Helena
Después de otro largo día en el parque de bomberos, me dirigí a la casa de Ona, últimamente lo hacía bastante esperando encontrar un poco de consuelo y distraerme de la rutina agotadora.
-Hola-dijo al abrir, con una sonrisa radiante en su rostro.
Entré y vi que había preparado la merienda, era simplemente un Colacao con galletas, pero ese simple gesto me llenó el corazón.
-¿Cómo vas?-me preguntó señalando mi brazo.
-Mejor, realmente-respondí, tratando de sonar optimista.
Ona se sentó con una expresión que llamó bastante la atención.
-Eso me imagino, ¿Y cómo va todo en el parque?-Al escuchar eso me detuve en seco.
-¿Cómo sabes que he vuelto a trabajar?-Pregunté sorprendida.
-Tu hermana-Dijo mirándome-Helena me preocupa que estés volviendo demasiado rápido-Al escuchar eso una oleada de frustración me invadió.
-Es como si estuvieras repitiendo exactamente lo que me ha dicho mi hermana esta mañana-Ona pareció herida, pero mantuvo la calma.
-Helena, de verdad, deberías tomarte más tiempo para recuperarte. No puedes seguir trabajando así, te estás haciendo daño-Dijo Ona, con un tono que trataba de ser suave pero que yo percibía como acusador.
Yo tomé un sorbo de mi vaso de leche, tratando de mantener la calma. No necesitaba que me dijeran lo que tenía que hacer, y mucho menos de una manera tan insistente.
HNo necesito que me digas lo que tengo que hacer. Puedo manejarlo. No estoy aquí para ser cuidada.-Ona no se dio por vencida, sus ojos estaban llenos de preocupación mientras continuaba.
-Si sigues trabajando así, podrías complicar las cosas aún más. No quiero que te hagas más daño-Dijo con una preocupación bastante notable.
Sentí cómo mi paciencia se estaba agotando. Mi cara se tensó mientras intentaba mantener la compostura.
-¿Y qué se supone que tengo que hacer entonces? ¿Sentarme en casa esperando a que me cure? No necesito que todo el mundo esté encima de mí todo el tiempo, me siento bien trabajando-Dije empezando a perder los nervios.
Ona suspiró, y en ese momento me di cuenta de que su preocupación, aunque bien intencionada, solo estaba intensificando mi frustración.
-Helena, no se trata de que no confíe en ti, es solo que te veo cada vez más cansada y frustrada-Dijo llevándome al límite de mi paciencia.
Ya no pude más. Me levanté de golpe, sintiendo cómo la ira se apoderaba de mí.
-¿Por qué nadie entiende que necesito hacer esto? No quiero que me estés recordando cada cinco minutos que estoy lesionada, lo sé, lo noto constantemente, pero necesito trabajar Ona-Dijo con un enfado bastante grande.
La casa estaba en silencio, excepto por el leve murmullo de la calefacción. Me sentía atrapada entre la preocupación de Ona y mi necesidad de escapar. Miré mi reloj con impaciencia; no podía seguir aquí escuchando los constantes recordatorios de todo el mundo sobre mi estado.
-Helena, por favor, quédate un momento más. No quiero que te vayas así, con esta actitud. Hablamos un poco y luego decides qué hacer -Dijo Ona, con un tono que mezclaba preocupación y frustración.
Ya tenía la chaqueta puesta y me dirigía hacia la puerta cuando me detuve y me volví para mirarla.
-Ona, necesito salir de aquí. No puedo seguir escuchando las preocupaciones de todos. Siento que no puedo dar un solo paso sin que alguien me recuerde lo que debería hacer-Dije con algo de tristeza y frustración.
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𝐁𝐔𝐑𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒- 𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞
RandomOna Batlle, la nueva jugadora del Barcelona Femenino siente que lo tiene todo, de cara a la nueva temporada quiere estar centrada en dar lo mejor de ella misma en el equipo de su infancia y seguir con la vida que ella considera perfecta, pero ese pl...