"Caracolito" #18

400K 27.1K 12.2K
                                    


Estaba conteniendo las ganas de corresponderle. Sus labios se movían lenta y deliciosamente sobre los míos buscando la forma de devorarlos a su antojo. Sus pulgares acariciaban mis mejillas con ternura provocando que mi rostro ardiera por el roce. Traté de mantenerme rígida rogando que el momento acabe y a la vez que no se detuviera nunca.

Lo sé soy una gran contradicción.

Pero no se detuvo, parecía que Landon trataba de hacerme perder el control de la situación. Y vaya que lo estaba consiguiendo, porque por un momento levanté mis brazos dispuesta a alborotar su hermoso y suave cabello, pero no lo hice, las seguí manteniendo firmes sobre mis piernas.

Detente Landon, me vas a volver loca.

Definitivamente esto era mucho mejor que aquel recuerdo en mi habitación, esto era real. Después de algunos segundos, interminables para mí, Landon se separó pero no sin antes depositar otro pequeño beso en mis labios. Lo oí suspirar frustrado ante mi rechazo, para luego pegar su frente a la mía. Aún sostenía mi rostro con ambas manos.

— ¿Por qué no quieres besarme? —susurró.

Lo miré directamente a los ojos.

¡No! ¡Por favor no utilices tu rostro conejo bebé ahora!

— ¿Ya terminaste? —pregunté seria.

Asintió cabizbajo, luego, dio un paso lejos de mí, entonces lo tomé del cuello de su chaqueta acercándolo otra vez. Me miró con cara de perrito asustado.

—Es mi turno, niño —pronuncié.

Me sentí una vieja violadora.

Sin pensarlo dos veces y antes de que mi conciencia empiece a fastidiarme, esta vez fui yo quien lo besó.

Landon:

He besado demasiadas chicas en mi vida, morenas, rubias, pelirrojas, altas, bajas, pero... esto era jodidamente diferente. Era malditamente especial.

No tardé en corresponder a los besos de Annie, ella no parecía tener mucha experiencia en el asunto, pero para mí era suficiente con tener sus labios sobre los míos. Llevé mis manos hacia su cintura y ella enredó las suyas en mi cabello. Necesitaba sentirla más cerca, en todos los sentidos, necesitaba algo de Annie.

Quería ganar terreno con ella, así que caminé unos cuantos pasos aun besándola y pegué su espalda contra el árbol. Sabía que no llegaríamos más allá de un beso pero quería disfrutar lo poco que podía obtener de ella ahora. Es por eso que aproveché el momento para apoderarme de sus labios por completo y, planeé en ese instante, no despegarme de ellos por un buen rato. Y es que, no sé si era la vulnerabilidad por haberse encontrado en un hospital, o que trataba de mostrarme lo débil que era por un beso suyo, pero definitivamente estaba consiguiendo volverme loco. No quería asustarla así que no la besé como a las demás, con pasión ni deseo, no. Annie merecía algo mejor. Traté de mostrarle que no solo buscaba otra noche así que lo hice con delicadeza e intensidad provocando que nuestras bocas se encontraron una y otra vez fundiéndose en un delicioso beso. Sin embargo, mis manos eran rebeldes y querían acariciar cada parte de su cuerpo. Controla esas hormonas Landon. Tú puedes chico.

— ¡Annie Vega! ¡¿Qué rayos, significa esto?! —oí gritar.

Sin muchas ganas me separé de Annie y nuestros labios hicieron un sonido al hacerlo.

Noté a su rubia amiga con una pose bastante molesta. Sus cabellos alborotados me daban a entender que la habíamos levantado de su profundo sueño. Le eché una mirada a Annie y tenía el rostro pálido, intuí que sus amigas ignoraban lo que pasó entre nosotros.

WHEN SHE WAS A VIRGINWhere stories live. Discover now