No mires tres veces hacía atrás {Larry Stylinson}

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No mires tres veces hacía atrás, porque te lo encontraras.



–Es solo un juego –Jack emocionado hablo sentándose en una silla.

Louis y Niall lo miraron con cara de horror. Haciendo una mueca y dando un paso hacia atrás, vacilando si permanecer en la habitación de su amigo era una buena idea. El primero en reaccionar fue Liam, que se mantenía al margen de todo.

–¿De qué trata el juego? –levanto una ceja interrogando.

Jack se acomodó mejor en la silla. Sonriendo de manera tan alegre como que si le hubieran dicho que había ganado la lotería y era rico. Miro a Liam, con sus ojos brillantes debido a la excitación que le provocaba jugar aquello.

–El juego se llama "No mires tres veces hacía atrás" –comenzó señalando hacia detrás de él con un dedo sin voltear–. Consiste en mirar tres veces hacia atrás de forma consecutiva, al hacer esto aparece un demonio y podrás hacer dos preguntas, cualquier cosa y él tendrá que responderte.

Liam hizo una mueca de confusión, no entendiendo muy bien.

–¿Solo hay que mirar hacia atrás tres veces? Suena sencillo.

Jack lo miro y mostró una sonrisa sin mostrar los dientes.

–Solo eso, pero para que funcione tienes que estar sentado en una silla con tus pies cruzado y tus manos en tu regazo y para donde vayas a mirar tiene que ser una pared vacía.

–Quiero hacerlo.

Louis ahogo un grito.

–¿¡Estás loco!? Eso es solo la parte sencilla. Hay más.

Jack rodo los ojos.

–¿Hay más? –Liam los miro a ambos, intercambiando la mirada entre ambos chicos.

-Si hay más –Niall intervino dando un paso hacia delante–. Hay reglas, y si no haces las preguntas bien, puedes morir. Dicen que el demonio te mata, y no de una manera bonita.

Jack volvió a rodar los ojos

–Son solo teorías tontas que nadie ha confirmado.

–Porque esas personas están muertas –Louis dijo agarrándolo de las manos y levantándolo de la silla.

Jack se dejó hacer. Mirando a sus amigos.

–Lo jugare yo solo si no quieren hacerlo.

–¿Aunque sea te sabes las reglas?

Jack se encogió de hombros sin tomarle mucha importancia realmente. Se dejó caer de nuevo en la silla, acomodándose y cruzando sus pies. Coloco las manos en su regazo y sonrió.

–¿Se quedaran o se irán?

Los tres chicos dieron un paso hacia atrás.

–Ni loco juego eso –Niall dijo agarrando el pomo de la puerta del cuarto de su amigo y saliendo.

–Yo tampoco lo jugare y Liam viene conmigo.

Louis agarro al ojimiel y ambos dejaron la habitación. Jack resoplo por lo alto, él quería jugar eso. Aunque tampoco es que creyera mucho de que de verdad un demonio iba a salir y él iba a poder verlo. Pero como a él le gustaba la aventura. Lo iba a intentar.

Retomo su postura y suspiro. Miro tres veces hacia atrás consecutivamente, primero llevando la mirada a la pared detrás de su espalda y luego hacia delante donde estaba la puerta. A la tercera vez no pasó nada.

Rodo los ojos porque era un desperdicio de tiempo. Cuando levanto la mirada, en la puerta se veía una sombra, un escalofrió le recorrió todo el cuerpo. Sus ojos se abrieron como plato. Un hombre vestido completamente de negro lo miraba desde la esquina de su habitación. Pero él estaba muy concentrado en la sombra de la puerta.

El hombre camino hasta él, haciendo un ruido completamente desagradable. Tanto que hizo que le dolieran los oídos.

–Me has convocado –el hombre tenía la voz ronca y gruesa. El sudor le recorría la espalda. Intento levantarse de la silla y no pudo–. Me presento, soy Harry, el demonio de los secretos. Espero que tengas unas preguntas realmente importante, no querrás arruinar tu vida –soltó una carcajada que hizo que a Jack le doliera la mente.

El chico de ojos grises intento gritar. Pero de su garganta no salía ningún sonido.

–Si no haces las preguntas nunca me iré de tu lado –el hombre sonrió, de una manera tan tenebrosa, con sus ojos negros–. Y esas sombras que están ahí –señalo a la puerta–, también te perseguirán. Son las reglas.

Jack quiso llorar, quiso llorar porque no les hizo caso a sus amigos. Él ni siquiera conocía las reglas y podía morir. Encontró su voz, haciendo que sus cuerdas vocales temblaran y no solo por el frio que hacía.

–¿Si te hago las dos preguntas te vas?

El demonio sonrió. Mostrando unos perfectos dientes afilados. Pero luego gruño.

–Primera pregunta. Y si, si haces las preguntas luego me voy.

Jack pensó en una pregunta.

–¿Cómo fue que moriste? –dicen que la curiosidad mato al gato. Y Jack había cruzado la raya.

El demonio lo miro, con sus ojos más negros. Tanto que Jack sintió que le traspasaba el alma.

–Nunca, pero nunca se le pregunta a un demonio como ha muerto. Has roto las reglas.

Jack ahogo un grito cuando todo desapareció antes sus ojos. Suspiro y en su mente paso que tal vez, solo tal vez todo había sido obra de su imaginación. Se levantó de la silla dispuesto a darse un baño.

Ya en la bañera el agua tranquilizaba sus nervios. Pero lo que él no sabía es que desde una esquina, un hombre alto y de ojos negros lo miraba. Este tenía un cuchillo en las manos. Y de un momento a otro apareció ante sus ojos.

–Reglas son reglas.

Jack ahogo un grito intentado pedir ayuda. Pero no pudo, el demonio agarro el cuchillo con una mano y comenzó a clavarlo en el pecho del chico. Sin piedad, sin pudor; haciendo que Jack gritara y jadeara de dolor. Eso no lo detuvo, siguió clavando el cuchillo. La sangre salpicada en su ropa y las paredes. En la bañera yacía el cuerpo sin vida del chico, con los ojos levemente cerrados y todo su cuerpo lleno de sangre.

Harry sonrió satisfecho. El agua se había vuelto roja y Jack se había hundido en esta. Miro sus manos y vio ese líquido espeso y rojo. Su sonrisa se ensanchó más. Se levantó quedando de pie y miro "su obra de arte".

–Te lo merecías. Rompiste las reglas –aseguro desapareciendo sin dejar rastro alguno.

(...)

–¿Creen que fue buena idea dejar a Jack solo?

Louis se reguardo del frio en su chaqueta. Miro a sus amigos y estos solo hicieron una mueca.

–No lo sé, a veces Jack es tan necio.

–Cuando se le mete una idea a la cabeza no hay nadie que se la saque –concordó Liam.

Louis asintió a sus amigos y miro al frente.

Vago en sus pensamientos, y se descubrió a si mismo queriendo jugar.

–Tal vez lo juegue –dijo como si nada.

Ambos chicos detuvieron su paso.

–¿Tú también te volviste loco? –Niall lo encaro–. Eso es muy peligroso.

–Tú eras uno de los que estaba en desacuerdo con Jack porque quería jugar –Liam alzo ambas cejas–. ¿Y ahora lo quieres hacer tú?

Se encogió de hombros viendo como sus amigos bufaban y se alejaban de él con un "Estas loco".

Miro el camino que los chicos habían tomado. El cielo ya estaba oscuro y el frio era aún más fuerte. Se encogió más dentro de su chaqueta y suspiro.

–Si –hablo a la nada–. Lo voy a jugar.

No mires tres veces hacía atrás {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora