WHEN SHE WAS A VIRGIN

"No me gusta la Nutella" #46

No todo es color  rosa.

Hoy es un día gris.

¿Por qué?

Porque estoy tumbada en mi cama mientras veo la televisión y como nutella.

¡Ven la desgracia épica!

Y sí, lo es porque se suponía que este mes ingresaba nuevamente a la universidad después de dos meses de vacaciones, pero no. Hace poco fui al doctor y este me recomendó reposo absoluto.
¿Qué significa eso? Pues que no debo asistir a clases este ciclo ya que eso me produce estrés y ansiedad. En mi estado no es algo recomendable así que no me quedo de otra. Tendré que nivelarme en las materias después de que nazca Loan.

Sí, Loan.

A nadie le gustó mi hermosa opción de nombre y menos a Landon. Él dice que "Perseo" es mejor.

Estaba viendo una película bastante entrenida sobre bebés cuando Landon entró a mi habitación. Me tapé el rostro con las sábanas.

¡¿Por qué mi madre lo dejó entrar estando yo en estas fachas?!

Sentí el peso de su cuerpo a mi lado. Mantuve las sabanas sobre mi rostro pareciendo una niña berrinchuda.

—Ann, te he visto con peor cara.

Me descubrí.

—Gracias "mi amor", tú tan romántico como siempre —le di una sonrisa fingida—. Ponte cómodo, y no te preocupes ya sé que ... —tomé una almohada de  mi costado y se la planté en la cabeza— ¡Eres un estúpido insensible!

Landon emitió un gruñido y se colocó a varios metros de mí.

—¡Estás insoportable!

—No ayudas, ¿acaso no te das cuenta que perderé un ciclo? Ya no me graduaré con mis compañeros.

—¿Y es mi culpa? —se cruzó de brazos.

—¡No!

—Entonces por qué estás tan histérica conmigo.

—¡No lo sé!

Y era cierto. Últimamente tenía una especie de molestia cada vez que Landon estaba cerca de mí. Su aroma, su voz, su rostro, todo de él me fastidiaba. Mamá decía que eso era normal en el embarazo, que a ella le pasó lo mismo con papá. Lo cierto es que no sabía cuánto tiempo iba a durar esta etapa tan extraña.

Cogí gran cantidad de nutella en una cuchara y la introduje a mi boca. Una lágrima rodó por mi mejilla.

—¿Y ahora por qué lloras? —Landon se frotó el rostro con ambas manos de manera exasperada.

—Tampoco lo sé —sollocé—. Me siento asustada, confundida y yo... —mi voz se quebró.

Nuevamente se sentó junto a mí.

—Pero si estamos juntos esto —tomó mi mano.

—No puedo evitarlo.

El sabor dulce de la nutella se había disuelto en mi boca, necesitaba más.

—Deja de embutirte con eso, mejor come una manzana.

—¡No! —grité—. Dime algo, ¿qué haremos cuando nazca el bebé? ¿cómo lo cuidaremos? ¿cómo lo bañaré? ¿a qué hora debo alimentarlo? ¿qué haremos  si se enferma?

Landon tomó mis hombros y me miró fijamente. El color avellana de estos me hipnotizaron por un momento.

—Te diré lo mismo que tú me dijiste: "Seremos buenos padres".