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Chase Redford
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El sol se filtraba suavemente entre los árboles retorcidos y las flores que nunca dejaban de cantar en el País de las Maravillas. La brisa llevaba consigo una mezcla de aromas dulces y terrosos, como si el aire mismo estuviera vivo, lleno de magia. T/n caminaba entre los caminos sinuosos, sus zapatos de tacón resonando suavemente en la tierra, mientras el rojo y negro de su vestido se movía con gracia alrededor de sus piernas.
El largo cabello, dividido en mechones rojos y negros, caía con naturalidad sobre sus hombros. Aunque la vestimenta que portaba era un reflejo claro de la realeza que llevaba por sangre, su actitud era completamente diferente a la de su madre. No había arrogancia ni prepotencia en su andar. Al contrario, T/n caminaba con un aire de serenidad y reflexión, disfrutando de la paz que parecía emanar de este lugar tan lleno de contradicciones. Su mente, sin embargo, estaba lejos de ser tan tranquila.
¿Realmente estoy destinada a ser como ella? pensaba mientras sus ojos se perdían en el horizonte. ¿Voy a convertirme en la villana que todos temen? Su madre, la Reina de Corazones, había gobernado con mano de hierro, condenando a muerte a quien le ofendiera, por cualquier razón, sin mostrar ni un atisbo de compasión. T/n lo sabía, y la idea de seguir esos pasos la atormentaba ¿Cómo podría ser tan cruel?
El sonido de un suave crujido a sus pies la sacó de sus pensamientos. Una roca, pensó, pero al intentar dar un paso más, su pie se tropezó y perdió el equilibrio. Con un grito suave, cayó de bruces al suelo, el vestido extendiéndose alrededor de ella, como si fuera una flor que se desplomara por el peso de su propia belleza.
T/n cerró los ojos, resignada a la vergüenza de la caída; pero antes de que pudiera levantarse, escuchó una voz grave y cálida.
— ¿Necesitas ayuda, princesa? —Dijo la voz con una mezcla de preocupación y respeto.
T/n levantó la cabeza rápidamente, encontrándose con unos ojos azules oscuros que la miraban fijamente.
En frente de ella, de pie como una figura protectora, había un joven alto, con un porte imponente, pero a la vez sereno. Su cabello negro estaba salpicado de mechones rojos que resaltaban bajo la luz del sol. Estaba vestido con una armadura roja brillante que reflejaba la luz, y sobre su pecho lucía el emblema de un caballero.
T/n parpadeó, sorprendida, antes de hablar, levantándose con una mezcla de gracia y algo de torpeza.
— No, no... Estoy bien, gracias —Respondió rápidamente, aunque su voz sonaba algo avergonzada. No estaba acostumbrada a que otros se ofrecieran a ayudarla, mucho menos cuando ella misma había sido entrenada para ser fuerte e independiente. Pero había algo en ese joven que la hizo sentirse segura, algo diferente al tipo de personas con las que solía tratar.
El joven extendió la mano para ayudarla, una sonrisa amable en su rostro.
— De verdad, princesa—Dijo, sin quitar su gesto amable, mientras se inclinaba ligeramente hacia ella—Tu madre me dijo que debía estar pendiente de ti. Soy Chase, Chase Redford, El Caballero Rojo.
El nombre resonó en los oídos de T/n, y un pequeño escalofrío recorrió su espalda. El Caballero Rojo, había oído hablar de él, por supuesto. Era uno de los más leales sirvientes de la Reina de Corazones. Un caballero conocido por su devoción, su disciplina y su inflexible sentido del deber.

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Ever After High - One shots
Fanfiction¡Bienvenidos a este one-shots de Ever After High! Espero que les gusten estás minis historias de cada uno de estos personajes. ¡Espero que le gusten!