ᴛꜱᴜɢɪᴋᴜɴɪ 太陽神

|T2| Capítulo Nueve

Canción de Cuna..~
Canción de Cuna..~

Con un suave tarareo armonioso, en una decorada habitación iluminada por un brillante día, una mujer de increíble belleza se encontraba sentada en un asiento mecedor, ese hipnotizante tarareo iba directamente a un bebé de apenas unos días de nacido, cubierto por las cálidas telas que lo envolvían por completó.

... Una vida común.

La melodía dulce que envolvía al bebé por todo el amor infinito que solo una madre podría darle, solo hacia que poco a poco fuera cayendo ante los brazos del mismo sueño.

... Una vida calmada.

Unos ojos verdes como la esmeralda que en todo momento iban transmitiendo todo el amor. Toda la paz que le daba su bebé. Acariciando su mejilla suavemente, pudo ver al bebé dormirse serenamente.

... Bajo el amor, protección y cuidado.

... Todo sería perfecto.

... Tristemente.

... Era demasiado débil.

... Él no sería capaz de proteger ese sueño.

... Falló una vez.

... Fallar de nuevo.

... Jamás se lo perdonaría..

La habitación anteriormente iluminada por la luz solar, ahora había un cambiado ambiente de oscuridad, una inquietante oscuridad que reconocía.

... En este mundo perfecto.

... Hay demonios que no tendrán piedad.

... Y harían hasta lo imposible por arrebatar..

... Las personas que más amas en este mundo.

... Sin importar que tanto deseara una vida así..

... Hasta el más fuerte tenía verdaderos temores..

Capítulo Nueve - Temores.

Con un ambiente bastante silencioso por la repentina declaración, Mitsuri no apartó su mirada de su amado esposo, esperando pacientemente una respuesta honesta de su hombre, respuesta que le pareció una eternidad en recibir. —Cariño, sé que fue una declaración sorpresiva, creo que fui un poco impulsiva en decirlo sin delicadeza. Pero en serio necesitaba sacarlo de una vez, quería que supieras esto.

...

Con un Izuku procesando todo, no tuvo tiempo de responder cuando su amada volvió a hablar: —Quiero ser madre, dar mí amor no solo a ti, sino a nuestro mismo bebé. Una vida cotidiana, común y corriente.. cariño, respóndeme por favor.

Reaccionando de nuevo por la últimas palabras de su amada, volteo para verla a los ojos. Cuando se mantuvieron con la vista, ella no le quitó la mirada, estaba totalmente determinada, no era momento para ponerse nerviosa, ella no estaba dispuesta a retroceder por nada.

Comprendiendo esto, hablo; —Mitsuri-chan, la idea de formar una familia, me encantaría, pero..—, deteniéndose en media respuesta, no sabía cómo continuar, con cada pensamiento intrusivo de su mente al respecto, no fue capaz de continuar.

—... ¿Pero-?

—... Pienso en todo menos en una respuesta sincera para poder darte, perdóname.

No hubo nadie en este mundo que lo obligará a apartar la mirada por temor. Ningún enemigo fue capaz de perforar a través de él, sin embargo este constante miedo de perderlo todo por culpa de su debilidad, hizo que le quitará la mirada a su propia esposa. No estuvo orgulloso por ello. La idea de decepcionarla nunca apareció en su mente desde que se conocieron, había una primera vez para todo.