" Anko rió a carcajadas, Naruto rió un poco.

"Oh...que son esos que tenemos....Creo que necesitas otra dosis de azotes" Dijo mientras la agarraba y la estrechaba entre sus brazos.

"¡Eh!... ¿Qué haces?" preguntó ella mientras Naruto le levantaba el camisón y empezaba a zurrarla de nuevo.

"¡Ay! ¡No es justo!" Dijo ella mientras Naruto seguía azotándole el culo, pensó que sus planes de venganza se habían esfumado.

Mientras en la Cocina

"Kami, ¿qué hacen esos dos ahí arriba?" Preguntó Kushina al oír el sonido de algo golpeando la piel y Minato se reía al tener una buena idea de lo que pasaba allí.

Jiraya, por su parte, se asomaba por un agujero del techo y vio que Naruto estaba golpeando a Anko y escribía en su libretita.

"Definitivamente va a ser mi mejor obra... Lo llamaré.... Make Out Paradise: La Doma de la Serpiente.... nah no es un buen nombre... pero ya se me ocurrirá otro mejor". Pensó cuando de repente oyó el sonido de las balas que atravesaban el techo.

Su instinto le decía que se cubriera la cabeza, pero por alguna razón, no estaba herido... pero por qué, de repente sintió que el techo empezaba a ceder.

"Uh oh". Dijo el techo cedió de repente y cayó por el suelo.

Cuando estuvo en el suelo se levantó y se sacudió el polvo, de repente se encontró cara a cara con un fusil de asalto y un Naruto muy cabreado y Anko sobándole el culo, Gai se había ido a casa, por suerte llevaba el pijama puesto.

"Sabio pervertido...tienes hasta las 3 para huir". Dijo Naruto, cuando Jiraya estaba a punto de decir algo.

"¡TRES!" Gritó Naruto mientras empezaba a disparar, por suerte Jiraya tenía experiencia en huir de multitudes de mujeres, así que pudo escapar de las balas.

"¡Todo esto no es más que un malentendido!" Gritó Jiraya mientras corría por las calles, con Naruto detrás de ella, a algunas Kunoichis les sangraba la nariz al ver a Naruto corriendo con el torso desnudo y con tan sólo un ajustadísimo bóxer azul como única prenda de ropa.

"Maldita sea... me ha azotado dos veces en veinticuatro horas... maldita sea mi suerte... esto duele... aunque, tengo que admitir que lo disfruto". Dijo mientras volvía a dormirse en la cama.

1 hora después

Naruto estaba tomando un descanso en su tienda de ramen favorita, gracias a que Natan se despertó con los disparos, fue tras Naruto, llevaba una camiseta y unos pantalones cortos y sus tenis, cuando Naruto se cansó de perseguirlo, Natan le dio esa ropa para que se vistiera, Pero Naruto se vengó, le dijo a un grupo de mujeres que Jiraya las estaba espiando en las termas y resultó que la mujer era del comité antipervertido, así que Jiraya tenía una turba de mujeres civiles furiosas y por desgracia para él entre ellas unas cuantas Kunoichis.

Naruto - El viaje de un Heroe II ✔️Where stories live. Discover now