capítulo 6.

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Victoria: ¿estás bien, linda?- tomó mi mano.

Kim: s-si, solo... no estoy acostumbrada a viajar en avión- dije, con una pequeña sonrisa de lado.

Victoria: Solo serán un par de horas, puedes dormir si quieres- acarició mi mano.

Kim: estaré bien- sonreí- por cierto, con quien dejaste a Juan?

Victoria: le dije a Frank que lo cuidara mientras volvía- sacó un libro de su bolso.

Kim: la vecina es mejor cuidadora que ese tonto- me apoyé sobre mi mano, un poco molesta.

Victoria: Juan también es de Frank, se molestaría si se entera que la señora Millers cuido de él-  se giró para verme- sé que te molesta Frank, pero podrían ser buenos amigos algún día, lo que pasó entre ambos está en el pasado, tú eres mi novia ahora- sujetó mi mano.

La miré y sonreí. Le di un pequeño beso y me acomodé en el asiento. Pasaron unos minutos hasta que me quedé dormida.

Frank era el ex novio de Victoria. El día que lo conocí, Victoria me lo presentó como uno de sus mejores amigos. A Frank parecía afectarle que saliera con Victoria y me dijo a solas que él había salido con ella, me comentó los maravillosos años que pasó junto a ella y que si no me hubiera conocido, ellos dos estarían casados y con 2 hijos, algo que, pensaba él, yo no podría darle. Era un tonto y un egocéntrico, pedía cuidar a Juan solo para ver más a Victoria. Lo adoptaron estando juntos así que decidieron compartirlo.

[...]

Victoria: ¿te gusta?- sonrió de oreja a oreja.

Kim: es... es increíble!- miré la gigantesca habitación- ¿cómo pudiste pagar esto?- la miré asombrada.

Victoria: digamos que es un pequeño regalo de la empresa y de mi, para ti- me tomó de las manos.

Kim: esto es increíble, espero que la mayor parte sea de la empresa, sabes que no me gusta que mal gastes el dinero de esta forma- entrecerre los ojos.

Victoria: no dirás eso cuando veas la otra sorpresa- apretó mi mejilla- sigueme- caminó hasta una puerta.

Kim: y ahora ¿en que gastaste tu dinero?- me crucé de brazos.

Victoria: Bienvenida...- abrió la puerta- a tu nuevo estudio!

El estudio era gigante, con miles de pinturas, pinceles, lápices, colores, marcadores, papeles, lienzos. El sueño de cualquier artista.

Abracé a Victoria y cubrí mi rostro entre su cabello.

Kim: No debiste hacer esto- susurré- Gracias.

Victoria: no creas que te traje de vacaciones, tú también trabajaras- me dio un beso en la mejilla.

Estábamos muy cansadas, así que tomamos un baño juntas y pedimos servicio a la habitación. Miramos televisión por un rato hasta quedarnos dormidas.

Al día siguiente, Victoria se fue a la oficina donde estaría trabajando y yo no tardé mucho en usar mi nuevo estudio. Probé todo tipo de pinturas nuevas en los diferentes tipos de papeles que habían. Al final me decidí a hacer una nueva pintura para poder venderla.

Perdí la noción del tiempo pintando, cuando menos supe, Victoria ya estaba regresando al Hotel. Eran cerca de las 7:15 pm asi que decidimos salir a comer algo, no sin antes darme un ducha después de mancharme toda la cara de pintura.

Victoria era muy femenina, llevaba un lindo vestido negro que le quedaba arriba de las rodillas, unos tacones altos y un bolso de mano blanco, llevaba el cabello suelto y con el maquillaje justo. Yo, por otro lado, no tenía sentido de la moda, me bastaría con un pantalón negro y una camiseta, por tal razón Victoria elegía mi ropa a la hora de ir de compras, sabía que no era tan femenina, por lo que no me compraba cosas con estampado floral, rosa o cosas así, aunque le encantaba hacer excepciones en algunas ocasiones.

Pedimos un taxi y nos dirigimos a la dirección que nos dio un empleado del Hotel, donde se encontraba uno de los mejores restaurantes de la zona.

Era un bonito restaurante, fue un poco difícil entrar, ya que debimos hacer una reservación antes, pero al final conseguimos entrar.

[...]

Kim: no quisiera irme de aquí- me tiré a la cama con los brazos extendidos- este lugar es hermoso y la comida de ese restaurante era deliciosa!

Victoria: si consigo ese ascenso- se sentó junto a mi y empezó a quitarse los tacones- prometo traerte nuevamente aquí.

Kim: si me va bien con la pintura- me levanté y me senté junto a ella- prometo ayudarte a pagar esto- reí.

Victoria: ¿pintaste algo hoy?- intentó quitarse el vestido.

Kim: después de horas de estar como niña probando todas las pinturas...- le ayudé con el vestido, dejando al descubierto su espalda- por fin pude empezar una nueva pintura- besé su hombro.

Victoria: ¿puedo verlo?- se puso de pié, quitándose completamente el vestido.

Kim: primero déjame observar esta obra de arte- la miré de pies a cabeza.

Victoria: basta!- rió, sonrojada, tomando una bata y poniéndosela- vamos- extendió su mano.

Caminamos hasta el estudio, donde mi pintura estaba cubierta para evitar que se ensuciara.

Nos páramos frente a ella y quité la sábana de encima.

Victoria: es... es...- se quedó asombrada, pero no parecía felíz.

Kim: ¿horrible?- pregunté preocupada.

Victoria: es...- miró disgustada a otro lado- la chica que llegó a la biblioteca... Laurie

Kim: ¿Qué? - me sorprendí- n-no! No es ella...- miré la pintura- es...

Me quedé asombrada, había pintado a Laurie sin darme cuenta. Sus intensos ojos azules y su cabello brillante como el oro, su perfecto rostro, siendo iluminado por la luna, mientras reposaba en la arena frente al mar.

Había pintado un recuerdo, nuestro primer viaja a la playa, el día en que Laurie se había quedado dormida junto a mi...

Victoria salió del estudio, cerrando la puerta tras ella. Me senté frente a la pintura y la observé por un momento.

Al parecer, Laurie siempre estaba en mi mente. No sabía que decirle a Victoria, no podía mentirle sabiendo que sin querer he pintado a mi ex novia, hasta yo estaría molesta si Victoria pintara a Frank.

Cubrí nuevamente la pintura y caminé lentamente a la puerta. Me cambié de ropa y me metí a la cama junto a Victoria, quién me daba la espalda.

Kim: a-amor...- toqué su hombre, pero ella se movió hacia adelante.

Me di la vuelta, dándole la espalda también.

Victoria: es ella, cierto?- escuché decir suavemente.

Kim: si...- dije mirando la ventana.

Victoria: no, me refiero si es la chica a la que estabas buscando... cuando nos conocimos...

Kim: s-si...- me giré para ver al techo.

Victoria: ¿aún te gusta?- era una pregunta, pero lo dijo más como una afirmación.

¿aún me gustaba? ¿aún seguía sintiendo lo mismo por Laurie? O simplemente la hechaba de menos, al fin y al cabo Laurie también era mi mejor amiga.

Te Amaré Por Siempre. [yuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora