He's Just A Boy |Draco Malfoy y tu|

Capítulo 4

-¡Te digo que ya he estudiado Herms!

-¡No te creo! ¡Te pasaste toda la hora hablando sobre estupideces con Ron y Harry! -dijo ella haciendo gestos raros con las manos.

-¡Estuvimos hablando del partido de Quidditch de mañana! ¡No es ninguna estupidez Granger! -dije molesta.

¿Llama estupidez al Quidditch? ¡Puf, por favor!

-Solo digo que tienes que estudiar más. Yo te puedo ayudar con las clases. Solo dime hora y lugar y te ayudaré.

-No necesito ayuda Herms, puedo sola, gracias. Ahora, si me disculpas, tengo que ir al baño.

No dejé que dijera nada más, si no, me retendría una hora más, y escuchar su voz gritona es muy molesto. No me malinterpreteis, ella es una gran chica y es mi mejor amiga. Pero es muy molesta cuando se pone ha hablar con su voz gritona.

Caminé hacia el baño. Suspiré una vez dentro del retrete. Tengo que concentrarme en los examenes si quiero aprobar DCAO. Es una asignatura difícil, pero a la vez fácil. Pero también tengo que estar pendiente de las apuestas entre Fred y George Weasley. Son muy tramposos.

Salí del retrete. Lavé mis manos y me miré en el espejo, peiné y mi pelo y salí fuera del baño de las chicas. Pero tropecé con alguien, a quien que se le cayeran los libros de mágia al suelo.

-¡Lo siento, no miraba por donde iba! -dije disculpandome, sin mirarle a la cara.

Entonces lo hice. Levanté la mirada y me crucé con unos ojos grises. Malfoy. Después de estos meses en Hogwarts, no hemos vuelto ha hablar, y si hemos hablado, ha sido por que hemis discutido, por que no paraba de insultar a Herms y Ron.

Draco me miraba. Serio. Parecía que su mirada me lanzaba dagas directas a mi cerebro. Eso me dio miedo. Aparté la mirada de la suya, y le entregué sus libros.

-¿Preparada para perder Parker? -dijo sonriendo cínicamente. Fruncí el ceño.

-Ganaremos Malfoy. Tenemos el mejor equipo. Gryffindor es el mejor equipo de Quidditch. -dije sonriendo. Él fingió una carcajada.

-Preparate Parker para perder. No me gustaría que te hicieras ilusiones falsas. -dijo giñandome un ojo. Rodé los ojos ante eso y me fui de allí.

Llegué al Gran Comedor, allí estaban Harry y Ron, en la mesa de Gryffindor. Ron comía, como siempre, un muslo de pollo. Y Harry, estaba con un libro. Llegué sorprendiendoles. Harry enseguida cerró el libro. A lo que funcí el ceño. Me senté al lado de Harry mientras intentaba leer la portada del libro. Pero Harry lo tapaba con el brazo.

-¿Qué hacíais chicos? -pregunte cruzandos mis manos sobre la mesa.

-Ezjtsamos hjabmpdo djel pajrtjidof dje qfuidixh. -dijo Ron, como siempre con la boca abierta. Miré a Harry sin entender.

-Estabamos hablando del partido de Quidditch. -dijo riéndose nervioso. Asentí no muy convencida.

-¿Qué lees Potter? -dije. Él se puso nervioso al instante.

-Em, nada, un libro aburrido de la biblioteca. No te gustará. -dijo él.

-Harry. Puedes confiar en mi. -dije tocandole el brazo. Él suspiro y me extendió el libro.

Era un libro viejo. Empecé a pasar las hojas. No entendía que tenía este libro, para que ellos lo tubieran.

-¿Y que es este libro?

-Ron y yo descubrimos el otro día, huyendo de Snape; en el piso prohíbido, que hay una puerta a la que te lleva a una trampilla. Pero, esa trampilla esta muy bien protegida. -dijo Harry. Le dije que continuara. -Es un perro gigante de tres cabezas. -dijo. Abrí los ojos de par en par. -Guarda algo importante, y queremos saber que es. ¿Nos ayudaras?