Capítulo 13.

872 86 13
                                    

Con el simple contacto de su mano, un cosquilleo me invadió, y se convirtió en un escalofrío que recorrió toda mi espina dorsal.

El hecho de que había sido una sensación embriagante y placentera me aterró. Todos mis músculos se tensaron.

Ross pareció notarlo.

—Laura—dijo, algo preocupado, y apretó mi mano, haciendo que me tensara aún más—, ¿te encuentras bien? Estás pálida, como si hubieses visto a un fantasma o algo aterrador.

Oh, me había sucedido algo aterrador, pero no necesariamente era la aparición de un fantasma.

—Estoy bien, tranquilo—le dije en un tono suave, para que se calmara—. Vi algo moverse afuera, pero era solo una rama. La situación me está volviendo paranoica, calma—mentí e insistí.
Su semblante se relajó un poco. Sin embargo, yo estaba segura de que él sabía que no le había dicho la verdad.

Nos observamos a los ojos por un largo tiempo, hasta que yo me cansé de la escena trillada que estábamos montando y hablé:

—Según dices, yo vi a un fantasma, pero, ¿tu viste a Medusa y los dos nos covertimos en piedra?—Acompañé a la frase con un tono de burla y alzando una ceja. Solté su mano y comencé a caminar—Vamos, señor flojo, voy a envejecer aquí.

"Al menos envejecerás, egoísta, piensa en Calum, él tal vez no lo haga jamás".

La maldita voz de mi conciencia me hizo sentir mal.

Fue una suerte que las risas del rubio a mi lado fueran como una anestesia para mi dolor; pues, con ese simple acto, toda sensación de culpa se había ido.

Y lo trillado comenzaba a gustarme.

—Lo siento—dijo, con una sonrisa en su rostro—. Me distraje pensando—Comenzó a caminar, yo imité su acto.

—Y...—dije, alargando la palabra, con un tono curioso -¿En qué pensabas?

Miró hacia abajo y suspiró, yo sólo me maldecía en mi interior por ser tan idiota.

—Lo siento. Yo...—titubeé, tratando de retractarme, sin saber cómo —No es necesario que digas nada— Concluí.

El negó con su cabeza.

—En eso es en lo que estás equivocada, Laura. Debo hablar de esto con alguien, siento que voy a estallar—hizo una pausa, y noté cómo tragaba, tratando de quitar un nudo en la garganta, que, por experiencia propia, estaba segura de que seguía ahí—. Calum es como mi hermano, siempre estuvo a mi lado. Cuando yo supe todo lo que le sucedía, juré por la vida de mi familia que lo protegería—las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, yo quería evitarlo a toda costa—.

>>El simple hecho de saber que estoy incumpliendo mi juramento, y que por eso él podría estar pagando con su vida me está matando. No saber cómo se encuentra me atormenta. Pero lo que más me atormenta de todo esto es ser endemoniadamente egoísta. Porque; en vez de pensar en el bienestar de mi mejor amigo durante esta situación sobre todo lo demás, pienso en lo destruido que me encontraré si su destino pasa a mayores problemas, como si él no fuera a sufrir más que yo— hizo una pausa, y todo el llanto que había contenido, comenzó a surcar sus mejillas, me miró suplicante. Noté que buscaba una respuesta, una ayuda, algo.

—Ross...—dije, suavemente, descubriendo que me encantaba decir su nombre— Al decir todo eso, lograste comprobar que lo que piensas está totalmente mal, no eres para nada egoísta, por el hecho de haberlo reconocido y expresado, al decir que lo que piensas está mal, estás diciendo que tú no eres tu mayor prioridad. Si lo fueras, ni siquiera habría pasado por tu cabeza la posibilidad de sentirte culpable por cómo pensaste, ¿no consideraste ese detalle?

Tightrope. || Raura. || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora