"Miradas nuevas con sabor a segundas oportunidades" #32

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*Multimedia:  "Puente de los suspiros" Lima-Perú.

Tomó aire con fuerza, noté cómo apretaba los puños sobre sus piernas y pude distinguir que la vena de su cuello se tensaba. Sus ojos se dirigieron a mi vientre, una corriente eléctrica recorrió mi espalda.

—No es "tú", es nuestro hijo.

Mi boca se abrió en una gran "o". Juro que mi corazón se detuvo y todo mi calor corporal se esfumó para que fuera reemplazado por un gélido frío.

¡Habla Annie! ¡Di algo!

Me tomó varios segundos poder asimilar sus palabras. Era como si mi cerebro se rehusara a comprenderlas. Me resultaba complicado poder articular palabra alguna, y tampoco tenía muchas ideas buenas para formar una oración. Tragué saliva e intenté con todas mis fuerzas no desmayarme ante tremenda impresión, pero de mis labios solo se escapaban pequeños murmullos.

—Nuestro bebé  —volvió a repetir más calmado.

No entendía cómo mis piernas lograban sostenerme, en verdad me estaba tomando una gran porción de mis fuerzas lograr mantenerme de pie. Él lo sabía todo y aún no descifraba cómo pudo haberse enterado. Un lista de nombre pasaron por mi cabeza y ante cada uno de ellos un sentimiento de furia se desataba dentro de mí.

 —¿Cómo lo sabes?  —articulé finalmente.

 —¿Eso importa?

Mi cuerpo sudaba, mis manos temblaban y ni hablar de mi corazón, el pobre latía tan fuerte que el pecho me dolía.

 —Claro que sí  —respondí de forma rápida—  fui yo quien debió darte esa noticia, si alguien se atrevió a involucrarse se las verá conmigo ...

 —¡Nadie me lo contó!  —gruñó.

Di un pequeño salto ante su repentino cambio de humor.

Landon trató de recobrar la compostura pero podía notar que por más que intentara sonar calmado la furia destellaba por sus ojos.

 —¿Por qué no me dijiste que lo sabías?  —susurré, intentado hacer un equilibrio entre su voz y la mía.

Retrocedió unos pasos y colocó las manos sobre su cintura, entonces una risa sarcástica se escapó de sus labios.

— ¡Ese ese el problema! ¡Debí haber hablado de una maldita vez! ¡Fui un maldito idiota por esperar que las cosas entre los dos se arreglaran!

 —¿Puedes dejar de maldecir y bajar un poco la voz? —dije, mirando hacia mi alrededor y percatándome que las personas nos miraban como si fuéramos bichos raros.

 —¡No!  —gritó— ¡Estoy cansado de todo Annie! ¡De esta situación! ¡De tu inseguridad! ¡De que no me creas!

Recordé la noticia de Michi y al instante hablé con la esperanza de apaciguarlo un poco.

 —Sé que no me engañaste  —le di una leve sonrisa, estiré una mano para tocar su hombro pero él se alejó. Juro que mi corazón de partió en mil pedazos.

Apreté los ojos y continué hablando —Pensaba confesarte todo hoy mismo, pero la cita ya estaba programada; encontré a Mark en el camino y se ofreció acompáñame. No creí que estaba haciendo algo malo al dejar que conociera a... al bebé, pero ahora veo que fue una gran estupidez, lo siento.

 —Que lo sientas no cambia que Mark haya sido el primero en conocer a mi hijo —habló dolido.

 —Lo siento, lo siento  —repetí varias veces. Una lagrima rodó por mi mejilla pero no tuve la intención de borrarla, quizás Landon al verla Landon entendería lo mucho que me dolía haber actuado de esa manera. Entonces intenté por segunda vez cortar la distancia entre los dos, pero al igual que la primera, él se alejaba en cada paso que daba —¡Ya está!  —grité empujándolo —¡No voy a rogarte! ¡Sabes muy bien que no es mi estilo!

WHEN SHE WAS A VIRGINWhere stories live. Discover now