Capítulo 16.

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Harry caminaba nerviosamente de un lado a otro, Secretos inquieto en su mente, gruñendo de vez en cuando.

Él sabía que podía irse y huir de allí, ir con Zayn y hacer como que nunca conoció a Louis, pero también sabía que amaba a ese chico, y si, lo amaba, a pesar de que aún no lo había dicho en voz alta, no tenía duda sobre eso.

Y lo mejor de todo era que era correspondido.

–Gracias, Secretos –murmuro, sonriendo tontamente.

Pero luego esa sonrisa se borró cuando vio a Louis, se supone que tenía que mantenerla, pero no.

–¿Los chicos ya llegaron? –pregunto.

Harry negó con la cabeza, mirándolo un poco nervioso.

–Dijeron que llegaban entre un rato.

Asintió demasiado cansado, sus parpados pesaban y solo quería salir de toda esa mierda. El dolor de la muerte de Lottie aún seguía fresco.

–¿Puedes abrazarme?

Harry parpadeo y asintió, abriendo sus brazos y sintiendo el calor del chico que tanto le gustaba.

En todas sus investigaciones, donde Secretos ayudo un poco –en realidad demasiado–¸ averiguo cosas que ni se imaginaba.

Primero, ya podía tener todo el contacto físico que quisiera con Louis, pues él era medio humano medio Typhon, y Harry solamente era un guerrero poseído por un demonio, así que, sabiendo controlar sus partes, ellos quedaban siendo humanos.

Otra cosa que había averiguado con Zayn era que ambos podían volver a la normalidad. Teniendo así posibilidades de tener una vida feliz junto a Louis.

Y ya sabía cómo, solo le faltaba una pieza del rompecabezas.

Y que Louis aceptara.

–¿Harry?

–¿Sí?

–¿En qué piensas?

Suspiro, definitivamente no era el mejor momento para contarle sus planes, había cosas más importantes ahora.

–En nada, amor.

Louis asintió, sus ojos llorosos.

–¿Podrías cuidar a mi mamá mientras voy por un vaso de agua?

–Por supuesto, bebé, anda, te haría bien un poco de aire fresco.

Cuando lo vio perderse al final del pasillo, camino hasta la habitación de Jay, sintiéndose repentinamente mareado, arrugando el entrecejo, abrió la puerta de la habitación y ¡Mierda!

Secretos gruño. Su cuerpo temblando ligeramente al ver a la mujer delante de él.

Ahora si todo encajaba.

¿Cómo no se había dado de cuenta antes?

Jay lo miro con una sonrisa demasiada cansada, sus ojos apagados, débiles.

–Tanto tiempo, Harry –murmuro.


Se que quieren matarme, pero no pueden. Que bonito todo c: 


No mires tres veces hacía atrás {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora